CANTOS
Entrada: El Pueblo de Dios
El Pueblo de Dios, en el desierto andaba, guiándolo al frente, su Dios caminaba.
El Pueblo de Dios, no tenía nada, tan solo esperanza, su Dios lo alentaba.
Hoy somos tu pueblo, Señor, vamos caminando, solamente tu Gracia, nos basta
y alcanza (bis)
El Pueblo de Dios, temía y dudaba, a veces costaba creer en su Dios.
El Pueblo de Dios llorando rezaba, pedía perdón y recomenzaba.
El Pueblo de Dios también tuvo hambre y tu les mandaste el Pan de la Vida.
El Pueblo de Dios cantando dio gracias, gustó de tu amor, tu amor que no pasa.
El Pueblo de Dios de lejos miraba, la tierra prometida que tu amor preparaba.
El Pueblo de Dios, corría y cantaba, y en sus alabanzas, tu amor proclamaba.
Despedida: Santa María del camino
Mientras recorres la vida, tu nunca solo estás, contigo por el camino, Santa
María va.
Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven (bis)
Aunque te digan algunos, que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo,
lucha por la verdad.
Aunque parezcan tus pasos, inútil caminar, tu vas abriendo caminos, otros lo
seguirán.
CELEBRACIÓN PARA NIÑOS
Canto inicial: “El Pueblo de Dios”.
Señal de la Cruz y saludo inicial: “En el Nombre del Padre, y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén. Queridos hermanos: que en este dolor que
están viviendo, el Dios de la esperanza los colme con su paz en la fe; y
el Señor Jesús esté ahora y siempre con todos ustedes”.
Invocación a Cristo: A cada una de las invocaciones vamos a
responder: Ten piedad de nosotros.
Cristo Jesús, que naciste en el seno de María Virgen…
Cristo Jesús, que ya desde el seno de tu madre, eras la alegría
de los que te rodeaban.
Cristo Jesús, que ya desde el seno materno, nos estabas dando
tu vida divina.
Oración: Dios todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Liturgia de la Palabra: Evangelio según San Juan 6,37-39
“En aquel tiempo dijo Jesús: ‘Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al
que venga a mí yo no lo rechazaré, porque he bajado del cielo, no para
hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió. La voluntad del que me
ha enviado es que yo no pierda nada de lo que Él me dio, sino que yo lo
resucite en el último día’”. Palabra de Dios… Te alabamos, Señor.
Ideas para la reflexión: Dios nos ama desde siempre y desde siempre
nos llama por nuestro propio nombre, estamos en sus manos para
siempre, en esta vida y en la eternidad, Él es Padre y nos colma con su
cariño.