TEMARIO 2025-26 DE HISTORIA DE ESPAÑA-TEMAS (4).docx

martarodriguezjareno 8 views 8 slides Oct 31, 2025
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4. EL RÉGIMEN LIBERAL Y LA HEGEMONÍA MODERADA (1843-1868).
4.1- Identificar las bases ideológicas (liberalismo doctrinario), económicas y los apoyos sociales del
moderantismo y analizar las características de la Constitución de 1845 y las medidas y reformas para
institucionalizar un modelo de estado centralista, uniforme y jerárquico.
A- Bases ideológicas (liberalismo doctrinario), económicas y los apoyos sociales del moderantismo:
Ideario del liberalismo doctrinario o moderado:
Orden y autoridad: fortalecimiento del poder del rey y restricción de libertades.
Rechazo de las reformas que pusieran en cuestión sus propiedades, veían el exceso de libertad como un
peligro al poder ser utilizada por las clases populares. No obstante, tras las desamortizaciones realizadas
por los progresistas, no trataron de devolver sus propiedades al clero.
Sufragio censitario más restringido.
Designación de los ayuntamientos por el gobierno central.
Supresión de la Milicia Nacional.
Este programa se concretó en la Constitución de 1845, Ley de Ayuntamientos de 1845 (alcaldes electos
por el gobierno central) y Ley Electoral de 1846, muy censitaria.
Su apoyo social residía en las clases altas del país: terratenientes, grandes industriales, burguesía financiera y
comercial.
Este liberalismo, dominante en todo el siglo XIX, triunfa tras la caída de Espartero. Es el más conservador, el
más antidemocrático, que frena toda reforma (se considera que los cambios que eran necesarios ya estaban
hechos, y se tiene pánico de la revolución) y valora la estabilidad política y el orden por encima de la libertad;
dominio de la oligarquía, sobre todo la burguesía terrateniente fruto de la fusión de la vieja nobleza y de los
nuevos propietarios burgueses nacidos de la desamortización; falseamiento electoral(corrupción) y centralismo
en la administración del territorio son otras características.
B-Ramón Mª Narváez y la estabilidad política: la Constitución de 1845
Isabel II mostró desde un principio su preferencia por los moderados, dejando fuera del juego político al
partido progresista. Se abría  un largo período de predominio moderado. Los progresistas optaron. o por el
retraimiento, negándose a participar en unas consultas electorales claramente amañadas, o por la preparación
de pronunciamientos apoyados por insurrecciones populares.

Narváez:
Iniciada la llamada Década Moderada (1844/54), se formó un gabinete presidido por el General Ramón Mª de
Narváez, la gran figura de los moderados. En esta etapa se va a construir una estructura de estado liberal en
España duradera, al servicio de determinados grupos sociales y bajo los principios del centralismo y la
uniformización. Estas fueron las principales medidas que se adoptaron durante la siguiente década:
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Creación en 1844 de la Guardia Civil, fuerza armada ”profesional”al servicio del gobierno-encargada
de aplicar la ley y orden esencialmente en el medio rural. Como medida complementaria se suprimió la
Milicia Nacional,.
Ley de Ayuntamientos de 1845, que refuerza el centralismo: el gobierno nombra a los alcaldes. Se
crea el cargo de gobernador civil, provincial; y el gobierno y éste nombran a los alcaldes(no habrá
autonomía local)
Reforma del sistema fiscal de 1845, elaborada por Alejandro Mon. Se estableció un nuevo sistema
fiscal más racional, eficaz y moderno, que puso fin al enrevesado sistema impositivo del Antiguo
Régimen. Habrá Presupuesto estatal anual. Pero se potencian los impuestos indirectos(los “consumos”),
que pagan todos por igual y perjudica a los más pobres. Seguirán los problemas de déficit del Estado,
buscando recursos con sucesivas emisiones de Deuda Pública.
Racionalización legislativa propia del liberalismo: Código Penal de 1851, y proyecto de Código Civil.
Reflejo del centralismo uniformizador es también la adopción exclusiva de las competencias educativas
por el Estado central.
Ley Electoral de 1846 que configura un verdadero régimen oligárquico. Se estableció un sufragio muy
restringido (exige contribución de al menos 400.000 reales)  que limitó el cuerpo electoral a 97.000
varones mayores de más de 25 años, lo que suponía el 0.8% del total de la población.
Concordato de 1851. Acuerdo con la Santa Sede por el que el Papa reconoció a Isabel II como reina y
aceptó la pérdida de los bienes eclesiásticos ya desamortizados. A cambio el Estado subvenciona a la
Iglesia(“dotación del culto y clero”) y la entrega el control de la enseñanza y a encargarla labores de
censura.
