Willy breinholst hola aqui estoy (1)

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Slide Content

Willy Breinholst

jHola,
aqui estoy!

La divertida historia
de mi vida antes de nacer

Z

E

Willy Breinholst, humorista danés de
fama internacional -el más popular del
mundo según El libro Guinness de los
records ha publicado más de cien li-
bros que han sido traducidos y edi-
tados en cien paises. En total lleva
vendidos más de sesenta millones de
ejemplares de sus obras.

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Jul

WILLY BREINHOLST

¡Hola, aquí estoy!

Versión castellana de Manuel Carrillo

DEL MISMO AUTOR
‘por nuestro sello editorial

¡HOLA MAMA, HOLA PAPÁ!
¡MIRÁ MAMA, MIRÁ PAPA!
MI MAMA ES LA MEJOR DEL MUNDO
¿QUÉ ES ESO, MAMA?
COMO EDUCAR A PAPA
HOLA, DOCTOR!
MIS PRIMEROS SEIS AÑOS
¡HOLA PROFE:
¡SABÉS QUÉ, MAMÁ!
EL MEJOR INVENTO DESDE ADÁN Y EVA

WILLY BREINHOLST

¡Hola,
aquí estoy!

La divertida historia de
mi vida antes de nacer

EMECÉ EDITORES

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Julio 2008

Bristol, Willy

ola aquí estoy! ec Buenos Aires: Emecé Editores,
20,

120p.:20x16 em. Divigaciôn)

Traducido por: Manuel Carlo
ISBN 50040556

1. ieratara Danesa1. Manuel Cal, rd. Tito
cop

Enact Eier SA.
Independencia 1668, € 1100 ABQ, Buenos Aires, Argentina

‘Tel original 7 Lpkklie omuaendigbeder
Dibsjos de: Magen Breinhabı
©1973. Willy Brembo
01993, Ect Editors SA
38 edición: diciembre de 2006
Impreso en Talees Gráficos Leograf SRL,
Rai 4%, Vení Alina,
en mes e diciembre de 2006,
Reservados todos los derechos. Queda gurosament prob
de los tilares del "Copyright bajo
en eyes, eprodueiön parcial oto
eat obra por cualqier medio o procedimiento, nidos
prog y tramo informático.

IMPRESO EN LA ARGENTINA / PRINTED IN ARGENTINA
"Queda hecho e depósio que previenelaley 11723
ISBN-13: 978 980-04.0255-2
TSBN-10 95004-02556

A la espera de un feliz
acontecimiento

La discordancia entre la noción de “concepción” y el proce-
so del nacimiento reina desde tiempos remotos. Jesús de
Nazaret fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la
Virgen María. Zeus engendró a Atenea. Cuando los prime-
ros dolores se presentaron, Hefestos, dios de los herreros,
tomó un hacha, y aplicando el principio de la cesárea, partió.
el cráneo de Zeus. Apareció Atenea, ya enteramente forma-
da. Laomedón fue engendrado por el volcán Etna, en Sicilia.
El filósofo Pereselis contaba € mismo que había nacido de
una colina en la que un sacerdote por descuido volcó una go-
ta de agua bendita. Odín tuvo un hijo con la Tierra, que se
llamó Tor. Huitzilopochtli, dios de la guerra de los aztecas,
fue concebido y nació de un montón de plumas que su
madre llevaba alrededor del cuello. Pero lo más fantástico,
lo más increíble y lo más asombroso de lo que se sabe sobre
la concepción y el nacimiento está contado aquí, en este pe-
queño librito. Es la divertida historia de la vida durante los
nueve meses que preceden al “feliz acontecimiento”.

By Jorgito® - Neuquen - Patagoni

Se alquila departamento

A

ig

Hermoso departamento, de gran categoria, bien aislado,
confortable, independiente, se alquila por nueve meses a in-
quilino serio. Pensión completa. Se admiten niños. Visitarlo
a cualquier hora. No es necesario pedir entrevista.

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Julio 2008

i

Déjenme pasar!

¡Atención! ¿Qué pasa? Estoy desorientado. Corro el riesgo
de quedarme sin el departamento. Me encuentro proyecta-
do hacia adelante como una bala de cañón. Sin embargo, mi
instinto me dice que voy a necesitar un lugar para vivir du-
rante los próximos nueve meses. Por eso yo...

