Arcano XXI. La Transmutación.
Es la acción de la transformación. Representa el misterio que conducen a
todos los cambios. Se encuentra Neptuno en Acuario, y la letra egipcia
Shin. Es la misma acción puesta en función triple, abarcando la fuerza
creativa, renovadora y conservadora. Es origen cósmico irradiando luz, la
habilidad que permite convertirse en cualquier fiera, toro, león, águila,
pero también en hombre. Es el alma inmortal en el terreno espiritual, las
ideas en constante evolución, el dominio para la manifestación de las
infinitas formas de la vida. En el terreno mental es capaz de originar
todos los conocimientos en base al conocimiento supremo original, es la
santidad. Son en el terreno físico, las acciones que benefician el estímulo,
son las inspiraciones que resultan acertadas, el reconocimiento del
trabajo, las generosas ganancias, todas las acciones orientadas a
mejorar. Nos muestra que cada día amanece y termina el día, y que todo
vuelve a su origen. Este arcano augura una larga vida, se recibirán
herencias, la vida con triunfos y distinciones. La honestidad será
disfrutada a pleno. Los afectos estarán disputados entre los rivales, los
buenos amigos aparecerán para protegernos, los obstáculos aparecerán
pero habrá también muy buena habilidad para lograr vencerlos,
aparecerán algunas situaciones inciertas y se aclaran también algunas
eventualidades.
Arcano XXII. El Regreso.
Es la acción de reintegrarse. Representa el misterio de la ley que es capaz
de entender el conjunto de leyes, se representa en éste, la letra Thaw y a
Venus en Piscis. Simboliza la luz que da vida, es el calor vivo. Las infinitas
experiencias favorecen la expansión del alma. El poder del conocimiento
pone en evidencia las realidades existentes. Son en el terreno espiritual
las insondables leyes divinas, es la misteriosa razón que da forma a las
cosas, el trascendental motivo que acompaña todos los actos. Es en el
terreno mental, el origen de la ingenuidad como resumen de la
incapacidad. Es el error causado por la audacia, la imprudencia que
ocasiona ciertos riesgos. Acciones, en el terreno físico, que conducen a la
irreflexión, a la excentricidad, a la soberbia, al desvarío, al descontrol de
las pasiones que buscan su compensación. Nos induce a no involucrar el
alma en los misterios y secretos de las cosas. Este arcano nos predice
que todo lo que hoy disfrutamos nos será quitado, la búsqueda constante
de todo aquello que se quiere poseer, traerá cierta perturbación, el
engreimiento como camino hacia la ruina. Habrá riesgo de apartarse de
todo. Surgen riesgos de regalos insidiosos. Se vivirán desilusiones y
promesas falsas, pero también se vivenciará el final de algunas cosas y el
inicio de otras.