Temas ilustrados 3 y 4. Marta S.docxxxxxx

martaseco32 8 views 11 slides Oct 18, 2025
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TEMA 3-EL SIGLO XVII: LA CRISIS DE LA MONARQUÍA DE LOS AUSTRIAS
A-Introducción:
El siglo XVII supone la pérdida progresiva de la hegemonía político-militar de la
monarquía hispánica en Europa. El declive, cuyas bases se asientan en el siglo anterior,
coincide con la decadencia económica de Castilla y con la crisis socio-política en el
conjunto peninsular. Faltaron las transformaciones socio-económicas necesarias y la
renovación de la política agresiva con Felipe IV llevará a la definitiva derrota militar y ruina
económica y financiera.
Los reyes de esta dinastía en el siglo XVII van a ser Felipe III (1598-1621),
Felipe IV (1621-1665)
y Carlos II(1665-1700)
conocidos como los Austrias Menores.
B-DECADENCIA ECONÓMICA Y CRISIS SOCIAL
Los Austrias menores se caracterizaron en lo personal por su carácter débil y abúlico. Esto
propicia la aparición de la figura de los validos, personajes que se convierten en principio en
apoyos personales de los reyes y que terminan por acaparar todo el poder para usarlo en su
propio beneficio y en el de sus protegidos. Pero la decadencia de la
monarquía hispánica ya se venía forjando desde el siglo anterior y
se habría necesitado algo más que reyes o validos hábiles en el
gobierno. Las causas de la decadencia son muy variadas,
empezando por el descenso demográfico. En efecto, Castilla, con
ocho millones de habitantes a principios del siglo XVI, vio reducida su
población a unos siete millones a mediados del siglo XVII. Los
motivos de este descenso son, a su vez, bastantes variados: la
migración hacia América, las continuas guerras del siglo XVI, la
expulsión de los moriscos o la enorme cantidad de personas que
ingresaban en los conventos.
Las epidemias y malas cosechas, junto a la grave recesión
económica (general en Europa pero más aguda en España),
provocan un empeoramiento de la ya débil agricultura española, bloqueada en su renovación
técnica por el régimen señorial dominante, donde además los campesinos sufren un aumento de
las cargas e impuestos. También la ganadería se ve afectada, y la lana castellana empieza a
tener problemas de competitividad y calidad para su exportación. Igualmente, se redujo la
actividad artesanal: la textil, ante la caída de la demanda y la competencia de los productos
extranjeros. La quiebra financiera de la monarquía provoca al fin una reducción de gastos e
inversiones que paralizan la metalurgia y la construcción naval. Desciende también la llegada de
plata americana, y sobre todo aumenta de modo brutal el fraude y el contrabando. Esto va a
ayudar a la bancarrota de las finanzas estatales. Esta bancarrota fue potenciada por la
corrupción, el despilfarro y la inoperancia de la Administración de Hacienda, que llegó en
ocasiones a gastar en la propia recaudación más que el dinero recaudado. A ello hay que unir la
venta de los territorios de realengo a la nobleza

para obtener ingresos extraordinarios pero con el
efecto de reducir los ingresos ordinarios procedentes de esas tierras. Si a ello unimos que otra
de las soluciones para obtener recursos era la venta de cargos en los municipios y en las Cortes,