¡Socorro! Todos los demás me empujan. Casi me tiran.
¡Cuidado! Déjenme pasar...

u

a
2
É
E
2
E
E

¿Me puede ver?

¡Dios mío, qué lío! En cuanto se supo que se pensaba se-
riamente en buscar inquilino para el departamento hubo una
afluencia extraordmaria. Éramos por lo menos de trescien-
tos a cuatrocientos millones de interesados. Todos querían
pasar primero, empujando al otro, deslizándose, pero fueron
todos rechazados, millón por millón. Al final, quedé YO, so-
lo y único, el minúsculo YO. (Si usted quiere verme utilice
un microscopio electrónico. Todavía soy muy, pero muy pe-
queño).

Ahora no me queda sino tratar con la dueña de la casa,
pero creo que no voy a tener dificultades para obtener un
Contrato de locación.

13

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Julio 2008

¿Me puede ver ahora?

El contrato de locación fue finalmente firmado. Hace alre-
dedor de cuatro o cinco semanas me entrevisté con la dueña
de la casa. Nuestra conversación fue fructífera. Desde lue-
go, todavía falta un montón de formalidades a convenir para
evitar problemas más adelante: por ejemplo, si la locación
será para una, dos o más personas. Debe aclararse también
la cuestión acerca de si el locatario será de sexo femenino o
masculino, pero todo ha sido previsto. Con este objeto, de-
bemos remitirnos a las cláusulas del contrato escritas en mi-
nüscula, las que usted no lee nunca pero que establecen to-
do. Ahí se encuentran las normas sobre cromosomas, pero
llevaría demasiado lejos explicarlo. En cualquier caso, el
problema está resuelto. Como puede apreciarse, ya me he
mudado. El departamento es particularmente agradable,
aunque demasiado grande para mí. Me pregunto qué voy a
hacer con tanto espacio. Yo sólo mido ocho milímetros, o
mueve haciendo trampa, parándome sobre la punta de los
pies.

2008

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Juli

Poco a poco soy yo mismo

Hay personas verdaderamente extrañas. Hace ya un mes
que vivo aquí, me he mudado legalmente, y solamente hoy
la dueña de casa ha decidido ir a un especialista para que
compruebe mi presencia. El especialista (la dueña de casa lo
llama “doctor”) se vio obligado a realizar ni más ni menos
que tres extracciones de sangre para estar seguro de mi pre-
sencia. Tomó todas las medidas exteriores del departamen-
to, y echó una mirada al corredor, Luego se limitó a pal-
mearle amigablemente la mejilla, tranquilizándola: “Hijita,
todo está bien, alégrese, se ha instalado un inquilino en su
departamentito”. Hablaba de MÍ.

Pues bien; tengo la confirmación de un experto: tengo
derechos sobre el departamento. Es mío. Yo lo sabía desde
hace tiempo. En cambio, el marido de la dueña de casa se ha
enterado recién hoy. Cuando ella volvió, se arrojó en sus
brazos, y los dos estaban locos de alegría. Efectivamente
hasta ahora no habían alquilado nunca el departamento. ¡No
saben a lo que se exponen!

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2008

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Juli

Llamaré mama a mi mama

He tomado una decisión importante. Ya no llamaré más a mi
locadora la dueña de casa, sino mamá. He reflexionado bien.
Al principio no sabia demasiado si debía llamarla mamá o
papá, pero creo que es mejor que la llame mamá, pues es
verdaderamente mi mamá. Sobre esto no tengo la más míni-
ma duda, Por eso la llamaré asf a partir de ahora. A mi padre
lo llamaré papá, porque es mi padre, aunque lo conozco
mucho menos que a mamá, Quizá no llegue usted a com-
prenderme bien y quizá mi mamá no llegue tampoco a
comprenderme. Soy todavía minúsculo; sin embargo va a
ser necesario que consiga entender muchas cosas que han
sucedido desde la entrada en vigor del contrato de locación.
Todavía no me siento bien en mi casa, pero un hecho es cier-
to: mamá es mi mamá.

