Unidad 4. Antropología filosófica

EdithGC 2,194 views 24 slides Aug 18, 2021
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About This Presentation

Ideas generales sobre el objeto de estudio y sentido de la antropología filosófica.
Mtra. Sofía Rodríguez Jiménez


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¿Qué es en realidad la antropologia filosófica? Asignatura : FILOSOFÍA Y ENFERMERÍA Mtra: SOFIA RODRIGUEZ JIMENEZ

“...La filosofía se ha vuelto antropológica: no en el sentido de que no haya realidad fuera del ser humano, sino en el sentido de que toda la realidad esta referida al ser humano...” (De Sahagún, 1996:70) Esta foto de Autor desconocido está bajo licencia CC BY-NC-ND

La antropología filosófica Es el estudio filosófico, es decir, teórico racional, sobre el ser humano. La antropología filosófica trata del origen, historia y contenido de la cultura. ( Farre , L. 1974, pp. 9-10) Hay muchos significados de lo que es el ser humano. En él hay mucho de compromiso, frustración admiración o angustia. Diversas disciplinas apuntan al conocimiento del ser humano, algunas simplemente lo objetivan como una realidad física, vegetativa o psíquica. El estudio del ser humano en cuanto ser humano no puede realizarse con estilo idéntico al que aplicamos a la ciencia que estudia la naturaleza.

La dimensión filosófica de la antropología Exige concentración para captar la totalidad de lo humano en sus partes, así como su superación o trascendencia. Lo que es el ser humano dice, Karl Jaspers, no lo puede agotar en el conocimiento de sí, sino que solo lo experimentamos en el surgimiento del pensar y del hacer. La antropología filosófica es una especie de toma de conciencia de nosotros mismos. (Farré, L. 1974. pp. 13-17) Karl Theodor Jaspers ,fue un psiquiatra y filósofo alemán, tuvo una fuerte influencia en la teología, en la psiquiatría y en la filosofía moderna. Fue un referente en la reconstrucción alemana.  Naci ó  23 de febrero 1883,  Oldemburgo, Alemania Falleci ó  26 de febrero de 1969,  Basilea, Suiza

La antropología filosófica indaga la esencia peculiar del ser humano o el modo en cómo éste cumple su existencia. Se reconocen tres concepciones que pretenden responder cuál es la tarea de esta ciencia:  La concepción integradora o antropología integral La fundamentalista o antropología metafísica y  La antropología explicitadora del sentido u  ontológica que reflexiona sobre lo que es el ser humano como esencialmente existente. Esta foto de Autor desconocido está bajo licencia CC BY-NC-ND

Concepción integradora La Antropología debe ofrecer un conocimiento integral del ser humano, creando una ciencia nueva fundada en los diversos aspectos del ser humano y reuniendo todo lo que se sabe sobre el ser humano y su misterio. Esta antropología general, a pesar de sus ventajas, no es realmente una antropología filosófica, pues solo reúne en forma sistemática los diversos conocimientos que sobre el ser humano se han producido desde diversos campos del saber , pero sin reflexionar sobre la esencia y el sentido de la existencia humana.

Concepción fundamentalista La antropología tiene una gran importancia para conocer la realidad en tanto tal, y está implicada con la metafísica. La metafísica (y la ontología) es la parte de la filosofía que reflexiona sobre la totalidad de lo real, sobre el ser en general, esto es, sobre todo cuanto existe (a las cosas que existen se les llama entes ). Es una antropología con implicaciones metafísicas porque el ser humano es la parte más inmediata y externa de todo lo real, de ahí que el conocimiento del ser humano debe preceder a cualquier otro conocimiento . L a filosofía del ser en general (metafísica) se hace una filosofía del ser humano.

ANTROPOLOGÍA EXPLICITADORA DE SENTIDO Trata de resaltar la especial constitución del ser humano y cómo se relaciona directamente con el ser, mediante su natural apertura a la realidad y su reflexión sobre el fundamento último de esta realidad, es decir sobre la trascendencia. Entonces, la antropología filosófica no se nutre de hechos, como en las ciencias experimentales, sino de experiencias (como el proceso de muerte) porque es allí donde los hechos cobran sentido. Así pues, le corresponde a la reflexión filosófica, y no a la observación científica, decir qué necesita el ser humano para realizar sus sentido fundamental. En consecuencia, después de mostrar lo que es la realidad (como lo hace la ciencia), la antropología filosófica intenta explicar el sentido humano de la totalidad de lo real, y este carácter (o forma de ser persona) es el aspecto bajo el cual el ser en general se muestra en el ser humano y como éste llega a tomar conciencia de que existe. 

