REV NEUROL 2003; 36 (5): 438-452
A. CANEDO
438
Recibido: 28.01.03. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones: 14.02.03.
Departamento de Fisiología. Facultad de Medicina. Universidad de Santia-
go de Compostela, España.
Correspondencia: Dr. Antonio Canedo. Departamento de Fisiología. Facul-
tad de Medicina. E-15705 Santiago de Compostela. Fax: + 34 981 574 145.
E-mail:
[email protected]
El trabajo experimental ha sido subvencionado por la DGICYT y por la Xunta
de Galicia.
Agradecimientos. El autor desea expresar su gratitud a los profesores Fran-
cisco Martín-Cora y Casto Rivadulla por sus comentarios.
2003, REVISTA DE NEUROLOGÍA
FUNCTIONAL HETEROGENEITY OF THE PIRAMIDAL SYSTEM: CORTICOBULBAR AND CORTICOSPINAL TRACTS.
Summary. Introduction and objective. The pyramidal system is constituted by the cortical fibers reaching the bulbar pyramids
at the level of the inferior Olive. Close to 75% of these fibers decussate terminating at bulbar level about half of them while
the other half form the crossed corticospinal tract. The majority of the uncrossed fibers descend to the cord forming the direct
corticospinal tract. This revision presents evidence demonstrating the functional heterogeneity of the pyramidal system.
Development. The corticobulbar fibers are slower conducting and branch more than the corticospinal fibers. The conduction
speed of the corticospinal fibers increases as they reach more caudal segments, thus assuring that the different signals
modulating the inter-segmental activity reach their targets simultaneously. Those from the somatosensory cortex end in the
dorsal horn while those from the primary motor cortex end primarily on interneurons of the reflex pathways to distal limb
muscles although in rats, primates and humans about 10% of them terminate directly on motoneurons. Conclusions. The
corticobulbar component of the pyramidal system selects the adequate motor synergies and modulates other descending
systems to coordinate the activity of the distal musculature and the associated postural adjustments. The corticospinal com-
ponent is functionally related to motor activities requiring accuracy, and to motoneuronal recruitment to adjust the contractile
force. Both pyramidal subsystems modulate the processing and integration of the ascending somatosensory information
generated by the movement itself. [REV NEUROL 2003; 36: 438-52]
Key words. Cerebral cortex. Collateralization. Corticobulbar and corticospinal tracts. Phylogeny. Pyramidal system. Ontogeny.
Sensorimotor coordination.
Heterogeneidad funcional del sistema piramidal:
tractos corticobulbar y corticoespinal.
A. Canedo
INTRODUCCIÓN
La capacidad de las extremidades anteriores de los cuadrúpedos
para la exploración y la manipulación de objetos se ve enorme-
mente incrementada en los bípedos, cuyas extremidades superio-
res se especializan en dichas funciones. El mantenimiento de una
postura erecta lleva a demandas posturales mucho más exigentes
de las que poseen los cuadrúpedos, y al uso independiente de los
dedos. Por tanto, parece lógico pensar que los bípedos adquieren
nuevos sistemas neuronales capaces de llevar a cabo las nuevas
funciones que emergen del uso de las extremidades superiores,
particularmente las relacionadas con la manipulación de objetos
y con la exploración activa.
Los axones supraespinales que alcanzan la médula espinal se
pueden agrupar en dos grandes sistemas: los sistemas descenden-
tes laterales y los mediales. Los primeros se originan en la corteza
cerebral y en el núcleo rojo magnocelular, mientras que los se-
gundos tienen su origen en el tronco cerebral por debajo del
mesencéfalo. Ambos sistemas no son completamente indepen-
dientes, sino que interaccionan supraespinalmente y convergen
sobre las mismas neuronas en la médula espinal. Los axones
corticoespinales y rubroespinales descienden por la parte dorso-
lateral de la médula espinal y terminan sobre las interneuronas de
las láminas V-VII en los carnívoros y, en un pequeño porcentaje,
sobre las motoneuronas de la lámina IX en los roedores, los pri-
mates y los humanos. La mayoría de los axones del sistema lateral
sinaptan con neuronas propioespinales de axón corto que tienen
como función la selección de las sinergias adecuadas para el control
de la musculatura distal de los miembros. Por el contrario, los
axones de los sistemas mediales descienden por la parte ventro-
medial de la médula espinal y terminan, la mayoría, en la zona
cervical y torácica, donde realizan contactos sinápticos en las
láminas VII y VIII con neuronas propioespinales de axón largo,
con neuronas comisurales y con motoneuronas que inervan la
musculatura axial y proximal de los miembros encargadas de los
ajustes posturales.
Esta división de los sistemas descendentes permite agrupar los
datos experimentales y clínicos en un esquema general. Así, las
lesiones de los sistemas laterales se relacionan generalmente con
deficiencias en el uso independiente de los músculos distales de los
miembros, mientras que las de los sistemas mediales producen
deficiencias posturales. Sin embargo, incluso el movimiento más
simple utiliza varias articulaciones y la activación de los músculos
distales va acompañada de la activación de los músculos proxima-
les y axiales. Se precisa alguna estructura (o estructuras) para
seleccionar las sinergias musculares que se han de utilizar en cada
acto motor y para coordinar las actividades de la musculatura distal
y la postural. Desde un punto de vista filogenético equivale a pensar
que las nuevas capacidades adquiridas por los bípedos deben
compaginarse debidamente con las actividades de orientación y de
estabilización que ya poseen los animales que carecen de miem-
bros, como la lamprea. La lamprea posee un sistema medial (reti-
culoespinal) que, junto con un sistema vestibular y un cerebelo
primitivos, son suficientes para controlar sus actividades motrices.
La aparición de los miembros (p. ej., en los lagartos) es simul-
tánea a la aparición del mesencéfalo (núcleo rojo) y a la parte
intermedia del cerebelo, que recibe señales espinocerebelosas y,
por esa razón, se conoce también como ‘espinocerebelo’. Aunque
en los lagartos las extremidades todavía están lateralizadas, en
REVISIONES EN NEUROCIENCIA. EDITOR: J.V. SÁNCHEZ-ANDRÉS