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La Constitución de 1845: modifica la del 37, con elementos que la hacen muy conservadora
-Ideas básicas de la Constitución:
*Soberanía compartida entre las Cortes y el rey—gran poder de éste.
*Derechos muy limitados (se mantienen los de la Constitución de 1837, pero las leyes posteriores que los
desarrollan serán muy restrictivas con las libertades): sufragio muy censitario (1% de la población), no
hay libertad de imprenta ni religiosa (Catolicismo, oficialEstado Confesional)
*Separación de poderes, limitada (mucho poder legislativo del rey); Legislativo bicameral (con un Senado de
aristócratas, no electivo sino nombrado por la Corona entre personalidades relevantes)
La oposición al moderantismo
La vida política en la década moderada no se centra en las Cortes. Ante los poderes otorgados a la Corona
para quitar y poner al gobierno, la importancia del Legislativo fue irrelevante. La lucha política se centra en la
Corte, con la organización de grupos de presión (“camarillas”) que buscan controlar la voluntad de la reina.
Destacan la camarilla de la reina madre y la del rey consorte (Francisco de Asís); ambas buscan una vuelta a un
absolutismo en lo posible, por lo que muestran preferencias por los más conservadores entre los moderados,
desplazando incluso a Narváez (1851). La constitución permite suspender las Cortes si no se pliegan al gobierno;
este, cada vez más, gobierna por decreto, lo que aleja al régimen de los principios liberales. Esto provoca que,
entre los moderados, surja un grupo, los “puritanos”, partidarios de ser respetuosos con las leyes y las Cortes.
La oposición, además del carlismo, va a configurarse, de derecha a izquierda, en “Puritanos”, Progresistas y
Demócratas (surgidos del progresismo en 1849 –partidarios del sufragio universal)
Desde 1851, los gobiernos ultraconservadores de Bravo Murillo y del conde de San Luis intentaban
reformar la Constitución para fortalecer más aún al poder ejecutivo y los poderes de la reina, frente al
Parlamento, frecuentemente suspendido. La censura de prensa se incrementa. El desprestigio de la reina
aumenta, por dejar que su escandalosa vida privada (desde su desgraciado matrimonio de 1847) incida en las
decisiones de gobierno, y por el escandaloso enriquecimiento de la familia de la reina-madre. La grave crisis de
la Hacienda disgusta a la burguesía y la crisis acerca al pueblo al hambre. Todo incrementa el número de
descontentos (se incluye a la mayoría de los moderados) y llevará finalmente a la revolución, que si no destrona
a la dinastía es por la oposición de Francia e Inglaterra, y por el temor de moderados y progresistas al cambio
socio-político que pudiera suponer una república
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4.2- Analizar las medidas reformistas y la legislación económica del Bienio Progresista (1854-1856), así
como las causas de la conflictividad social y la crisis económica que tuvo lugar durante este periodo.
A-BIENIO PROGRESISTA (1854-1856)
La revolución de 1854:
Se produce un pronunciamiento de moderados izquierdistas (puritanos), protagonizado por las tropas del
general O’Donnell (la Vicalvarada). A esta acción de los militares, que queda indecisa, la sigue el Manifiesto de
Manzanares, documento acordado entre puritanos y progresistas con el fin de conseguir además el apoyo de los
demócratas, lo que arrastró a rebeliones más populares, formándose juntas revolucionarias en las ciudades en
apoyo de los “pronunciados”. Los motivos de la revolución se encuentran en la etapa anterior: descontento con
la reina, descontento con el autoritarismo de los moderados. Comienza como un pronunciamiento militar de los
“puritanos”(en Vicálvaro), para luego sumarse una revolución progresista y sobre todo de las clases populares
urbanas, alentadas por los demócratas.
La reina llama finalmente a gobernar a Espartero (progresistas) al que apoyan los antiguos puritanos
(O`Donnell): se margina así a los demócratas y a las juntas populares, que han participado activamente en la
revolución. La reina-madre es procesada, a la vez que abandona España, pero Isabel II salva el trono.
El gobierno de Espartero: las reformas progresistas
En realidad, su gobierno significó la contención de las reivindicaciones más democráticas y populares de la
revolución de 1854. Se restauraron las leyes e instituciones progresistas: libertad de imprenta, milicia nacional,
ley electoral y de Ayuntamientos progresista...
Se reúnen Cortes que inician un proyecto de Constitución, llamada nonata (no nacida) de 1856, que no
llegó a promulgarse; similar a la de 1837, progresista.