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2008

¿Quién está ahí?

Sucede algo curioso con mamá. Al principio, se paseaba co-
mo si tal cosa. En fin, no totalmente, pero casi. Tenía una
vaga duda sobre si un inquilino se había o no instalado por-
que se apoyaba como si quisiera saber si...

Cuando mamá se apoyaba, yo tenía la impresión de que
una de las paredes del departamento se iba a desplomar
sobre mí. Tenía un poco de miedo, pero después me acos-
tumbré. Cuando fue al doctor y éste le aseguró que todo iba
bien, que realmente yo me había mudado, se miraba todo el
día en el espejo, siempre de perfil, y preguntaba: “¿Quién
está ahí?” Estaba yo, pero no contestaba nada porque toda-
vía soy muy pequeño.

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2008

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Juli

¡Ahora peso tres gramos!

¿Sabe lo que pienso? Tengo la impresión de que durante mi
estadía mamá tendrá un montón de problemas. En cuanto
me muevo, siente mal y se pone a llorar. Cinco minutos
más tarde, baila de alegría en el medio del salón. Luego se
vuelve a sentir mal y llora nuevamente. Y sin ninguna ra-
26n, porque estoy muy tranquilo en mi rincón y no me meto
con nadie. ¿Por qué no podrá hacer ella lo mismo? Sin duda
papá tiene razón cuando repite: “Pero querida, no hagas de
todo un drama; no eres la primera mujer que se pasea lle-
vando un ser tan minúsculo”
¡Qué!... ¿minúsculo yo? Ya mido mis buenos cinco centí-
metros y peso tres gramos... Mi peso ha aumentado millo-
nes de veces en dos meses. No está mal, ¿no le parece?

23

E

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Juli

Oiga!... Mi corazón late

¡Pstl Cállese por lo menos un instante. Ahora oiga bien.
¿Oye algo? Es fantástico. Cuando mamá y yo nos callamos y
todo el mundo hace lo mismo, puedo oír el latido de mi cora-
z6n. Ni siquiera sabía que tenía un corazón hasta que of que
algo golpeaba. ¡Mi Dios!, pensé, ¿qué es esto? Hay algo que
golpea. Escuchando bien, me di cuenta de que los golpes
provenían de mi corazón. Un hombrecito con corazoncito
propio. ¿Maravilloso, no?

¿Un hombrecito? ¡Hum!... ¿Qué soy?, ¿hombre o mujer?

Tendré que averiguarlo porque, como usted debe
berlo, no es la misma cosa.

25

E

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Juli

Puedo girar y bailar

Si sigo creciendo en estas proporciones, va a ser necesario
que piense en mudarme. Hasta hace algunas semanas mi

beza no era más grande que una o minúscula. Mis brazos y
mis piernas no eran más grandes que estos dos II palotes.

Luego mi cabeza se hizo tan grande como una O mayúscula.
mis brazos y mis piernas casi tan grandes como estos parén.
tesis (). Hace más de dos meses que vivo aquí y crezco,
crezco, crezco. ¿Le conté que tengo pulmones y narices que
me permiten respirar? ¡Y huesos! Puedo empujar con mis
brazos y mis piernas. Puedo girar y bailar. Me divierte
mucho. A veces llego a empujar un poco las paredes del de-
Partamento para comunicarme con mamá, pero hasta ahora
no he logrado establecer el contacto. ¿Y sabe usted lo que sé
hacer? Puedo mover los dedos de los pies ¿Usted también?

27

Largué un pequeño viento oe

A veces tendría que burlarme de mamá. Ella dice que no se
puede poner más los vestidos. Pretende que están todos de-
masiado estrechos porque yo ocupo cada vez más lugar. ¡Ja,
ja! También esto. La verdad es que no toco ni siquiera las
paredes. Los médicos de papá y mamá dicen que es pura
imaginación, hasta que todo esté más avanzado. ¿Avanzado?
¿Hasta dónde?

El médico de mamá dice que convendría que ella coma
varias veces por día una pequeña merienda, y no una o dos
demasiado copiosas. Por mí, dice. ¡Yo, es claro! De todas ma-
eras no me gusta cuando come demasiado. Después tengo
siempre la impresión de tener que largar aire. Podría hacerlo
era. Tengo boca y... jzas!, era un pequeño viento.

