que se ve a simple vista. Si se enseña a unos menores a aprender dándoles
información sin que ellos mismos puedan descubrir por sí solos lo que está
ocurriendo, no se les está ayudando a aprender a pensar, que es la
asignatura más importante de la infancia. No se está enseñando a pensar
cuando se dice cómo se tiene que pensar o cuando se da una información
para que se aprenda de memoria, previamente elaborada por otras personas
sin ninguna intervención propia. En cambio, aquí lo que se hace es presentar
unos hechos iniciales, unas imágenes y que a partir de ahí cada niño
indague, reflexione, piense qué es lo que está pasando en ese lugar, etc. Por
tanto, se está favoreciendo lo contrario a una educación alienada.
Desarrollar el pensamiento crítico: este es un tipo de pensamiento
caracterizado por su capacidad de analizar, entender o evaluar una serie de
datos que se han observado, dándoles una respuesta coherente
independientemente de la opinión general o más frecuente. Tampoco hay
que caer en el error de creer que el pensamiento crítico es sinónimo de ser
siempre la voz de la discordia. Para nada tiene que ser así, aunque en
ocasiones pueda darse dicha circunstancia. Es decir, una persona con
mucha capacidad de pensamiento crítico no es aquella que por sistema se
opone a todo o a casi todo, sino aquella persona que tiene una opinión propia
bien configurada y que puede coincidir o no con la teoría general sobre ese
asunto en concreto. Mediante el método QQQ se desarrolla esta virtud
porque nadie dice cómo se tiene que pensar, sino que uno m ismo,
basándose en una serie de datos que tiene encima de la mesa,
debe configurar su propia teoría sobre lo ocurrido.
Desarrollar la creatividad: La creatividad es la capacidad de generar unas
ideas diferentes, novedosas, alternativas a los conceptos de siempre. Estas
ideas, por sus características, generan soluciones distintas a las habituales.
Por eso está tan cotizada esta virtud. También guarda mucha relación con la
imaginación. De alguna manera imaginación y creatividad están
interconectadas. Se trata de una capacidad que tiene el cerebro humano,
como la memoria o la inteligencia. En este sentido, también la
técnica QQQ favorece la creatividad porque deja a la libre interpretación de
cada persona los sucesos que están ocurriendo. Es decir, partiendo de unas
mismas imágenes iniciales cada persona puede llegar a unas conclusiones
totalmente diferentes y algunas muy poco convencionales. Por eso sirve para
desarrollar la imaginación de las personas.
Como conclusión, se puede afirmar que esta técnica es muy completa y muy
pedagógica. De hecho, la nueva educación tiende a copiar cada vez más este
modelo, ya que no se busca tanto estimular la memoria, sino la creatividad. De
hecho, la memoria, aun siendo una cualidad muy positiva, es algo que hasta cierto
punto puede ser sustituido por la tecnología. En cambio, la capacidad de