Se dicta la Desamortización general (1855) de Pascual Madoz -ministro de Hacienda: afectó a lo que
quedaba de las tierras de la Iglesia, y a las tierras estatales y municipales; de nuevo, sistema de subasta, para
favorecer a la burguesía. Supuso la liquidación definitiva de la propiedad amortizada en España.
Sus resultados tampoco fueron muy positivos:
Arruinó a los ayuntamientos, que, entre otras cosas, estaban al cargo de la instrucción pública
No solucionó el sempiterno problema de la deuda pública.
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Perjudicó a los vecinos más pobres que se vieron privados del aprovechamiento libre de las tierras
comunales.
Se impulsó una legislación económica: la ley de Concesiones Ferroviarias (1855), o la Ley Bancaria, para
crear un mercado nacional; van a permitir un gran impulso a la construcción de la red ferroviaria, y se va a abrir
definitivamente el campo del desarrollo de la banca privada en España.
El gobierno de Espartero: los conflictos sociales y económicos
El Bienio se vio marcado por la crisis financiera. Y la desamortización incrementó las tensiones sociales en el
ya empobrecido campo español.
La débil industrialización española explica la debilidad del movimiento obrero hasta el Sexenio Democrático,
muy centrado además en Cataluña.
No obstante, ya en los años 30 habían nacido algunas asociaciones, como las “sociedades de auxilio mutuo”;
se produjeron protestas de carácter ludita, duramente reprimidas.
Las huelgas se multiplican en el Bienio. Las precarias condiciones laborales y salariales, el trabajo infantil, la
resistencia a la mecanización, y la represión contra el mundo obrero llevan a la huelga general de julio de 1855;
junto a diversos motines de subsistencia entre el pueblo debidas a la carestía, facilitan la caída de Espartero.
Pero sobre todo, la división en los progresistas (unos se acercan a la unión liberal, otros a los demócratas) y la
posición de Espartero, cada vez más “moderado” frenando la revolución, van a facilitar el acceso al poder de O
´Donnell.
O'Donnell había creado la Unión Liberal, un partido de “centro” entre moderados y progresistas. Forzando la
dimisión de Espartero, la reina nombra a O’Donnell jefe de gobierno, que acaba con la resistencia de la Milicia
Nacional (julio de 1856), dominada por los demócratas, y disuelve las Cortes de mayoría progresista. El claro
apoyo de la Francia de Napoleón III a O’Donnell fue también decisivo; quien se levantó en Vicálvaro para
derrocar a la reina es ahora su firme defensor.
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4.3- - Describir la progresiva articulación del sistema de partidos: progresistas, moderados, unionistas,
demócratas y republicanos.
Los partidos:
Fuera del “sistema” queda el carlismo, que protagonizo en 1848 la 2ª guerra carlista en Cataluña (“guerra dels
matiners”), muy breve. Aunque se estima que en unas elecciones libres, el carlismo tendría la mitad de los votos,
sería el partido más votado.
Ya hemos hablado de los liberales moderados y su ideario
Los “puritanos” son el ala izquierda de los moderados, y se escandalizan ante el autoritarismo de Narváez
(y más aún de sus sucesores) y la corrupción. Buscan ser más respetuosos con las leyes, aunque sean las
leyes “moderadas”. Muchos de ellos seguirán con O’Donnell en el partido unionista o Unión Liberal.
Los progresistas son el núcleo básico de la oposición; de ellos, surgió (1849) un grupo a su izquierda, los
Demócratas (que defienden el liberalismo democrático, partidario de más libertades y del sufragio universal, y
la mayor intervención del Estado en la sociedad), con gran influencia en las clases bajas urbanas. Años después,
ya en el Sexenio, surgirá de ellos el grupo de los Republicanos, quienes pensarán que una democracia es
incompatible con la Monarquía como forma de estado.

4.4- Sintetizar las etapas de gobierno dentro del moderantismo y sus medidas en política interior y
exterior, así como los factores que desencadenaron la crisis final del reinado de Isabel II.
A-El gobierno de la Unión Liberal:
O’Donnell inicia su gobierno “centrista”; repone la Constitución del 45. Sin embargo, los deseos de la reina,
una vez salvado el trono, siguen siendo de preferencia por los más moderados. La excusa será el deseo de
O’Donnell de continuar la desamortización; ante la oposición de la reina debe dimitir (octubre). Esto trajo la
vuelta de Narváez y los moderados al poder.
Hasta 1868, los factores más destacados que inciden en el juego político son:
Las divisiones en el partido moderado, con diversas tendencias políticas y luchas personalistas por el
poder.