con la consecuencia de que esos cargos eran ejercidos con una mentalidad depredadora por sus
propietarios, se completa el cuadro de inoperancia y bloqueo de toda la Administración del
Estado.
La Administración no sabe y no quiere tomar las medidas que pudieran
modernizar la economía o resolver problemas financieros, sociales y económicos,
pues solo le interesaba la recaudación a corto plazo, y sin lesionar los intereses de
los poderosos. Las subidas de impuestos no hacen más que agotar al
contribuyente. Las bancarrotas sucesivas (suspensión de pagos por el Estado) llevan a los
banqueros europeos a dejar de prestar dinero a la Corona. El recurso final va a ser la emisión
descontrolada de moneda de baja calidad (el vellón de cobre), que nadie valora y
que ocasiona una elevada inflación que vuelve a agravar las dificultades de la
población y del Estado.
Las bancarrotas financieras del Estado y su completo endeudamiento
llevarán al colapso financiero y económico cuyo punto más duro se alcanza hacia
1685. Determinados economistas como Martín de Azpilicueta o Tomás de Mercado
(los arbitristas), intentaban dar con las claves para evitar esa decadencia, reduciendo gastos y
aplicando políticas mercantilistas de desarrollo de la economía nacional y control del flujo de
metales preciosos en su beneficio. Influyeron en el ambiente en época de Olivares, pero la
dinámica de guerras se reanudó e hizo inútil todo esfuerzo
La sociedad del siglo XVII se corresponde con una sociedad en graves dificultades. Una
sociedad muy polarizada, con
un grupo muy reducido (la alta
aristocracia y los altos cargos
públicos) que disponen de los
recursos y mantienen una vida
ociosa, y una inmensa mayoría
de población empobrecida
(campesinos, artesanos,
pordioseros…). Pocos viven
decorosamente de su trabajo.
Por ello, el modelo social al que
todos aspiran es el de vivir de
las rentas, como los nobles, sin
trabajar. El trabajo manual no
tiene prestigio social, y se
genera una sociedad de nobles,
hidalgos y pícaros, con un
sentimiento del honor
exagerado hasta el ridículo. Se
minusvaloran los trabajos productivos (campesinos, artesanos, comerciantes). Esta
mentalidad social es otro factor de la decadencia española del siglo.
Esta situación configura la España del Barroco, tan brillante en las artes que se ha dado
en llamar el “Siglo de Oro” español: la literatura (Cervantes, Lope, Quevedo, Calderón)

y las artes (sobre todo en escultura y
pintura-el Greco, Velázquez, Ribera,
Zurbarán, Murillo…), son, no obstante su
brillantez, fiel reflejo de la decadencia
social, económica y política española.
En Castilla-La Mancha, la decadencia fue igual o superior. Es parte de Castilla (donde la
crisis es más profunda) y se sitúa en el interior peninsular, donde la crisis se sufre más y no se
produce, desde 1685, la recuperación que sí nota la periferia española y que se incrementará en
el siglo XVIII.
Toledo pasa en el s.
XVII de 60.000
a 20.000
habitantes.
C-LA POLÍTICA EXTERIOR: PÉRDIDA DE LA
HEGEMONÍA
En el terreno militar, tras la época de
paz de Felipe III (paz con Inglaterra y Tregua de
los Doce Años(1609) con los Países Bajos),
Felipe IV y el conde-duque de Olivares se dejan
arrastrar por los Habsburgo austriacos y entran
en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648),
buscando una recuperación de la hegemonía
del siglo XVI. Desde los años 30, los españoles
son derrotados en tierra y mar por franceses
(batalla de Rocroi-1643) y holandeses. La Paz
de Westfalia (1648) significó la derrota de los
Habsburgo en Europa, que tuvieron que
aceptar la desintegración política del Imperio
Alemán y el principio de libertad religiosa de los príncipes protestantes. La continuación de la
guerra entre España y Francia termina en la paz de los Pirineos (1659) que supone el final de la
hegemonía española en Europa, que pasa a Francia.
Los años del reinado de Carlos II suponen los de las sucesivas agresiones de la Francia
de Luis XIV, que va recortando los territorios españoles en Flandes y Franco-Condado, los