Dios mío, mamá no se cuida bastante. Ha comido algo
que no debía haber comido.

29

¿Varón o mujer?

Según mi opinión papá y mamá ya no saben lo que quieren.
Mamá dice que ella querría que yo me llame Adela,
Adriana, Aída, Amalia, Ángela, Anita, Antonia. Dice que
puede elegir entre quince mil nombres. Tiene un libro y lo
lee en voz alta. Papá debe escribir los que le gustan más. Pe-
ro no escribe nada. Dice que no es posible llamar a un varón
Adela, Ángela o Anita. Quiere que me llame Adán, Alberto,
Alfredo, Andrés, Antonio o Apolinario. Pero mamá no
quiere que una mujer se llame Alfredo, ¡Ya está! Otra vez
comienzan a discutir. Papá dice que no vale la pena pelear
Por este asunto, pues no sabe si será varón o mujer.

31

E

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Juli

Sé escupir

¡Sé escupir! Por supuesto todavía no sé apuntar, pero tengo
glándulas que producen saliva. En cualquier caso, aquí no
hay lugar para escupir muy lejos. He comprobado que el de-
partamento no era tan espacioso como parecía cuando me
mudé. Vivo aquí desde hace casi tres meses. Estoy muy
contento y no tengo la intención de cambiar.

Aquí sucede algo nuevo todos los días. Si llegara a
aburrirme, siempre podría comerme las uñas. Porque, ...las
uñas comienzan a crecer. Además ahora tengo músculos en
las mejillas que me permiten aspirar lo que encuentro en el
camino. Podría suceder, ¿no es cierto? ¿Sabe usted lo que sé
hacer además? Puedo hacer pipí sobre el parquet. Pero sola-
mente tres gotas.

33

E

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Juli

¡Caramba!, me siento

mal

y

ÁS

Hoy estoy de mal humor. Mamá está verdaderamente estú-
pida. Si sigue así no podré quedarme aquí. Me iré sin avisar,
No le importa sino ella. He pasado casi toda la noche en una
discoteca. ¡YO! Dormia tranquilamente cuando de golpe of
un ruido infernal y fui lanzado de una pared a la otra, cente-
nares de veces, siempre de un lado para el otro. Tuve gran-
des dificultades para sujetarme y el ruido era ensordecedor,
No pude pegar un ojo durante toda la noche. Mamá no paró
de bailar. Tenía cada vez más ritmo. Si por lo menos hu-
biese tenido algo para golpear en el techo y pedir que cesara
el ruido y volviese la calma. Desgraciadamente no tenía na-
da. Papá y mamá continuaban tranquilamente meneándose.
¡Yeah! ¡Yeah! ¡Yeah!

No era nada divertido para mí. Felizmente mamá se
durmió en seguida, en cuanto estuvo en la cama. Hoy no se
siente demasiado bien. Yo tampoco.

Pienso seriamente en mudarme.

35

Todo está nuevamente en

orden y

El doctor ha venido hoy a visitar a mamá. Ella le habló de al-
gunas pérdidas de sangre. Debe haberse lastimado un dedo.
Terminó por confesarle que había estado un ratito en una
discoteca. ¡Un ratito! ¡Tiene tupé! Yo todavía no me he re-
cuperado de haber sido lanzado de un lado para el otro.
Cuando pienso, me siento todavía raro, como si no pudiese
mantenerme en un lugar tan estrecho. Tengo unas ganas lo-
cas de abandonar el sitio.

Felizmente oí que el médico retaba seriamente a mamá.
Esto me consoló. Por lo menos él me comprende,

Pero después de todo, mamá también me comprende.
Se quedó todo el día en la cama y apenas se ha movido para
Ro incomodarme. Fue verdaderamente adorable de su par-
te. Estoy mucho mejor. En cuanto al departamento, he to-
mado una decisión: me quedo.

37

E

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Juli

¿Vio mis lindas orejitas?

