La aplicación de ventosas o cupping, es un tratamiento médico ancestral, su origen chino se remonta al año 300 A. C. En la aplicación de ventosas, se pegan al cuerpo vasos de succión de diferentes tamaños. La succión trae sangre estancada a la superficie de la piel y mejora la circulación a través de los tejidos, lo que puede aumentar la velocidad de sanación, además de otros beneficios.
Relajante. Analgésico. Antiinflamatorio. Estimula al sistema circulatorio, linfático y nervioso. Elimina contracturas. Coadyuvante en enfermedades como hipertensión, artritis y fibromialgia. Disminuye migraña, ansiedad y depresión.
La combustión del oxígeno crea un vacío de aire dentro de la ventosa que al colocarla sobre la piel hace que se pegue a ella y la succione.
principales métodos de tratamiento de la medicina tradicional china. El inicio del uso de esta técnica se remonta al año 3000 a.C. Definimos esta técnica como la aplicación de ventosas sobre la piel, con las que se hace el vacío, succionando la piel y parte del músculo, de tal modo que se abren los poros y favorece la circulación sanguínea y linfática. Las ventosas que se utilizan tienen forma de copa y pueden ser de plástico o cristal. Tienen diferentes formas, grosor y tamaño, cada una adecuada para el uso que se le quiera dar y la zona donde se quiera trabajar. El tiempo de aplicación de las ventosas varia entre los 5 y 15 minutos por sesión y puede realizarse en varias sesiones seguidas. Existen tres técnicas a través de las cuales realizar el Cupping: Masaje: se aplica crema en la zona a tratar con la finalidad de facilitar el desplazamiento de la ventosa mientras se mantiene el vacío, lo que permite realizar una masaje que facilita el movimiento de los flujos. Se utiliza para favorecer el drenaje linfático y sanguíneo, así como para eliminar las toxinas que hay en la sangre y en la linfa. Ventosa seca o fija: la ventosa se mantiene fija en el punto de la aplicación. Aplicación y extracción de la ventosa : solo se emplea sobre la espalda y consiste en aplicar la ventosa y dejarla solo unos segundos, para a continuación cambiar a otra parte de la zona a tratar. Se utiliza para desprender el exceso de mucosidad cuando existe congestión pulmonar.
Aunque no haya evidencia científica sobre los beneficios del Cupping, muchos artículos hablan sobre pacientes que sienten mejoras después de su aplicación, tanto en tratamientos para contracturas musculares como para tendinopatías o cicatrices. Asimismo, hay artículos que hablan del efecto placebo sobre el paciente. Los efectos fisiológicos que produce el Cupping son los siguientes: Aumento de la irrigación sanguínea Aumento de la circulación linfática (disminuye edemas) Alivio del dolor Aumenta el metabolismo celular Aumenta el oxigeno y nutrientes de los tejidos Hiperemia local Liberación miofascial Activa el sistema inmunitario Depurativo (eliminación de toxinas) Tratamiento de contracturas y rigidez muscular (efecto relajante) Terapia antiinflamatoria y analgésica.
Como en todo tratamiento existen contraindicaciones: Paciente con trombosis o trombofeblitis Paciente con varices Paciente con trastornos hemorrágicos Paciente con fiebre Paciente con heridas Paciente con alguna fractura en la zona a tratar Pacientes que toman anticoagulantes, ya que el uso de las ventosas en estas personas les puede provocar más dolor que su propio dolor Por último, existen también una serie de inconvenientes que el paciente debería conocer antes de que se le aplicara el tratamiento: Provoca hematomas que tardan más o menos una semana en desaparecer (estos hematomas son la sangre que queda cuando se rompen los capilares) Puede provocar ampollas en la piel si no se tiene un bueno control de la aplicación y se realiza una succión exagerada. Una succión prolongada puede producir la muerte de los tejidos superficiales y graves complicaciones.