cuales no generan más que problemas y gastos a la Corona española.
La previsible muerte de Carlos II, temprana y sin sucesión directa,
lleva a la monarquía a un punto de casi disolución (planes de reparto entre
las potencias)
D-EL DESARROLLO POLÍTICO INTERNO:
En cuanto al reinado de Felipe III (1598-1621), puso el gobierno en
manos de su valido, el duque de Lerma.
Un reinado pacífico pero que no significó la
recuperación económica, ante el derroche, la rapiña y la ineptitud del valido. El
acontecimiento que marcó el reinado fue la expulsión de los moriscos (1609).
Especialmente grave fue en Valencia, que quedo sin mano de obra campesina, a
pesar de la oposición de la nobleza propietaria. Sin embargo, tan desastrosa
decisión fue la más popular de las tomadas por el valido.
El reinado de Felipe IV (1621-1665), lo marca la figura de su valido, don Gaspar
de Guzmán, Conde-Duque de Olivares.
Este nos introduce en la ya iniciada Guerra de
los Treinta Años. Olivares diseñó un plan completo de
recuperación política, social y económica. El principal
empeño de Olivares será la política de uniformización
de todos los reinos peninsulares, en torno a las leyes
vigentes en Castilla, castellanizando los territorios y
haciendo que todos contribuyeran económica y
militarmente (Unión de Armas) por igual al
mantenimiento de la política imperial. Este empeño hirió
muchas sensibilidades. Provocó la sublevación de
Cataluña en 1640 y otras: Aragón, Nápoles, Andalucía
y sobre todo Portugal (1640). Cataluña volvió a la
obediencia a la Corona en 1652, pero España deberá
reconocer la independencia de Portugal en 1668.
Carlos II (1665-1700), rey con 4 años, es hombre
apocado y en el límite de la normalidad mental y física.
Se suceden las regencias (Mariana de Austria, su madre) y los validos (Nithard, Valenzuela).
Tras la paz de los Pirineos, con una España acosada por la política expansionista de la Francia
de XIV. Los validos sucesivos llevan a España a tocar fondo en su crisis general; la
recuperación se inicia desde 1685, y solo en la periferia peninsular. Su previsible muerte sin
sucesión había provocado planes de reparto entre las potencias europeas. Ante tal idea, Carlos
II tuvo un rasgo de decisión y designó al francés Felipe, duque de Anjou y nieto de Luis XIV,
como heredero de todas sus posesiones, tanto en Europa (España, Flandes, Italia) como en
América.
Al morir Carlos II
en 1700, su
testamento no
sería aceptado por
algunas potencias
europeas, con lo
que se inició la

Guerra de Sucesión Española. Con la muerte de Carlos II se extingue la dinastía Habsburgo en
su rama española.
E-AMÉRICA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII:
En este siglo, destaca la evolución
económica de las colonias, que diversifican su
economía progresivamente, haciéndola menos
dependiente de la metrópoli, que de todos modos
sufre tal crisis que no puede abastecer a América, y
menos aun con el rígido sistema de monopolio
centrado en Sevilla. Además, los americanos recurren
al contrabando y al comercio ilegal con otros países
pues logran
productos
más
baratos. La
minería
sufre
además
una crisis y
desde 1640 los envíos de plata descienden
inexorablemente.

La sociedad americana también
evoluciona. Por un lado, entre los blancos,
empieza a diferenciarse entre los
españoles de nacimiento (que suelen
acaparar cargos) y los criollos
(descendientes de españoles, pero ya
nacidos en América). También cambia la
consideración social de los mestizos, muy
abundantes: en el siglo XVI mantenían una
buena posición social, pero la afluencia
progresiva de mujeres blancas
terminará por degradar la unión de
españoles con no-blancos y la propia
posición social de los mestizos.
Con respecto a la población india, que tan drástica reducción sufrió durante el
siglo anterior (sobre todo en determinadas zonas), estabiliza su número. La crítica de los
misioneros por el trato a los indios va a generar alternativas a las formas “civiles” de
colonización. Hubo misioneros que pusieron en práctica una colonización
evangelizadora, en alguna medida al margen de la “hispanización”; los
mejores intentos fueron las “reducciones” de los jesuitas, en las selvas del
Paraguay.
TEMA 4-EL SIGLO XVIII: EL REFORMISMO BORBÓNICO Y LA ILUSTRACIÓN
A-Introducción:
El siglo XVIII se inicia en España con un cambio de dinastía, fruto de una larga Guerra
de Sucesión. Por ella, se asientan en la Corona española los Borbones,
de origen francés. A partir de ella, los Borbones van a
cambiar por completo la estructura multinacional de la
monarquía hispánica por una
estructura política centralizada,
avanzando así en el absolutismo.
También varía nuestra política
exterior, estableciéndose alianzas con Francia y
volcándonos progresivamente en la defensa del imperio colonial. Este
imperio también sufre cambios en su organización política. Pero los cambios
políticos, trascendentes, no se acompañan de grandes cambios económicos, sociales y culturales,
por más que el reformismo ilustrado se haga fuerte, sobre todo con Carlos III. Pero la Ilustración es
un fenómeno de minorías, y sus críticas no son revolucionarias.
Los Borbones en el siglo XVIII son Felipe V (1700-1746),
Luis I (1724),
Fernando VI (1746-1759),
Carlos III (1759-1788)

Carlos IV (1788-1808).

