LOS MANDAMIENTOS La voluntad de Dios en forma de Ley
INTRODUCCIÓN Toda persona, para que pueda vivir libremente y en orden, necesita algunas normas y reglas. Una sociedad sin normas, es una sociedad muy desorganizada. Toda Ley intenta buscar el bienestar de las personas, ordenar la vida y cuidarla. Desobedecer una Ley es ir en contra del bienestar de la persona y de la sociedad.
INTRODUCCIÓN Analiza estas leyes tomadas de la Constitución Política del Perú, fíjate si intentan lograr el bienestar de las personas y piensa qué actitud puede ir en contra a esa ley: La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado (Art. 1). Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole (Art. 1.2) Es deber y derecho de los padres alimentar, educar y dar seguridad a sus hijos. Los hijos tienen el deber de respetar y asistir a sus padres (Art. 6). Los gobiernos locales promueven el desarrollo y la economía local, y la prestación de los servicios públicos de su responsabilidad, en armonía con las políticas y planes nacionales y regionales de desarrollo (Art. 195).
1. NATURALEZA DE LOS MANDAMIENTOS Los Mandamientos son las señales (ayudas, guías) que nos indican el camino para vivir en libertad y paz, y poder llegar al cielo. Si una persona se deja guiar por ellos, tendrá una vida llena de felicidad y estará más cerca de llegar al cielo. Cada uno de los mandamientos expresa la voluntad de Dios, es decir, lo que Dios quiere de nosotros, pero la expresa en forma de Ley. Cumplir los mandamientos es hacer la voluntad de Dios.
1. NATURALEZA DE LOS MANDAMIENTOS “ Un joven fue a ver a Jesús, y le preguntó: —Maestro, ¿qué cosa buena debo hacer para tener vida eterna? Jesús le contestó: —¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Bueno solamente hay uno. Pero si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos” (Mt 19, 16-17). Los mandamientos son necesarios para seguir a Jesús y para “entrar a la vida eterna”. Quien no cumpla con los mandamientos no solo incurre en pecado, sino que se alejará de la posibilidad del camino al cielo.
1. NATURALEZA DE LOS MANDAMIENTOS “Uno, que era maestro de la ley, para tenderle una trampa a Jesús, le preguntó: —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? Jesús le dijo: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Éste es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a éste; dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas” (Mt 22,35-40). La esencia de los mandamientos es el amor a Dios y el amor al prójimo. Sin el amor, los mandamientos terminarían siendo puras obligaciones. Por eso, aun cuando su nombre sean “mandamientos”, no debemos entender estas ayudas como obligaciones o prohibiciones, sino como expresión de nuestro amor a Dios y como medios para vivir mejor.
1. NATURALEZA DE LOS MANDAMIENTOS “Los diez mandamientos pertenecen a la revelación de Dios. Nos enseñan al mismo tiempo la verdadera humanidad del hombre. Ponen de relieve los deberes esenciales y, por tanto indirectamente, los derechos fundamentales, inherentes a la naturaleza de la persona humana. El Decálogo contiene una expresión privilegiada de la ley natural” (CEC 2070). Dios fue quien reveló los mandamientos, pero también éstos pertenecen a la Ley natural: las personas los pueden conocer por la razón y por la voz de su conciencia. Se refieren a lo más propio de la naturaleza humana (el derecho a la vida, a la libertad, a la dignidad), por lo tanto, vivirlos hace que el hombre sea más pleno.
2. EXPLICACIÓN DE LOS MANDAMIENTOS Amarás a Dios sobre todas las cosas. El primer mandamiento llama al ser humano para que crea en Dios y lo ame incondicionalmente. El hombre es, de por sí, trascendente y siempre se inclina por lo misterioso. Por eso, el hombre siempre debe orientar su vida hacia Dios, solo a él adorar y reconocer que nuestra vida está en sus manos. Por tanto, todo aquello que le quite a Dios el primer lugar en nuestra vida o desvíe nuestra confianza en él, son desviaciones de este mandato de adorar y creer solo en Dios: idolatría en todo el sentido de la palabra. También el ateísmo, en cuanto niega o rechaza la existencia de Dios, es un pecado contra el primer mandamiento.
2. EXPLICACIÓN DE LOS MANDAMIENTOS 2. No tomar el nombre de Dios en vano. Este mandamiento prescribe respetar el nombre del Señor, porque “su nombre es santo”. Por este mandamiento se prohíbe todo uso inconveniente del nombre de Dios. La blasfemia, precisamente, consiste en usar de una manera injuriosa el nombre de Dios, de Jesucristo, de la Virgen y de los santos. El juramento en falso invoca a Dios para hacerlo testigo de una mentira, y eso es una falta grave, porque sabemos que Dios es fiel a todas sus promesas.