Esta foto de Autor desconocido está bajo licencia CC BY-SA-NC DIMENSIONES DEL ser humano Los griegos decían que el macrocosmos , o la realidad externa al ser humano, se refleja en el microcosmos, o la propia realidad humana. Entonces, las dimensiones del ser humano reflejan lo que es el ser humano, lo que puede conocer y lo que puede hacer. En el ser humano, existen tres ámbitos o dimensiones, según  señala Fullat (1997) y se pueden ver en lo siguiente:

Phisis Corresponde a la naturaleza y  equivale a la dimensión corpórea del ser humano, a su propio cuerpo físico. Esta dimensión la estudian las ciencias empíricas de la naturaleza, como la física, la química, la biología, la medicina, y  corresponde al área de ciencias químico-biológicas.

Psique El ser humano, al tomar conciencia de sí mismo y al interactuar con otros, desarrolla una mente , que necesita de los órganos de los sentidos y del sistema nervioso para desarrollarse y actuar. La mente da lugar a una segunda dimensión, que es la dimensión simbólica o mundo de la psyché , donde está el lenguaje, los valores, la cultura y el arte. Corresponde a las ciencias interpretativas que estudian al ser humano en lo individual y lo social, o ciencias sociales, como la sociología, la psicología, la economía, la política, la lingüística, entre otras.

Espíritu Es la conciencia del ser humano de sí mismo y de los otros, de su finitud, esto es, de su ser mortal; y de su deseo de trascender. Da lugar a una tercera dimensión: el mundo del espíritu , o la dimensión trascendente del ser humano, y corresponde a las ciencias del espíritu (humanidades), como la filosofía, la teología, el derecho, entre otras, que se enfocan en conocer el sentido de la existencia.

  La segunda dimensión: el mundo de la cultura, del lenguaje, de la ciencia y la técnica. El ser humano como ser histórico El ser humano crea civilización y ésta se traduce en la cultura, la técnica, y en el desarrollo de las instituciones. Por eso al ser humano se le llama homo symbolicum , es decir, el ser humano de los símbolos, el ser humano que vive en una inmensidad de significados entrelazados entre sí, que se traduce en la cultura. Como homo faber , es el ser humano que trabaja, que tiene técnicas para modificar el mundo. Como homo sociale ,  construye instituciones, como formas colectivas de vivir en el mundo y esto lo hace un ser histórico.  Estatua de Florence Nightingale y los guardias' Memorial en Waterloo Place, Londres, Reino Unido.

El ser humano como ser histórico La historia transmite sentido y valores,  engendra también un sentido y permite que el instante presente no se limite a estar entre el pasado y el futuro, sino que es un ahora-desde-hacia, y esta es la función definitoria del presente, desde un sentido que se ha recibido como tradición, hasta un sentido por descubrir.  El ser humano, por ser un ser histórico, no posee un medio ambiente que lo limite y lo determine absolutamente, como al animal, sino que su destino es proyectarse en un mundo porvenir, en un mundo que dé sentido a su trabajo. Este mundo es la cultura, la tecnología, los valores, las creencias, las visiones del mundo, y todas las instituciones sociales.

La civilización, obra del ser humano, incluye  la cultura, las técnicas y las instituciones sociales. ¿Y que determina a la cultura? Son los símbolos lingüísticos los que conforma el lenguaje y los demás símbolos de la cultura. El ser humano comienza su existencia como un animal, como un organismo biológico indiferenciado, pero a medida que empieza a hablar, ingresa en la cultura, en su mundo propio. El lenguaje humano introduce la cultura y los símbolos culturales a través del los que los seres humanos comprenden el mundo. Ernst Alfred Cassirer ​​ fue un filósofo y sociólogo de origen prusiano y judío, ciudadano sueco desde 1939. Ejerció la docencia en la Universidad de Hamburgo.  Naci ó el 28 de julio de 1874,  Breslavia, Polonia Falleció el  13 de abril de 1945,  Nueva York, Estados Unidos El ser humano como ser simbólico

El ser humano como ser simbólico La hermenéutica es el estudio del significado de los textos y los fenómenos. El lenguaje estructura no sólo el mundo de las cosas naturales, sino que estructura también el ambiente que se ha recibido en forma histórica. Cassirer (1997) afirma que el ser humano no habita solamente un mundo material, sino también en un mundo simbólico. Elementos de ese universo simbólico son el lenguaje, el mito, el arte, los valores y la religión. El lenguaje, la cultura y el símbolo están íntimamente relacionados, y forman una esfera distinta de las técnicas y las instituciones.