B- LA GUERRA DE SUCESIÓN Y LA POLÍTICA
EXTERIOR EN EL S. XVIII:
En 1700 murió sin descendencia Carlos II. Su
testamento favorecía a Felipe de Anjou, nieto del rey
francés Luis XIV de Borbón. Pero las potencias
europeas no lo aceptan y crean una gran alianza
encabezada por Inglaterra, Holanda y Austria, que apoya al
candidato austríaco el archiduque Carlos. Estalla la Guerra de
Sucesión Española (1701-1714).
Esta guerra, por un lado, fue un conflicto internacional
en el que Francia se jugaba la hegemonía sobre Europa. Pero
por otro lado fue una guerra civil, que enfrentó a Castilla, que
apoya a Felipe V, con la Corona de Aragón, que apoya al
archiduque deseando mantener la monarquía multinacional y
su autonomía, pues teme el centralismo y el absolutismo
francés. La guerra tuvo muchos vaivenes, En Europa se
decantó por los aliados. Pero en España, tras una fase de
triunfos del archiduque (entrada en Madrid, ocupación
británica de Gibraltar -1704- y de Menorca), se vuelve a favor de Felipe; tras la batalla de Almansa
(1707), controla Aragón y Valencia.
Pero el momento clave es 1711, cuando el archiduque Carlos accedió al trono imperial alemán.
Inglaterra ya no lo quiere como rey también en España. La paz se alcanzó en los tratados de Utrecht
(1713) y Rastadt (1714). Cataluña será sometida en 1714.

Se reconoce a Felipe V como rey de España y de las Indias. Pero se ceden los territorios en
Italia y Países Bajos, e Inglaterra se quedaba con Gibraltar y Menorca.
Las grandes líneas de la política exterior española en el siglo XVIII serán:
1-Recuperar territorios italianos y lograr reinos para los hijos
de Isabel de Farnesio, segunda esposa de Felipe V. Será una
costosa tarea, pero se lograrán los objetivos.
2-Recuperar Gibraltar y Menorca de manos británicas; Se
logra recuperar Menorca (1783 y, definitivamente, e 1802), pero se
fracasa reiteradamente ante Gibraltar.
3-Fortalecimiento del control de las Indias. Se postula un
progresivo enfrentamiento con Inglaterra en el Atlántico por su
amenaza a las posesiones españolas en las Indias.
Para los tres objetivos, se establece la alianza con Francia,
concretada en los Pactos de Familia sucesivos: el Primer Pacto de
Familia (1733), dio la corona de Nápoles al infante don Carlos
(futuro Carlos III). El Tercer Pacto de Familia (1761) supuso la
participación de la España de Carlos III en la guerra de los Siete
Años y en la guerra de Independencia de los Estados Unidos,
siempre contra Inglaterra. Esta última fue favorable, pero no se
recuperó Gibraltar.
C-POLÍTICA CENTRALIZADORA Y REFORMISMO
BORBÓNICO
Los Borbones
supondrán
importantes cambios
en la estructura del
Estado. Serán
introducidos
esencialmente con
Felipe V (1700-1746). Medidas
centralizadoras, con el
objetivo de hacer un estado
más eficaz y una monarquía
fuerte y unificada, siguiendo el
modelo francés. Se adoptaron novedades importantes:
Decretos de Nueva Planta (1707 Aragón y Valencia, 1715 Mallorca,
1716 Cataluña): Abolición de los fueros e instituciones propias de los reinos de la Corona de
Aragón. Los fueros de las provincias vascas y Navarra se mantuvieron ya que apoyaron a Felipe V
durante la Guerra de Sucesión. Los Decretos suponen la unificación jurídica e institucional, por la
vía de la “castellanización“ general de las instituciones.
Nuevo modelo de administración territorial: división del territorio
en provincias; sustitución de los Virreyes por los Capitanes
Generales como gobernadores políticos de las provincias y
presidentes de las Reales Audiencias, que se mantienen para las
Unidad
3
El Antiguo Régimen: los Borbones Imagen 3 HISTORIA DE ESPAÑA-2º BACHILLERATO
LA MONARQUÍA ESPAÑOLA DESPUÉS DEL TRATADO DE UTRECHT
NÁPOLESNÁPOLES
REINO DE REINO DE
ESPAÑAESPAÑA
REINO DE REINO DE
PORTUGALPORTUGAL
IRLANDAIRLANDA
REINO DE REINO DE
FRANCIAFRANCIA
ESCOCIAESCOCIA
REINO DE REINO DE
INGLATERRAINGLATERRA
NORUEGANORUEGA
GÉNOVAGÉNOVA
PRUSIAPRUSIA
IMPERIO IMPERIO
OTOMANO OTOMANO
DINAMARCADINAMARCA
ESTADOS ESTADOS
PONTIFICIOSPONTIFICIOS
REINO DE REINO DE
POLONIAPOLONIA
PROVINCIAS PROVINCIAS
UNIDASUNIDAS
SUIZASUIZA
IMPERIO IMPERIO
RUSORUSO
AUSTRIAAUSTRIA
SACRO SACRO
IMPERIOIMPERIO
SABOYASABOYA
VENECIAVENECIA
REINO DE REINO DE
SUECIASUECIA
BRANDEBURGOBRANDEBURGO
HUNGRÍAHUNGRÍA
MenorcaMenorca
CerdeñaCerdeña
SiciliaSiciliaGibraltarGibraltar
FLANDESFLANDES
LUXEMBURGOLUXEMBURGO
MILÁNMILÁN
Reino de España
Límites del Sacro Imperio
Territorios cedidos a Austria
Territorios cedidos a Inglaterra
Territorios cedidos a Saboya

