Tema 2. Modelos en
Bioética
Mario Iceta Gavicagogeascoa
Cuatro modelos bioéticos
El modelo Bioético dependerá de la ética
que sustenta el conocimiento bioético. Se
reconocen principalmente cuatro modelos:
Modelo sociobiológico
Modelo subjetivista o liberal radical
Modelo pragmático-utilitarista
Modelo personalista
1.- Modelo sociobiológico
Propuesta de una ética puramente descriptiva.
La sociedad, en su evolución, produce y cambia valores y
normas, que son funcionales para su desarrollo
(orientación historicista o sociologista)
Así mismo, los seres vivos, en su evolución biológica, han
desarrollado ciertos órganos que mejoran sus funciones y
les permiten mejorar su propia existencia (orientación
biologicista o sociobiologicista)
Autores:
Evolucionismo de Darwin
Sociologismo de M. Weber
Sociobiologismo de H.J. Heinsenk y E.O. Wilson.
1.- Modelo sociobiológico (II)
Así como el cosmos y los seres vivos evolucionan del
mismo modo lo hacen las sociedades y consecuentemente
los valores morales evolucionan.
Es necesario adaptar contínuamente el sistema de valores
en relación a la evolución del ecosistema y de la sociedad.
Crítica:
Visión reductiva del hecho moral a la biología, la
sociología o la historia.
Relativismo de la norma moral.
Eclipse de la centralidad e inmutabilidad de la dignidad
de la persona.
Carencia de cualquier referencia al bien y al fin del
hombre.
2.- Modelo subjetivista o liberal-radical
Humus propio de la modernidad en el que se sustentan
diversas corrientes éticas: liberalismo ético (Marcuse,
Rawls), existencialismo nihilista (Sartre), cientificismo
neopositivista, emotivismo, decisionismo (Kelsen y
Popper, Ayer, Stenvenson).
Pensamiento propio de la modernidad: el carácter absoluto
de la libertad de indiferencia: es lícito lo que libremente es
querido. El único límite es la libertad ajena.
La sociedad debe siempre respetar la libertad del
individuo.
Libertad con respecto a la naturaleza.
Libertad con respecto a los demás.
Libertad con respecto a mí mismo.
2- Nota: La libertad de calidad
Libertad de calidad: concebida como respuesta
personal a un Amor originario que me invita
libremente a una comunión con El en que consiste
mi bien y mi felicidad:
Amor originario.
Mi existencia muestra que he sido amado.
Estoy llamado libremente a la comunión con Dios.
Yo me dirijo libremente hacia mi propio bien que es la
comunión con Dios.
Existe una relación directa entre la libertad, el bien, el
fin último, la felicidad y Dios.
2.- Nota: La libertad de indiferencia
Libertad de indiferencia: Es la simple
capacidad de elegir entre dos contrarios.
No existe una relación al bien.
Se toma la libertad como un valor absoluto.
Se considera la libertad como completa desde el
principio
Libertad cerrada en la individualidad.
2. Modelo subjetivista o liberal-radical (II)
Crítica:
Sustituye el concepto de persona por el de individuo
Olvido de la referencia a un fin de la persona y al bien.
Libertad concebida como libertad de indiferencia.
Imposibilidad de fundamentar las normas sociales y las
leyes.
La tozudez de la realidad que me es dada.
Imposibilidad de llevar adelante el pensamiento propio
de la modernidad.
3.- Modelo pragmático-
utilitarista
Una de las posibles salidas del pensamiento de la
modernidad (postmodernidad).
Parte de una supuesta imposibilidad de poder alcanzar la
verdad y, en el plano moral, la verdad sobre el bien.
La moral se reduce a un cálculo de consecuencias positivas
o negativas, de una relación beneficios/efectos adversos en
diversas vertientes.
Hunde sus raíces en el empirismo de Hume, el
neoutilitarismo de Bentham y Stuart Mill. Triple precepto:
maximizar el placer, minimizar el dolor y ampliar la esfera
de las libertades personales al mayor número de personas.
La ética es reducida a un cálculo técnico de efectos
beneficiosos tolerables o no en proporción a los efectos
negativos o costes.
3. Modelo pragmático-utilitarista (II)
Para minimizar el impacto que tal sistema produce se han
introducido algunos factores moderadores: “reglas de
equidad”, “ampliación social de la utilidad”, “cálculo de
felicidad social”, “mínimo ético”, “justa distribución de
recursos”, “optimización de beneficios/costes”.
Algunos llegan a reducir la persona como mero ser capaz
de sentir bienestar o dolor. Así:
No se consideran los intereses de individuos “insensibles”
(embriones)
Se justifica la eliminación de individuos en los que el sufrimiento
es mayor que el bienestar (fetos deformes, moribundos,
tetrapléjicos)
Se justifican intervenciones que, incluso a costa de suprimir la
vida humana, suprimen el sufrimiento (aborto de fetos no deseados
o con malformaciones).
3. Modelo pragmático-utilitarista (III)
El pensamiento de Engelhardt (The Foundations of
Bioethics) se reduce al utilitarismo al basar su ética en el
contractualismo, en el que es la “comunidad ética” la que
justifica los grados de bienestar y sufrimiento que son
aceptables.
Crítica a este modelo:
La ética se reduce a mero cálculo técnico, perdiendo la
especificidad propia de la ética.
Se eclipsa la centralidad de la persona que actúa, y las
repercusiones que sobre ella tiene sus actos.
La libertad queda olvidada. Se reduce la ética a un
razonamiento intelectual y derivado de ella.
Se pierde la noción de bien y la finalización de los
actos humanos y del hombre mismo.
4.- Modelo personalista
Tres formas de entender el personalismo:
Personalismo relacional (Apel y Habermas). Valor de
la intersubjetividad.
Personalismo hermenéutico (Gadamer). Valor de la
conciencia para interpretar la realidad.
Personalismo ontológico (Sgreccia). Valor de la
dignidad de la persona en sí misma.
El personalismo ontológico afirma que en el
hombre, su inherente característica de ser persona
subsiste en la individualidad constituída por la
unidad personal de cuerpo y alma. Se trata de un
ser espiritual con una finalidad sobrenatural.
4. Modelo personalista (II)
La Revelación cristiana dan profundidad e infinita
amplitud de horizontes a la visión personalista del hombre.
La persona humana se presenta como punto de referencia,
fin y no medio, realidad que trasciende a la economía, el
derecho y la historia.
No confundir personalismo con individualismo subjetivista
(capacidad de autodecisión y de elección). Existe
previamente un estatuto objetivo y existencial de la
persona: cuerpo espiritualizado o espíritu encarnado,
responsable de sus acciones, realizadas con libertad,
conocimiento y voluntad.
Nos encontramos ante una moral de primera persona frente
a la moral de tercera persona.