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Ticumán está rodeado de cerros cubiertos por sembradíos de caña de azúcar, característica
que lo convirtió en el lugar ideal para el general Zapata, ya que podían resguardarse de
posibles ataques.
En Ticumán, el movimiento tanto de visitantes como de los nativos gira en torno al zócalo,
lugar donde se desarrolla una gran variedad de actividades, pero en su mayoría el comercio.
En los alrededores destaca el colorido de las calles y la amabilidad y calidez de su gente, que
junto a las amenas condiciones climáticas, resultan factores importantes para atraer a los
visitantes todo el año. Los turistas disfrutan del calor, el agua, y la diversidad de vegetación de
Ticumán, lugar que cautiva, relaja e inspira, un lugar atractivo y agradable, un pueblo cuya
belleza resalta al cruzar sus caminos, en busca de la aventura y la diversión.
Al transitar por sus calles, la tranquilidad por causa del lento ritmo de vida genera un entorno
libre de estrés. Ticumán se convierte así en el lugar perfecto para salir del ajetreado andar de
la Cuidad de México. No es de extrañarse que en su gran mayoría los visitantes provengan de
la capital del país, en busca de la un espacio libre de humo, ruido y tráfico.
En el pueblo habita gente hospitalaria que mantiene las puertas abiertas de su comunidad
para cualquiera. Los habitantes se dedican principalmente al comercio y el mantenimiento de
los rincones destinados a los turistas.
Historia del municipio de Tlaltizapán
Caída Tula, el centro de México fue dominado por los grupos errantes, a quienes los Toltecas
habían llamado respectivamente Chichimecas. Uno de estos grupos, los acolhuas, adoptaron la
cultura tolteca y fundaron varias ciudades y estados importantes: Coatlichan, Huexotla, Culhuacan
y Texcoco. Por otro lado, los Tecpanecas, Chalmecas, Mexicas, Aztecas, Xochimilcas y Tlahuicas,
merodeaban por el altiplano y buscaban territorios estables y exclusivos.
En Morelos, los Chichimecas habían conquistado y fundado pueblos en Totolapan y en Chinameca.
Después, los Xochimilcas desplazaron a los Chichimecas y se enseñorearon en la sierra del Ajusco.
Venidos del noroeste del país, como otras tribus nahualtlacas, los Xochimilcas (los que hacen
crecer la flor) habían fundado asentamientos en Hidalgo, Lerma, Tlaxcala y Puebla antes de