cuestiones judiciales; y siguiendo el modelo francés, se creó
la figura de los Intendentes, funcionarios encargados de las
cuestiones económicas.
Quedan unas Cortes, las de Castilla; acogen representantes
de todos los territorios; tienen poder mínimo (jura del
heredero, aprobación dócil de leyes...) y apenas serán
convocadas.
Los Borbones también reformaron la administración central consolidando el establecimiento de
una plena monarquía absoluta. Se suprimieron todos los Consejos, exceptuando el Consejo de
Castilla que se convirtió en el gran órgano asesor del rey. También pervivió el Consejo de Indias.
Se crearon las Secretarías de Despacho (Estado, Guerra, Marina,
Hacienda, Justicia e Indias), antecedentes de los ministerios. En 1787
se establece la Junta Suprema de Estado, antecedente del Consejo de
Ministros.
Se intensifica la política regalista, que busca el control de la Iglesia
nacional, como una rama más de la Administración estatal, controlando
sus ingresos y nombramientos, en contra del Papa; la consecuencia
más espectacular será la expulsión de la Compañía de Jesús
(jesuítas) adoptada por Carlos III en 1767, que se negaba a “obedecer”
al Estado.
Se intenta reformar el sistema de Hacienda. Se trató de unificar y racionalizar el sistema de
impuestos y, para ello, se llevó a cabo el Catastro del Marqués de la Ensenada (ministro de
Fernando VI) en 1749 en la Corona de Castilla. Este Catastro es un censo de todas las propiedades
del reino. Se promocionaron igualmente las obras públicas (caminos, canales…) y la Marina, para
potenciar el comercio con América.
El reformismo ilustrado de Carlos III, punto culminante de la influencia ilustrada, a través de sus
ministros: Esquilache, Campomanes, Floridablanca, Cabarrus. La etapa de reformismo profundo de
Esquilache termina con el llamado motín de Esquilache (1766). El miedo a las revueltas moderará
las reformas. Abarcan reformas militares (servicio obligatorio-las quintas), sociales (legislación a
favor de dignificar los trabajos manuales) o económicas (repoblaciones en Sierra Morena,
liberalización del comercio con América, creación del Banco de San Carlos -1782-) y una política
proteccionista de fomento de las manufacturas nacionales que llevará a la creación de las Reales
fábricas, grandes talleres de escasa rentabilidad. Destacan, en Castilla la Mancha, las de Paños de
Guadalajara o Brihuega, las de seda y armas de Toledo o la Real Fábrica de Latón de Riópar
(Albacete)
El reformismo en América: como medidas políticas, destaca la reorganización de los
virreinatos, al dividir el del Perú en tres (Perú, Nueva Granada y Río de la Plata). Como medidas
económicas destaca la progresiva liberalización del
comercio con América hasta los decretos de Carlos IIII
(1778), que elevó mucho el tráfico. La Casa de
Contratación pasó a Cádiz (1717) y en 1790
desapareció. La sociedad americana evoluciona: crece
el descontento de los criollos ante los españoles, y
va madurando su independentismo del siguiente siglo.

