AB Principios
perpendicular al eje de rotación. El eje sobre el cual ocurre esto, se
denomina eje de rotación impropia o, más brevemente, eje impropio,
y se designa por el simbolo $, , donde de nuevo n, indica el orden, La
Operación de rotación impropia por 2 « /n se indica también con el
símbolo S,. Es evidente que si existen un eje C, y un plano perpen-
icular a él de modo independiente, existe también $, Sin embargo, es
más importante señalar que puede haber un S,, sin que existan sepa
Fadamente a jC, ni un pi erpendicular a ésto.
al vez esto sea más claro mediante un ejemplo. Considerem
cone ment a sie, Conran
ro no ciertamente un eje CG. Tampoco hay un plano de simetría per.
pendicular al eje Cs. Aun así, existe un S¿, como muestra el diagra.
ma. Note que Il y III son equivalentes entre sí, pero ninguno lo es
con Rosca, ni a ni Cgson por sí mismos operaciones de simetría. Pe
ro la combinación de ambos en cualquier orden, que nosotros llama
mos $, a operación de sime
amos So, e una operación de simetría, puesto que produce IV, equ
Posteriormente se verá que las ope ó
se verá que las operaciones de reflexión y rotación
en un plano perpendicular aleje de rotación, siempre dan los mismos
Le dos, independientemente del orden en el que se efectúen, De
este modo, la definición ¡ción impropia no necesi
da lefinicién de rotación impropia no necesita espec
'onsideremos una molécula tetraédrica regular, como otro ejem-
plo importante de la existencia de ejes y rotaciones impropias. Ya
amos indicado en la sección 3.5 que el tetracdro poses tres ejes Ca.
uno de ellos cz, simutínesmente, un eje din se aprecia.
el diagrama siguiente: E a
Simetría molecular y grupos de simetría 49
io} @
y pel
Wo 0
i
Por Jo general el elemento S da lugar, a una serie de operaciones,
50522523, = « Sin embargo debemos indicar algunas características
"portantes de estas operaciones. Existen diferencias entre las series
producidas por n par o impar, por lo que estos dos casos se tratarán
separadamente. Supongamos que el eje S, es colineal con el eje z de
un sistema de coordenadas, y que el plano al que se refiere la reflexión
de la operación $, es el xy.
Un eje impropio Sa, de orden par, da lugar a una serie de operacio-
nes Sn, Sa? Sn’... , S,"Demostremos primero que, (para n par), 3,°=E.
S, "significa que hemos realizado las operaciones C,, 0, Cp, 0,.. hasta
que, en total cada operación C, y o han ocurrido n veces. Como n es
un número par, las n repeticiones de o son la operación de identidad,
de forma que 5," =C,1; pero C? es exactamente E. Por tanto, S,”
=E, y S, "+1="S,,, y así sucesivamente, Por el mismo razonamiento,
Synserd igual a C,m siempre que m sea par. Así, en toda serie de oper:
ciones producidas por un S, de orden par, algunos de los S," podrán
expresarse de manera diferente. Consideremos, por ejemplo, la serie
Sor S62. S63, S64, $63, Syó. Sy no puede. escribirse de otro modo.
Spb 6,2 Cyr 3e Sy >. Set = Cy2. So puede expresarse de
modo diferente, Sç6-E, Por tanto, la serie completa de operaciones ge
neradas por el elemento S¿ a menudo se expresa así: Sg,Cy, i C32,
545, E. Sin embargo, habiendo escrito la serie de esta forma, hagamos
otra observación útil. Esta serie contiene a C3, Cy? y E, que son exacta-
mente las operaciones producidas por un eje C3. Por consiguiente, la
existencia de un eje Sg, exige automtäticamente que exista el eje Cy.
Note que, en general, la existencia de un eje S, de orden par, exige
siempre la existencia de un eje Cny2- h
Consideremos ahora los ejes impropios de orden impar. Su proj
dad más importante es que un S, de orden impar requiere que
existir, independientemente, C, y un o perpendicular a C,, lo cual
puede probarse fácilmente. El elemento S,, genera las operaciones Sy,
Sa2, 5,3, ut, .... Examinemos la operación $,” cuando n es impar.
Debe producir el mismo efecto que la aplicación de C, seguida de