Puedo decirle que pasan cosas en mí. Tengo párpados mag-
nificos: uno en cada ojo. Y cuando me apoyo con la palma de
la mano contra la pared, y algo me empuja desde el exterior,
automáticamente aprieto los puños. No porque esté enoja
do, no. Solamente porque sí, para hacer algo, Es raro. Mi
peso aumenta día a día. Tengo por fin el aspecto de ser YO.
Es bueno que sea así, porque es necesario que todos los que
me miren sepan que soy YO, y no algún otro. Y si alguna
vez mamá viene a verme, ella sabrá inmediatamente que
soy YO. Mis orejas están ahora exactamente en el lugar de-
seado. Buen trabajo, con conducto auditivo, toda clase de
cavidades y otras cosas de este género. Papá se muestra
muy interesado en cuanto a la cuestión de las orejas. Una
noche, cuando papá, mamá y yo estábamos acostados, ha-
blaron en la cama. Of que papá decía: “Ojalá que tenga oreji-
tas graciosas. Yo, por mi parte, querida, he hecho todo lo
Posible, Sabes, es un trabajo difícil lograr un par de lindas
orejitas”.

39

¿Me dará el pecho mamá?

Mamá continúa mirándose sin descanso en el espejo. Se
preocupa especialmente por su pecho. Dice que está hincha-
do. Papá sostiene que está cada vez más duro. Dice: “Si
continúas de esta manera, un día vas a salir volando como
un globo”. Fue papá quien lo dijo. Cuando los dos hablan del
pecho de mamá tengo una rara sensación en la boca: tengo
deseos de comer. ¿Es raro, no? A veces sueño que me apelo-
tono todo contra el pecho de mamá y que como con todas
mis fuerzas. No sé por qué pero es un sueño magnífico, Ma-
má habla mucho de la posibilidad de que “sea criado con
mamadera y no con el pecho”. Criado con el pecho, criado
con mamadera. Esto es demasiado, ¿qué quieren decir?

Ella dice que es posible que no tenga bastante leche.
¿Leche? ¿Para qué?

41

E

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Juli

Doy pataditas a mamá

Protesto. No quiero que mamá fume tanto. Papá le dice
también que debería disminuir el consumo de cigarrillos.
Ella dice que la calman. Entonces le doy una patadita. Inme-
diatamente apaga el cigarrillo y se abstiene de fumar duran-
te algún tiempo. Mis pataditas consiguen que me tenga res-
peto, Por lo tanto, a partir de este momento, le daré patadi-
tas más a menudo. Es la mejor de las amenazas. Quizá sea
una idea. Pero cuando mamá fuma tengo la sensación de
que no puedo respirar.

Mamá tiene también una mamá. La mamá de mi mamá
es su mamá. En una palabra es mi abuela. Mi abuela dice
que las mujeres que fuman demasiado durante el embarazo
tienen hijos pequeños que nacen antes del término. Asi lo di-
ce mi abuela. Cuando dice esto, mamá aplasta en seguida su
cigarrillo en el cenicero. Entonces yo lanzo un suspiro de ali-
vio y lleno mi boca con aire fresco, que llega hasta mis pul-
mones,

Miam, miam, ¡qué bueno!

43

Mama es verdaderamente
extraordinaria

No hay duda de que mamá es extraordinaria, aunque no
fuera sino porque es mi mamá; pero no es siempre fácil li-
diar con ella, No se sabe nunca lo que va a inventar. Ahora
se le ha ocurrido agitarme en todos los sentidos. Y yo no dis-
tingo donde es arriba y donde es abajo. Ella llama a esto
gimnasia para futuras madres. Por todo el oro del mundo,
mi buena señora, ¡pare! Afirma que todo esto lo hace por mí.
Verdaderamente me colma. Se pone de repente en cuatro
patas, agita el trasero, rueda sobre la espalda y hace redon-
deles de bicicleta con sus piernas. A veces mi cabeza gira:
entonces me divierto mucho, Me parece que estoy sobre un
balancín y me hace cosquillas. ¡Zas!, ha vuelto a empezar.
ili, jijil Te suplico, ¡mamá! ¡para!