2. EXPLICACIÓN DE LOS MANDAMIENTOS 3. Santificar las fiestas. Este mandamiento ordena que el domingo ha de observarse en toda la Iglesia como día de precepto. El domingo es “el día del Señor”, porque en él recordamos el día de la resurrección. Es un día, pues, para dedicarlo a Dios. En el domingo y en los otros días de precepto, los fieles tienen la obligación de participar en la misa. Además, en estos días los fieles se abstendrán de aquellos trabajos y actividades que impidan dar culto a Dios. Es también un día propicio para reposar y cultivar la vida familiar.
2. EXPLICACIÓN DE LOS MANDAMIENTOS 4. Honra a tu padre y a tu madre. La familia es un realidad importante para que se realicen los planes de Dios: en ella se forman los futuros cristianos que deben construir el Reino de Dios. Esta familia se basa en el amor, por lo tanto, cualquier atentado contra el amor familiar es un pecado contra este mandamiento. Así como los papás deben respetar a los hijos, los hijos le deben respeto a sus padres. Este respeto puede tomar muchas formas: amor afectivo, asistencia económica, acompañamiento, paciencia, etc. Faltar a estas obligaciones es faltar a Dios.
2. EXPLICACIÓN DE LOS MANDAMIENTOS 5. No matar. Toda vida humana, desde el momento de su concepción hasta su muerte natural, es sagrada, pues la persona humana ha sido amada por sí misma a imagen y semejanza del Dios vivo y santo. Por esta razón, causar la muerte a un ser humano es gravemente contrario a la dignidad de la persona y a la santidad de Dios. Atentan gravemente contra este mandamiento todas aquellas acciones que causen la muerte: asesinato, suicidio, aborto, eutanasia, y otras. El atentado contra la vida no solo significa acabar con la vida. También se atenta contra este mandamiento todo tipo de lesión física.
2. EXPLICACIÓN DE LOS MANDAMIENTOS 6. No cometerás actos impuros. El amor es la vocación fundamental e innata de todo ser humano. Este amor se expresa también desde la sexualidad de cada persona. El reconocimiento y la vivencia de manera coherente y ordenada de esta identidad sexual se le llama castidad. Teniendo como modelo a Cristo, todo bautizado está llamado a llevar una vida casta según su propio estado de vida. Los pecados gravemente contrarios a este mandamiento son aquellos que atentan a la castidad: la masturbación, la fornicación, las actividades pornográficas y las prácticas homosexuales.
2. EXPLICACIÓN DE LOS MANDAMIENTOS 7. No robarás. Este mandamiento prescribe la práctica de la justicia y de la caridad en el uso de los bienes materiales y de los frutos del trabajo de los hombres. Los bienes de la creación han sido creados para todos por igual, y es un atentado adueñarse de ellos de manera egoísta. También se prohíbe el robo, que es la usurpación de un bien ajeno contra la voluntad de su dueño. Tomar y usar un bien ajeno contra la voluntad de su legítimo dueño, atenta contra este mandamiento.
2. EXPLICACIÓN DE LOS MANDAMIENTOS 8. No dirás falsos testimonios ni mentiras. La veracidad es la virtud de mostrarse verdadero en cada uno de los actos y palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía. Lo contrario es la mentira, que consiste en decir algo falso con intención de engañar al prójimo que tiene derecho a la verdad. Este mandamiento exige estar siempre del lado de la verdad y despreciar todo tipo de engaño: no avergonzarse de ser cristiano, no atentar contra el honor de las personas, evitar las calumnias, no informar con la mentira, etc.
2. EXPLICACIÓN DE LOS MANDAMIENTOS 9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros. Los mandamientos no solo nos mandan a cumplir o no actos concretos. Los mandamientos van más allá, invitan a una purificación del corazón humano con el mismo espíritu de Jesús, que en una ocasión dijo: “Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón” (Mt 5,28). El noveno mandamiento es un aviso contra el desorden de corazón y es una llamada a la práctica de la templanza. Todo pecado se inicia con un pensamiento de hacer el mal. Este mandamiento nos previene de ese mal pensamiento para evitar luego el pecado.
2. EXPLICACIÓN DE LOS MANDAMIENTOS 10. No codiciarás los bienes ajenos. Uno de los pecados más grandes de la sociedad actual materialista es la codicia, junto con la ambición. Estos pecados están llevando a la destrucción de la dimensión espiritual del ser humano. Este mandamiento prohíbe el deseo desordenado, nacido de la pasión inmoderada por las riquezas y el poder. Más bien, se insiste mucho en el desprendimiento de las riquezas como camino para entrar en el Reino de los cielos. La caridad es la mejor expresión del amor cristiano.
3. TAREA Los Mandamientos no solo hay que saberlos; sobre todo hay que vivirlos. Escribe una acción que vaya a favor y otra que vaya en contra de cada mandamiento. A favor En contra 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10