Actividad N° 1
La primera actividad consiste en dividir el grupo de personas a la mitad. A continuación le
vendaremos a cada persona los ojos, de una de las mitades, para finalmente asignar a cada
persona vendada, una del otro grupo que no lo está. Daremos un paseo por toda el área que
tenemos alrededor (gradas, piso, tierra, grama, etc.) por unos cuantos minutos, siendo las
personas vendadas guiadas por las que no lo están.
El objetivo es introducir en lo que consiste la fe del cristiano, que así como Abraham, quien
nunca tuvo garantías de a dónde iba y si lo obtendría, de igual manera nosotros debemos
vendar los ojos de nuestro corazón y tomarnos de la mano de Jesús sin saber a donde Él nos
quiere llevar.
¿Qué es la Fe?
Antes de que hablemos un poquito acerca de Abraham, creemos conveniente iniciar este
taller, haciéndonos esta pregunta ¿Qué es la Fe? Esto es debido a que la mayoría contestara,
de memoria si es posible, el texto de Hebreos 11:1; Es, pues, la fe la certeza de lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve. Sin embargo nos daremos cuenta que esta no es una
definición formal de lo que es la fe, sino más bien una definición contextual de la carta a los
Hebreos, tomada de su definición formal.
Definimos la fe no aislada del creer, porque en sus originales griegos estas palabras son
altamente parecidas, y correspondientes una con otra. La palabra que el nuevo testamento
utiliza para creer es pisteúo (πιστεύω), y para fe pístis (πίστις). Es de notar que son muy
parecidas en sus letras, pero se tornan más interesantes al conocer cómo se complementan y
forman parte de la vida del cristiano.
Para ilustrar ambos conceptos realizaremos la siguiente actividad.
Actividad N° 2
Vamos a necesitar medio litro de jugo de naranja y un vaso transparente para poder ilustrar
como funciona y se interrelacionan la fe (pístis) y el creer (pisteúo) en la vida del cristiano.
Al tomar el vaso vacío podemos compararlo con nuestra vida antes de venir a Cristo, una
vida vacía. Sin embargo en el momento en que no nos resistimos su gracia, podemos echar