El siglo XVIII es el del apogeo del tráfico de esclavos negros a América.
D-LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
Se inscribe en el marco de la Ilustración europea y
francesa (espíritu crítico, fe en la razón, en la ciencia y en la
educación, búsqueda del progreso y de la felicidad popular). Los
ilustrados españoles fueron una minoría y su tono crítico fue
moderado. Su afán reformista les llevó a chocar con la Iglesia y la
mayor parte de la aristocracia, y hasta con el pueblo.
Podemos distinguir varias etapas: en la primera mitad de
siglo se crearon las Academias, instrumento de difusión de las
luces, Se establecieron la Real Academia de la Lengua, Historia,
etc. Destacar las obras críticas de Feijóo.
La ilustración llega a su apogeo en el reinado de Carlos III,
representante español del Despotismo Ilustrado, y sus ministros ilustrados.
Fruto de ese interés por los asuntos económicos y sociales fue la mejora
sistema educativo potenciando la enseñanza técnica y las ciencias útiles, la
creación de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País,
preocupadas por la difusión de las ciencias y el desarrollo económico, y el
fomento de la prensa periódica de carácter científico o literario. Entre las
Sociedades Económicas, destacar en nuestra región las de Toledo y
Sigüenza, creadas en 1776, y la de Talavera.
E- LÍMITES DEL REFORMISMO: CONTINUIDAD DEL ANTIGUO RÉGIMEN
Las críticas a la sociedad estamental, a la Iglesia, a la
propiedad vinculada y amortizada, solo quedan en eso. Cuando se plantean reformas
profundas, que afectan a privilegios, la propia monarquía frena dichas reformas. Hacia
1800, se observa la continuidad del Antiguo Régimen en España:
Sistema político absolutista: todos los poderes los tiene el rey. El llamado
Despotismo Ilustrado solo supone una nueva legitimidad, al valorar al gobierno
absoluto como el más efectivo para lograr el progreso y la felicidad del pueblo.
 Sociedad
estamental,
sin movilidad
social, con una
diferenciación
social basada en los
privilegios
jurídicos y el

linaje, no tanto en la riqueza. Con grupos o estamentos privilegiados (nobleza y clero) y no
privilegiados (Tercer Estado o Pueblo Llano: burguesía, campesinos, artesanos, vagabundos...).
Tampoco cambia mucho la mentalidad y los valores sociales dominantes (desprecio de trabajos
manuales, etc)
Economía agraria y con numerosas restricciones: la agricultura sigue siendo la base. Las
trabas se centran en la propiedad de la tierra, mayoritariamente feudal, concentrada en señoríos
nobiliarios o eclesiásticos. El 70% de las tierras se hallan “amortizadas” (bienes de “manos
muertas”, “propiedades vinculadas” a una familia o institución): sus dueños (Iglesia, municipios o
los nobles-que por el “mayorazgo” dejan todo el señorío para el hijo mayor), no podían vender o
dividir esas tierras, aunque lo necesitaran. Así, pocas tierras se vendían, y por ello muy caras.
Trabas también en artesanía (persisten los gremios, que controlan los oficios y su producción) o
en comercio (con tasas y peajes dentro del país, que encarecen el tráfico).
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