No obstante, con la sostenibilidad en el punto de mira, cada vez se plantea una
mayor necesidad de optar por un transporte más sostenible, pero también se
aboga por una producción y consumo de alimentos más responsable.
El transporte de mercancías perecederas por vía aérea no es tan conocido
como el terrestre. Sin embargo, aunque supone costes mayores, también plantea
ciertas ventajas para el sector. Este permite recorrer largas distancias en tiempos
reducidos, por lo que es el más indicado a la hora de distribuir mercancías a larga
distancia de forma urgente, pero también en casos en los que acceder a los
lugares de destino presenten dificultades.
Grosso modo, este método aporta rapidez y seguridad a las actividades de
importación y exportación y resulta clave para el comercio exterior por permitir la
movilidad a cualquier parte del mundo.
Aunque el transporte marítimo plantea plazos de entrega más largos que el
resto de métodos de transporte y lleva acarreada la solicitud de ciertos permisos,
este presenta ventajas especialmente en referencia a las mercancías
voluminosas. La presencia, por ejemplo, de contenedores frigoríficos o de buques
de diversa índole permite preservar los alimentos bajo temperaturas controladas,
pero asimismo almacenar diversos tipos de carga. Además, en cuanto a los
costes, destaca por ofrecer tarifas más económicas para el comercio internacional
que, por ejemplo, el avión y por plantear mayores garantías de seguridad y
estabilidad.
La temperatura es uno de los valores fundamentales que debe considerarse
a la hora de transportar alimentos y, en concreto, en el transporte refrigerado de
alimentos a través de un vehículo refrigerado. En este sentido cabe señalar que no
todos los productos necesitan las mismas condiciones de temperatura o humedad
para preservar sus propiedades, sino que existen diferencias, por ejemplo, entre
los productos frescos, los refrigerados o los congelados, pero también entre los
diferentes grupos de alimentos, como pueden ser las frutas u hortalizas, los
pescados, las carnes o los lácteos.
Es muy importante que los vehículos especiales utilizados sean capaces de
mantener la temperatura.
En cualquier caso, al hablar de transporte de productos alimenticios es
imprescindible tener en cuenta las condiciones de refrigeración, congelación o
ultra congelación que cada alimento requiere, pero también los procedimientos de
conservación por calor, como en el caso de la elaboración de platos preparados
que se transportan a través de vehículos caloríficos.