Taller Básico para formación de Lectores de la Palabra
ORACION POR LOS PROCLAMADORES Dios todo poderoso, limpia el corazón y los labios de los que proclamaran tu Evangelio; Bendice sus esfuerzos de preparación y los momentos de meditación de tu palabra para que entiendan mejor el mensaje y lo proclamen fielmente a tu pueblo; Llena su ministerio con tu presencia, que han preparado cuidadosamente para quienes los escuchen confíen plenamente en Jesucristo que anuncia el Reino de Dios y la promesa de vida eterna; Haz que crezca la fe en los corazones de los que escuchan tu Palabra y te glorifiquen siempre. Por Jesucristo nuestro Señor. AMEN
Origen y definición de la palabra Lecto r La palabra Lector , viene del latín LEGERE (leer). Lector es alguien que lee en voz alta en el contexto de un servicio en la iglesia para beneficio de la asamblea .
Este es un Ministerio especial para el pueblo de DIOS y para el servicio de la FE El lector tiene el oficio de leer la Palabra de Dios en la Asamblea de Liturgia. 2. Formar a los nuevos lectores de la Parroquia. 3. Es un servicio eclesial, es decir, no recibe remuneración de la Iglesia. Debe tener la firme voluntad de servir con fidelidad a Cristo. Es un portavoz del Señor.
Estos ministerios los ejercen el lector y el acólito, los cuales han sido encargados, mediante los ritos de la institución, del servicio permanente de la Palabra y del altar. El lector, proclama las lecturas bíblicas, a excepción del evangelio, dice el salmo interleccional si falta el salmista, propone las intenciones de las oraciones de los fieles y dirige el canto y la participación de los fieles, en ausencia del diácono o del cantor (cf. Pablo VI: Motu propio Ministeria quaedam V; OGMR 66; 150-151; OGL 259). El acólito ayuda al sacerdote y al diácono en el altar y distribuye la Eucaristía y la expone para la adoración como ministro extraordinario (cf. Motu propio Ministeria quaedam VI; OGMR 65; 143-147). Ministerios instituidos
1. Preparación Litúrgica: Debe facilitar a los lectores una corta percepción del sentido y la estructura de la Palabra, además de la conexión entre ésta y la Liturgia Eucarística. La Iglesia Selecciona lecturas apropiadas para las diversas celebraciones, en especial los diferentes tiempos del año Litúrgico. Preparación adecuada del Lector de la Palabra
El Año Litúrgico 4. Pascua 2. Navidad 5. Tiempo ordinario 3. Cuaresma 1. Adviento
Ordenación de las lecturas Domingos, fiestas y solemnidades: Toda Misa presenta tres lecturas: la primera, del Antiguo Testamento; la segunda, del Apóstol; la tercera, del Evangelio. Con esta distribución, se pone de relieve la unidad de ambos Testamentos y de la historia de la salvación, cuyo centro es Cristo contemplado en su misterio pascual. El hecho de que, para los domingos y fiestas, se proponga un ciclo de tres años es causa también de una lectura más variada y abundante de la sagrada Escritura.
Ferias (días de semana): Toda Misa presenta dos lecturas: la primera, del Antiguo Testamento o del Apóstol (esto es, de las epístolas o del Apocalipsis), y, en tiempo pascual, de los Hechos de los apóstoles; la segunda, del Evangelio. En las ferias de las treinta y cuatro semanas del tiempo ordinario, las lecturas evangélicas se distribuyen en un solo ciclo que se repite cada año. En cambio, la primera lectura se distribuye en un doble ciclo que se lee en años alternos. En las ferias de Adviento y de los tiempos de Navidad y de Pascua el ciclo es anual y, por tanto, las lecciones no varían.
Cuaresma, adviento, navidad y pascua: los domingos y solemnidades de los tiempos fuertes las lecturas se toman con el criterio de «composición armónica», es decir, se toman considerando la “temática” propia del tiempo litúrgico. Las ferias varían dependiendo del tiempo fuerte que se trate, pero en todo caso son anuales y no hay una distinción entre años pares e impares.
Leccionario Se debe tener conocimiento de los libros litúrgicos, en especial, del LECCIONARIO , que contiene todas las lecturas del año litúrgico. De los colores litúrgicos para cada tiempo, de los vasos sagrados utilizados en la celebración de la FE, para que pueda existir una verdadera vida litúrgica. Repartido en varios tomos, contiene las lecturas bíblicas de todo el año litúrgico, en 3 ciclos anuales (A, B, C). Recoge lo más importante de la Biblia. Son lecturas muy bien escogidas y concuerdan con el espíritu del ciclo anual temporal y santoral, y particularmente dominical.