45

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Julio 2008

Papa se entromete

Es cada vez más difícil vivir con mamá. Estoy harto de oir
sus lamentos. O está constipada, o tiene carne de gallina, o
contracciones, o ardores de estómago, o mil otras cosas. No
existe ni un minuto de tranquilidad. Y ahora papá empieza a
entrometerse también. Dice que nadie se ocupa más de él
No le gusta nada que mamá se queje. Pero si ella no dice na-
da, tampoco le gusta. Dice que puede confiar enteramente
en él. Y cuando lo hace, dice que todo es ridículo. “Exage-
ras todo, dice, no quiero oír nada más sobre el embarazo”.
Dice que todas las mujeres pueden dar a luz un hijo. ¿Dara
luz un hijo? ¿Qué quiere decir con esto?

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Julio 2008

Verdaderamente es muy confortable estar en casa. Si fuera
por mi, nada tendria que cambiar. Tengo ahora circulacién
de sangre propia y soy un encanto. Mamá está mejor. Ten-
go la impresión de que está mucho más calmada. Y cuando
mamá no se pone nerviosa, yo tampoco me pongo nervioso.
Y si mamá y yo no nos ponemos nerviosos, papá no se pone
nervioso. Y si los tres no nos ponemos nerviosos, nadie se
pone nervioso.

Cada noche cuando mamá está en la cama, papá me aca-
ricia. No directamente, por supuesto. Acaricia a mamá, y
mamá dice: “Es maravilloso llevar un ser tan minúsculo en
mi corazón”. Entonces papá contest es simplemente
fantástico”. Luego mamá tiene que permanecer acostada sin
decir nada; entonces papá apoya la oreja y dice: “¡Cucú!”

49

E

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Juli

¿Qué haces, mamá?

Desde hace mucho tiempo oigo un extraño ruido cuando
aplico mi oreja a la pared. Se diría que están frotando un
parquet. No sé de qué se trata, pero of que mamá hablaba
con papá. Es mamá que se fricciona. ¿Qué locura, no? Pero
ella dice que pronto se va a dilatar y es necesario que los te-
jidos de la piel queden suaves y elásticos como una pelota de
goma inflada. Se pone crema grasa y se frota. Pero no sirve
para nada; la piel se estira cada vez más. Papá dice que
pronto va a estar estirada de tal manera que podrá servir de
pista para que él aprenda a patinar.

No me extrañaría que un día lo haga. Poco a poco me he
visto obligado a habituarme a ciertas cosas.

51

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Julio 2008

NS

¡Si solamente tuviese un espejo! Me gustaría verme con pe-
lo. Porque ahora tengo pelo. Si mamá pudiese verme, segu-
ramente diría que me sienta bien, Además tengo jhip!... ta-
as. Cuando guiño los ojos, guiñan también. ¡Hip! He en-
contrado una muy buena posición para dormir. Verdadera-
mente es confortable: el mentón apoyado sobre el pecho. En
esta posición puedo ¡hip!... ¡Ah! Es realmente muy tonto.
No sé lo que es, pero ¡hip!... Otra vez, y vuelve a empezar. A
veces dura varias horas, como si un aire hiciese piruetas en
el aire. ¡Hip! Siento preocupar a mamá con este hipo porque
estoy muy bien aquí y no querría causarle preocupaciones.
Me he dado cuenta de lo que hay que hacer para parar este
hipo estúpido: respirar regularmente, profundamente, y
luego... ¡hip!

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Julio 2004

Estoy al borde de las
lágrimas

Hoy ha pasado algo que me preocupa por lo que va a venir.
Mamá me ha llevado a ver a una señora que se llama parte.
ra. Me acordaré de este nombre, estaré bien prevenido, y
haré todo lo posible para no volver a encontrarla. No quiero
tener nada que ver con ella. Si vuelve a perseguirme con sus
importunidades, le daré simplemente la espalda. No alcanzo
a expresar por qué la encuentro antipática, pero no me gus-
ta. Tiemblo todavía, aunque no me hizo nada. Le sacó san-
gre a mamá y trató de escuchar. Quedé sabiamente inmóvil
y apenas me atreví a respirar, pero mi corazón, ¡idiota de El,
latía tan fuertemente que era inevitable que ella me oyes

Le dijo a mamá que si oía dos clases de latidos de cora-
26n, serían mellizos, ¿Mellizos? No comprendo nada.

