TEMA PARA TRABAJAR VIDA SALUDABLE 2º.pdf

Alimentación consciente variada en frescura, evitando excesos e hidratándonos, complementar con actividad física

1. 7 de cada 10
adultos en México
tiene sobrepeso”.
https://
www.youtube.com/
watch?
v=kvxO3kuI3FM

16. La tecnología puede contribuir a la mala alimentación en niños y
adolescentes de diversas maneras. Algunos de los factores principales
incluyen:
1.Publicidad de alimentos ultraprocesados: A través de plataformas
digitales, los niños y adolescentes están expuestos constantemente a
anuncios de productos alimenticios poco saludables, como snacks,
refrescos y comida rápida. Estas publicidades, a menudo, están
diseñadas para ser atractivas y persuasivas, lo que aumenta el deseo de
consumir estos productos.
2.Sedentarismo asociado al uso de dispositivos: El tiempo prolongado
frente a pantallas (televisión, videojuegos, redes sociales, etc.) fomenta
el sedentarismo. Cuando los jóvenes pasan mucho tiempo inactivos,
tienden a consumir más alimentos poco saludables, como snacks y
bebidas azucaradas, mientras están frente a las pantallas.

17. 1.Acceso fácil a comida rápida a través de aplicaciones:
Con el auge de las aplicaciones de entrega a domicilio,
como Uber Eats o Glovo, los adolescentes tienen acceso
rápido y cómodo a comida rápida y poco saludable. Esto
facilita el consumo de estos alimentos sin necesidad de
preparar algo más nutritivo en casa.
2.Desinformación en redes sociales: Las plataformas de
redes sociales pueden ser un espacio donde los jóvenes
encuentran consejos alimentarios que no siempre están
basados en evidencia científica. Además, algunas
influencias digitales pueden promover dietas poco
saludables o tendencias alimentarias sin el respaldo
adecuado.

18. 1.Comodidad y rapidez: La tecnología también ha
impulsado la creación de dispositivos y servicios que
permiten preparar alimentos rápidamente, lo que puede
fomentar la opción de elegir comidas rápidas y poco
equilibradas, en lugar de preparar opciones más
saludables.
2.Influencias sociales: Las redes sociales pueden crear
presiones sociales sobre las imágenes corporales y las
preferencias alimenticias. Los adolescentes, al seguir a
figuras populares que promueven ciertos estilos de vida
o dietas, pueden sentirse tentados a imitar estos hábitos,
que no siempre son saludables.