El ser humano, la ciencia y la técnica El ser humano desea naturalmente conocer, decía Aristóteles.  Pero podemos distinguir varias clases de conocimiento. Los griegos distinguían entre el saber racional y el saber hacer. Al primero lo llamaron episteme y al segundo tekhné .  Episteme se tradujo como scientia en latín, que llegó al español como ciencia, este concepto griego de la ciencia como conocimiento racional y metódico de la naturaleza (de la cual forma parte el ser humano), perduró hasta el Renacimiento, cuando Galileo, en el siglo XVI, modificó el concepto de ciencia y la llamo “nueva ciencia”, reservándola únicamente para la física, que empleaba el método experimental así como las matemáticas.

El ser humano, la ciencia y la técnica La “nueva ciencia” de Galileo era racional y sistemática, pero sólo investigaba los hechos observables. Este conocimiento (científico) no podía existir sin una prueba, ya sea matemática o ya sea por la verificación experimental. Por su parte, la tekhné es el arte o técnica. Es la capacidad humana de crear con un grado de perfección aquellos elementos que se requieren para la satisfacción de las necesidades. Lo que crea la tekhné no está presente en la naturaleza, consiste en la producción o fabricación de algo que está en la mente del artífice. Existe ya un diseño de lo que va a producirse, mientras que lo nuevo en la naturaleza llega a ser porque ya se encuentra en la propia naturaleza .

El ser humano, la ciencia y la técnica  El ser humano ha empleado diversas técnicas desde hace tres millones de años, para develar la naturaleza. La tecnología moderna, principalmente la tecnología informática, el uso de la computadora, las redes de telecomunicación, y la internet ha modificado la organización del trabajo, los estilos de vida y las formas de pensar. Como consecuencia, la tecnología ha uniformado a la sociedad, lo que se conoce como globalización.

El ser humano, la ciencia y la técnica  La técnica en su origen se concebía como un instrumento neutro (sin moral ni finalidad) Actualmente la tecnología es instrumento de dominación de la élite del poder, pues interviene en la naturaleza y se transforma en un instrumento, en una herramienta, en un medio de manipulación de la naturaleza y del ser humano, para la explotación y el consumo. Por ejemplo, según el neoliberalismo, apoyado por la tecnología informática, se puede concebir a la naturaleza como un depósito de recursos y energías explotables, de mercancías en potencia (bosques, agua, recursos no renovables, etc.). La tecnología actual acaba por destruir al propio ser humano.

El ser humano y el espíritu.  Es insuficiente la comprensión del ser humano como si fuera únicamente resultado de procesos psicobiológicos y desarrollos psicosociales Para comprender lo humano es insuficiente la episteme o saber racional, o la tekhné como saber instrumental para manipular y modificar al mundo. Para comprender lo humano se necesita una interpretación histórico-social de todas las cosas que están en su intelecto, en su conciencia y en su acción concreta. El saber de lo humano en su verdad y sentido se logra mediante saberes hermenéuticos, desde la comprensión del significado existencial. . 

El ser humano y el espíritu.  El espíritu es la dimensión del ser humano que se orienta hacia la trascendencia, que consciente de su finitud y de su soledad, reflexiona sobre la muerte (algo que el animal no hace) y sobre el sentido de la propia existencia. Esta actitud del ser humano ha tenido lugar en todas las épocas, y es el terreno fértil para la revelación de lo trascendente, en tanto sentido o significado de la existencia que se manifiesta en las diversas culturas.

El ser humano y el espíritu Reconocer las capacidades y limitaciones del ser humano, incluyendo su razón y  libertad, pero también su angustia frente a la existencia y su finitud. Y si algo existe, fuera del ser humano y de su esfera de conocimiento por medio de la razón, lo único que puede hacer es esperar que ese algo se manifieste . La historia humana muestra el hecho de la revelación del trascendente al ser humano, ya sea mediante el fenómeno religioso presente en la historia de todos los pueblos, en la revelación de un Dios personal y distinto de la creación, o bien como formas no religiosas de la trascendencia.

bIBLIOGRAFIA: Cassirer E (1997) Antropología filosófica: introducción a una filosofía de la cultura . México, D.F.: Fondo de Cultura Económica. Farré, Luis. (1974) los problemas del ser humano. Antropología filisófica. Barcelona: Labor. Fullat O (1997). Antropología filosófica de la educación. Barcelona: Ariel. Scheler M (2000). El puesto del ser humano en el cosmos . Barcelona: Alba Editorial.