¿Dos latidos de corazón?

¡Oh!, el gin pica los

ojos

Ayer pasé un día horrible. Mamá y papá se divirtieron en
grande. Tenían invitados. Mamá comió todo lo que el medi-
co le había prohibido. Yo me sentía espantosamente mal,
Casi me ahogó en un líquido que se llama “gin y vermouth”,
que me infiltró completamente. Yo pataleaba desesperado.
Los ojos me picaban y apenas podía respirar. Golpeé todo lo
que pude contra las paredes. Finalmente mamá dejó de be-
ber y de comer. Dijo que no se sentía bien, y se metió en la
cama, No era para menos.

En cuanto a mí, si muevo un poco la cabeza, tengo la
impresión de que todo es gin y vermouth.

57

E

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Juli

i

Déjenme tranquilo!

No me gusta nada que mamá me lleve a ver a todas las seño-
ras que conoce. Ahora volvemos de lo que se llama curso de
relajamiento. Me molesta oír que le den órdenes a mamá y
que traten de convencerla para que haga pavadas. Estas se-
ñoras podrían dejarnos tranquilos a mamá y a mí para que
podamos aprovechar al máximo el estar juntos los dos. Esta
hueva señora ordenó a mamá que se acostase y se entregase
a la descontracción completa. Es necesario que respire len-
tamente por la nariz y que deje salir el aire por las orejas (o
sería por la boca), en todo caso mu-u-u-u-y lentamente. Ma-
mé eliminaría así todas las tensiones interiores, todas las co-
sas sin importancia y sólo se concentraría en su cuerpo. Es-
to fue lo que dijo la especialista en descontracciön. Cuando
mamá haya comprendido cómo los músculos y la respira-
ción ejercen una influencia recíproca y la importancia de es-

te hecho, sabrá lo que hay que hacer para sentirse mucho
mejor,

¡Bl

59

Un poco menos de ruido,
¡por favor!

Mamá no es una madre cualquiera. Pero no tiene ninguna
noción de cómo se debe respetar a los demás, Mi pequeño
departamento no estaba tan aislado como yo lo creía. Desde
hace poco, estoy muy sensible a los ruidos exteriores. Salto
cuando golpea una puerta. Me estremezco cuando se en-
ciende la radio o cuando ladra un perro. Pero la última idea
que se le ha ocurrido a mamá es verdaderamente atroz. Lo
hace casi todas las noches. Parece que siente antojos de co-
mer algo que se llama pochoclo a cualquier hora. Se levanta
alas dos de la mañana, arroja un paquete de granos de maíz
en una sartén, y los hace estallar con un ruido infernal: ¡pan!
ipan! ¡pan! Me saca de mi dulce sueño y me hace temblar de
miedo.

Hay que tener nervios verdaderamente sólidos, como
YO, para aguantar,

61

E

By Jorgito® - Neuquen - Patagonia Argentina / Juli

Mamá llora

En casa las cosas no marchan. Mamá llora, está deprimida,
sobrepasada, y no soporta nada. Papá la consuela y le dice
que no debe preocuparse por las cosas que dicen las muje-
res. Todo comenzó con la invitación de algunas señoras a to-
mar té con mamá. No hicieron otra cosa, por supuesto, que
hablar de mí. Una señora le dijo que conocía a otra que co-
nocía a otra que había tenido eclampsia. Mamá le preguntó
qué era. La señora le dijo que era una enfermedad que
aquejaba a las mujeres embarazadas. Después otra señora
dijo que tenía una amiga cuya hermana había tenido rubeola
durante el embarazo. Reinó un completo silencio en el salón
hasta que otra señora dijo que había oído decir a una señora
que ella misma había oído a otra que le habían tenido que ha-
cer la cesárea. Y allí mamá empezó a llorar. Y desde enton-
ces llora todo el tiempo. Y si mamá llora, a mí también me
dan ganas de llorar.

iMamé, no llores más, te lo suplico! Papá también dice
que tienes que dejar de llorar.

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¡Soy viable!