La preferencia de la reina por las soluciones más moderadas, aunque a veces la prudencia la empuje a
llamar a los unionistas (O´Donnell) a gobernar.
La propia personalidad de la reina y su tendencia a estar por encima de la ley y de la constitución,
gobernando a capricho y, en el fondo, dominada por su camarilla religiosa y familiar, de tendencia
ultracatólica y absolutista
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Cansada de Narváez, y ante el temor al carlismo que gana adeptos entre los ultraconservadores, la reina se
apoya en los “vicalvaristas”, los unionistas de O’Donnell.
Por ello vuelve, pues, O´Donnell , y se desarrolla una época de largo gobierno de las Unión Liberal (1858-
1863) estuvo marcada por la euforia económica ("boom" de los ferrocarriles) seguida de la inevitable
corrupción; y por el intervencionismo exterior:
La Guerra de África, contra Marruecos (1859-1860), exitoso pero de poco fruto, dio mucho prestigio a
O’Donnel y al general Prim,
Intento fallido de recuperar Santo Domingo, expedición a México, guerra contra Perú y Chile... Incluso
participamos en apoyo de Francia en la Cochinchina (Indochina).
Son campañas “de prestigio”, para ganar popularidad entre los españoles.
Sin embargo, O’Donnell va a evolucionar hacia el autoritarismo, la moderación y la adhesión sin condiciones a
la reina, para disgusto de los “izquierdistas” de la Unión. Ante la debilidad final de O’Donnell, la reina lo destituye
(1863). Parecía que la reina iba a llamar a Prim, líder de los progresistas moderados; pero no será así y el
progresismo se siente burlado. Desde entonces va a seguir una política de “retraimiento” electoral (no
participar), que le llevará a posturas revolucionarias, concordando con demócratas y republicanos
B-La alternancia entre moderados y unionistas y el definitivo desprestigio de la reina:
Factores de la crisis del final del reinado:
Vamos a a desarrollar después la crisis política, la inestabilidad de los gobiernos desde 1863, y la creciente
pérdida de apoyos de la Corona. A ella se suma algo fundamental: la crisis económica (industrial y financiera)
se suma a la patente crisis del mundo rural profundizada por las Desamortizaciones. Todo propicia una
predisposición social a la revolución, que van a aprovechar los agentes políticos contrarios al régimen. Más
aún con la gran impopularidad personal de Isabel II.
Narváez:
La reina llama a gobernar, de nuevo, a Narváez (1863); se inicia un periodo de inestabilidad política(los
moderados siguen muy fraccionados) agravado además por la crisis económica y hacendística. La revuelta
universitaria de la Noche de San Daniel, en defensa de la libertad de cátedra y del catedrático Castelar, cesado
por el gobierno, es violentamente reprimida, pero las críticas hacen caer a Narváez.
O’Donnell:
En 1865, vuelve al gobierno, para que frene los levantamientos progresistas. Pero los progresistas ya no se fían
de O’Donnell
Se suceden insurrecciones (sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil, de junio de 1866) que
llevan a una dura represión. O’Donnell es despedido y se marcha a Francia. La Unión Liberal inicia así su giro
antidinástico.
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Narváez:
La reina vuelve a confiar en Narváez(1866). Progresistas, demócratas y republicanos firman el Pacto de
Ostende (Bélgica)-agosto de 1866- para de derrocar a la reina. Suspendidas las Cortes y las libertades, la
protesta de los diputados unionistas(diciembre del 66) lleva a su represión y exilio. La crisis financiera se
acompaña de crisis industrial y agraria. Y cuando muere O’Donnell (1867), los generales unionistas,
encabezados por Serrano, se unen a la conspiración de Ostende.
Para todos, el problema es Isabel II (cada vez más desprestigiada por su vida privada y por escándalos
económicos) y su entorno, la camarilla ultracatólica (sor Patrocinio, el padre Claret) y absolutista, que la empuja
al capricho y a resistirse a ser una reina constitucional. El desprecio a la reina es casi general.
En abril de 1868 muere Narváez. Le sucede González Bravo, con respaldo de los ultracatólicos. Al gobierno
solo le queda resistir y utilizar la represión.
Finalmente la sublevación estalló en septiembre de 1868. Iniciada por el unionista almirante Topete en Cádiz,
al pronunciamiento militar (Manifiesto “España con Honra”) se le unieron rápidamente sublevaciones
populares en diversas zonas del país. Isabel II huyó a Francia. La llamada "Revolución Gloriosa" había
triunfado con gran facilidad en el país.
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