hierro silicoso, con la finalidad de reducir al máximo los corrientes parásitas o de
Foucoult (corrieres eléctricas que circulan por el núcleo al estor sometidas a una
variación del flujo magnético, originando pérdidas de energía por efecto joule).
En los contactores cuyo circuito de mando va a ser alimentado por corriente alterna (no
así cuando se alimenta con corriente continua), el núcleo debe tener un elemento
adicional denominado espiras de sombra, espiras en cortocircuito, espiras de Frager o
anillos de defasaje.
Cuando circula corriente alterna por la bobina, cada vez que el flujo es cero, la
armadura se separa del núcleo dos veces por segundo, porque el flujo magnético
producido por la bobina es también dos veces cero. En realidad como el tiempo es muy
pequeño (1/120 de segundo cuando la frecuencia es 60 Hz), es imposible que la
armadura se separe completamente del núcleo, pero es suficiente para que se origine un
zumbido y vibración, que de ser continuo estropearán el contactor. Para evitar este
inconveniente se colocan en las dos columnas laterales del núcleo las espiras de sombra
(construidas en cobre), para suministrar al circuito magnético un flujo cuando la bobina
no lo produce, creando en consecuencia un flujo magnético constante, similar al que
puede produciría la corriente continua.
Armadura: elemento similar al núcleo, en cuanto a su construcción, pero que a
diferencia de este es una porté móvil, cuya finalidad principal es cerrar el circuito
magnético, cuando se energice la bobina, porque en estado de reposo debe estar
separado del núcleo. Se aprovecha de esta propiedad de movimiento que tiene para
colocar sobre el una serie de contactos (parte móvil del contacto) que se cerrarán o
abrirán siempre que la armadura se ponga en movimiento.
La armadura debe estar cubierta por un material aislante, para evitar que los diferentes
contactos que se coloquen queden eléctricamente unidos.
Contactos: elementos que tienen por objeto cerrar o abrir una serie de circuitos.
Un contacto está compuesto por dos partes fijas (ubicadas en la carcaza) y una parte
móvil (sujeta en la armadura).
Ordinariamente están hechos de bronce fosforado, que es un buen conductor, tiene
consistencia y al mismo tiempo cierta elasticidad. Normalmente en el punto en que se
establece el contacto (extremos de la parte fija y móvil que deben unirse) se produce un
arco eléctrico al abrirse el circuito bajo carga, por lo que es necesario que dichos puntos
tengan una mayor consistencia y dureza. Para lograr esto se construyen dichos puntos
en materiales aleados a base de plata-cadmio, plata-níquel, plata-paladio, etc.
Estas partes deben tener una gran resistencia al desgaste por erosión que produce el
arco, tener buena resistencia mecánica, poca resistencia eléctrica en el punto de
contacto, no oxidable (el óxido se constituye en material aislante) y no ser susceptible a
pegarse o soldarse.
Todas estas exigencias hacen que los contactos (especialmente en el punto de contacto)
sean la parte más delicada del contactor, y por consiguiente deben cuidarse con especial
esmero, de manera que los circuitos que establecen funcionen normalmente.