Índice de Leccionarios de la Liturgia Católica Leccionario I Contenido: tiempos fuertes, primera parte del tiempo ordinario. Estructura: Domingos Ferias Santoral Leccionario II Contenido: segunda parte del tiempo ordinario. Estructura: Domingos Ferias Santoral
Leccionario III: Contenido: propio de los santos, misas comunes, misas rituales, misas por diversas necesidades, misas votivas, misas de difuntos. Estructura: propio de los santos misas comunes misas rituales misas por diversas necesidades misas votivas misas de difuntos Lecturas del AT Lecturas del NT Salmos Aclamaciones antes del Evangelio
2. Espiritual Debe manifestarse en profundizar la fe. La fe es una experiencia que, el qué no la ha vivido, no la puede comunicar y quien la tiene no puede dejar de transmitirla. La espiritualidad se debe alimentar en: La oración La lectura de la palabra de Dios Comunión con Jesús y la comunidad Vida sacramental especialmente en la eucaristía
Identidad del lector Auténtico (hablar con la verdad). Justo (que defiende la justicia social). Libre (asistir voluntariamente al servicio). Fraterno Responsable El lector de la palabra ha de intentar ser un individuo maduro con valores y actitudes que logren una personalidad integral que lo ayude a apreciar su autoestima y conocer sus limitaciones para crecer y situarse en la realidad.
3. Preparación Técnico-Práctica Esta preparación familiariza al lector con el texto, con sus palabras, para detectar dificultades, prever pausas y tonos, además del sentido del mensaje con el fin de que cada día sean más aptos en el arte de proclamar la Palabra de Dios delante del pueblo .
Entendimiento 1. Hacer una lectura para tener el dominio de las palabras 2. Detectar que es lo que se lee; un acontecimiento, una epístola, un himno, una narración, etc… Vivencia 1. Una vez entendida la lectura, tratamos de vivirla. Esto es sentir como si fuéramos nosotros mismos los que estuviéramos en esa situación. 2. Es un buen momento de experimentar esa amistad y cercanía con Jesucristo en nuestra vida. Ser participes en primera persona del relato de nuestra salvación. ¿Cómo transmitir efectivamente el mensaje?
Transparencia Evitar la declamación, poesía o la sobre dramatización Evitar movimientos innecesarios con la cabeza, manos, cuerpo, etc… La diligencia en el ambón debe ser por la sobriedad del lector Se debe leer lo que esta en el leccionario y como esta en el leccionario Calidad de Voz Tener en cuenta que la voz debe ser placentera al oído Fácil de entender por su claridad Modulada Firme pero apacible Directa y fervorosa ¿Cómo proyectar y modular la voz para una mejor proclamación de la Palabra?
Volumen Debe oírse claramente por toda la iglesia Dominar el efecto del micrófono para hacer mas énfasis o mas suave lo dicho de acuerdo a cada texto Tener equilibrio para modular la voz en los diferentes momentos de la lectura, sobre todo cuando contamos con diferentes personajes en el relato sagrado. Entonación Evitar el linealismo en la lectura, no caer en la monotonía, variando siempre la intensidad del volumen de acuerdo a las emociones expresadas. La entonación depende en gran parte de la postura que tenemos ante el micrófono. ¿Cómo proyectar y modular la voz para una mejor proclamación de la Palabra?
Rapidez La clave es la pausa La lectura no es una competencia para ver quien termina primero, se trata de dar a entender a la comunidad el mensaje de la Palabra de Dios Lo mas importante es que la comunidad siga y entienda desde el inicio la lectura proclamada. Pausa Son necesarias para tener el dominio de la lectura y ordenar las ideas Se debe hacer una pausa después del enunciado de la lectura y otra antes de decir Palabra de Dios. La pausa es de dos segundos con la mirada puesta en el leccionario ¿Cuál es la velocidad correcta?
Aspectos Prácticos que deben ser manejados por el Lector Hacer Evitar Presentación Personal Bien Presentado y Limpio Ropa Adecuada Buena Postura: Los dos pies firmes, ambas manos en el ambón Mala presentación Escotes, minifaldas, blusas cortas, camisetas, pantalón corto. Postura desinteresada o de enfado, balanceo, sin ánimo.
Hacer Evitar Lectura, Anuncio, Proclamación de la Palabra Lectura clara y pausada Decir las palabras dándole énfasis al mensaje. Debida entonación y dicción. Dirigir la lectura a los oyentes Mirar a la asamblea al terminar cada párrafo (se está anunciando la Palabra de DIOS, prestando los labios a Él). Dar tiempo a que el mensaje penetre a los oyentes. Hacer las pausas correspondientes a los signos de puntuación. Preparar la lectura con anticipación. Espacio de silencio entre el final de la lectura y el inicio de la otra. Leer en el Leccionario Mala pronunciación Leer de prisa o muy lento. Leer fuera del ambón Enterrar la mirada en el libro Movimiento y gestos durante la lectura Leer sin preparación Leer las rúbricas Leer del pan diario/ hoja domingo
“Si tu voz no suena, no resonará la palabra de Cristo, si no das bien el sentido, el pueblo no podrá comprender, la palabra perderá su fuerza…” San Agustín