CEREBRO: Bueno como le decía la culpable es la señorita economista Hígado, que hace que me enoje a cada
momento, y si continúa así terminaré con un derrame cerebral.
PIE: ¡Todo es pura excusa, quítense de mi paso, desaparezcan, fuera todos, salgan de mi oficina! (Dirigiéndose al
Oído) ¡y tú que haces en mi silla, fuera!
(Todos salen de la oficina)
NARIZ: Ahora sí que se puso bravo el jefe, si continua así le va ha dar unas várices, hasta quizá uñeras crónicas,
achusssss..
HÍGADO: (Entra) ¿Está el jefe? (Dirigiéndose a la secretaria)
NARIZ: Pase, está en su oficina, aunque no creo que esté de buenas para recibirla.
HÍGADO: A mí me recibe o me recibe, entraré (Ingresa a la oficina), disculpe jefe, por las caras que veo en todos los
empleados me doy cuenta que los puso en su lugar, y lo felicito, ya es hora que aprendan quién manda aquí.
PIE: (Preocupado) ¿Crees que hice bien?
HÍGADO: ¡Pues claro que sí!, es mas le daré un consejo, que me dio mi vecino el Bilis, el gasfitero, quizá se
recuerde de él vino un día a componer las tuberías de la empresa.
PIE: Si me recuerdo de él, ¿y cual fue su consejo?
HÍGADO: Él decía que si se rompe un tubo, no lo parches sino córtalo y bótalo, y eso es lo que debes de hacer,
despedirlos a todos esos mediocres, y yo me convertiré en su mano derecha, en su asesor, por si no lo sabe yo sé
hacer de todo, me sobra y me basta, es más creo que yo sola puedo manejar toda esta empresa, claro que si me da
el permiso respectivo.
PIE: Eso hare, tienes razón.
NARRADOR: Y así fue que el gerente de tan magnífica empresa, despidió al Ojo y al Oído del departamento de
Publicidad; y a las dos manos y en su lugar puso al administrador Sr. Boca, pero…….
PIE: Pase.
BOCA: ¿Qué pasó mi jefe?, ¿alguna novedad?
PIE: Si…la novedad es que usted no está cumpliendo con su trabajo, y me han informado que sólo para
chismeando con el jefe de almacenamiento, el Sr. Estómago, y las ventas siguen bajando aún más, si seguimos así
la empresa quedará en la ruina.
BOCA: Como cree mi Piececito, lo que pasa es que...