Conducta progresiva que posee un momento propio, y que tiene un significado o
una intención para los que participan en el entorno”. Se diferencia de un acto, que
es instantáneo, molecular. El momento es un sistema de tensión (Lewin, 1935)
que permite la persistencia en el tiempo de la actividad y la resistencia a la
interrupción. Las actividades varían según el grado y la complejidad de los
objetivos que las motivan, en dos dimensiones que tienen un carácter
fenomenológico (se definen según las percibe quien actúa): perspectiva temporal y
meta estructurada. Otra variación de las actividades puede ser en función de en
qué medida invocan objetos, personas y hechos que no están presentes en
realidad en el entorno inmediato (ecología de la vida mental, cuya forma puede
coincidir con el ambiente ecológico, capacidad de crear mesosistemas mentales).
El desarrollo del niño se produce a medida que el campo de experiencias se
expande, incluyendo aspectos del ambiente ecológico más diferenciados, y a
medida que el niño no sólo participa en ese ambiente, sino que puede modificarlo
y aumentarlo (en estructura y en contenido). Las actividades molares que realizan
otras personas del mismo ambiente ecológico son la fuente principal de efectos
directos del ambiente inmediato sobre el desarrollo psicológico. ¿Qué resulta
importante en las actividades molares del niño? La complejidad de las actividades,
el campo de atención (capacidad del niño de aprender viendo lo que hacen los
demás y de hacerlo luego por sí mismo), presencia de actividades educativas y
musicales, juego fantástico y no fantástico, juegos de reglas, responsabilidades,
trabajo y actividades sociales.
El autor propone que se introduzca en las escuelas de EEUU un “currículo para
cuidar” (Bronfenbrenner, 1974b, 1874c, 1978b), en el que se pediría a los niños
que asumieran la responsabilidad de dedicar parte de su tiempo a cuidar de otras
personas, supervisados por personas de la comunidad con experiencia en cada
uno de los campos relacionados. El autor considera que los contextos ecológicos
en los que se desarrollan los niños mejoraría con la introducción de este tipo de
actividades molares, ya que crearía conexiones entre el hogar, la escuela y el
barrio (nivel de mesosistema), así como en las expectativas de roles para los
alumnos, junto con nuevos patrones de interacciones sociales. Concluye que:
“ninguna sociedad puede mantenerse durante mucho tiempo si sus miembros no
han adquirido las sensibilidades, las motivaciones y las habilidades necesarias
para ayudar y cuidar a otros seres humanos”.
Significación de las actividades molares para el desarrollo humano:
- Proposición B: El estatus de desarrollo del individuo se refleja en la variedad
sustancial y en la complejidad estructural de las actividades molares que inicia y
mantiene sin que los demás lo instiguen o dirijan.
- Hipótesis 1: El desarrollo de la persona depende de la variedad sustantiva y la
complejidad estructural de las actividades molares que realizan las personas que
forman parte del campo psicológico del individuo, ya sea haciéndole participar en