E

Ahora puedo estar tranquilo, El médico ha declarado que ya
soy viable. Mamá está en el sexto mes de su embarazo, y si
llega a pasarle cualquier cosa, yo me puedo salvar en un:
cubadora. “¡Gracias, doctor!”. No tengo ninguna intención
de ir a una incubadora, Estoy muy bien donde estoy,

El médico no me ha visto jamás pero sabe todo de mí.
Mido ahora 600 cm y peso 35 gr. No; creo que es al revés:
600 gr. y 35 cm. Ahora estoy rodeado por un envoltorio pro-
tector. Una capa de grasa blanca que me protege de los gol-
pes cuando pataleo o me doy vuelta. A partir de ahora,
puedo dar todas las patadas que quiera sin lastimarme. Las
debo dar muy bien porque dice papá que me va a comprar
zapatos de futbolista. ¡Qué bien!

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¡Mamá compró pañales!

Mamá salió a hacer compras y trajo pañales en gran canti-
dad. La vendedora le dijo que además de su función habitual
podían servir para muchas otras cosas, como babero o como
pequeña sábana en mi cama. ¿Qué función habitual? Pienso
que la vendedora se burló de mamá porque yo no tengo ca-
ma. También compró una cosa que se llama muletón y pe-
queñas bombachas de goma. Y un mameluco para que yo
pueda patalear cómodamente. Esto me parece muy bien
porque creo que pronto voy a batir un récord en esta dis-
ciplina.

‘Cuando mamá volvió a casa con sus compras a papá casi
le dio un síncope. “¿Qué vas a hacer con todo esto? ¿Has
comprado para toda una maternidad, o qué?” Cuando papá
pronunció la palabra maternidad sentí un electroshock. Ma-
má no se sintió muy bien. “Falsa alarma, dijo papá, no es
nada”,

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E

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El fracaso de papá

Mamá volvió a casa con una cosa de plástico que llama mu-
jieca para entrenarse, Quería que papá la bañe y la cambie.
Trató de hacerlo, pero cuando llegó el momento de envol-
verla se le cayó todo al suelo, Fue un fracaso. Papá estaba
muy enojado porque mamá se burlaba de él. Para concluir
con la broma, intentó ensayar otra vez, pero no pudo. Mama
le dijo que era un torpe irremediable.

Me habría gustado ver la muñeca porque mamá dijo que
era adorable y que si yo era igualmente amoroso, ella estaría
muy contenta. La envolvió en el muletén y la acunó suave-

mente en sus brazos. Me habría gustado hacer el ensayo yo
también.

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Mamá ha empezado a hablarme. Entre otras cosas me llama
queridito y adorable vaguito. A veces dice que soy impo-
sible y que si no me porto mejor se va a enojar. Cuando me
dice esto ya no me llama queridito.

Mamá y papá tienen un perrito muy dulce que se llama
Minet. Cuando mamá está en la cama, Minet salta y se
acuesta sobre ella. Casi lego a sentir lo dulce que es. Otras
veces, le doy una pequeña patadita desde. adentro, nada más
que para divertirme; entonces Minet contesta con otra pata-
dita sobre el vientre de mamá. Mamá levanta la cabeza y di-
ce: “Vamos, cálmense los dos)”.

71

Papa y mama tienen
problemas

He ido al doctor con mamá. Papá vino con nosotros. Esta
vez no se trataba de mí. Los dos dijeron que tenían proble-
mas en su vida conyugal. Pero el doctor les dijo que no había
que tomar todo a lo trágico, ni hacerse problemas, porque
en realidad, no se trataba de un problema, agregó. Dijo que
papá debía tomar en consideración los estados de ánimo de
mamá y que después del nacimiento todo volvería al orden.
Cuando of la palabra nacimiento me puse en guardia. No
comprendo muy bien de qué se trata. Pero tengo la impre-
sión de que es una cuestión que interesa a mamá, o a papá, o
a la partera, Parece que alguien está por dar a luz. A mí no
me importa quién, porque no me concierne.

Fue bien extraño cuando el médico preguntó a papá si
guerfa escucharme con la ayuda de un instrumento que lla-
m6 “estetoscopio”. El médico le preguntó si podía oír algo.
Papá contestó: “¡Dios mío, sí, se diría que está corriendo a
toda velocidad sobre patines de ruedas”.

73

Se han escrito libros sobre mi

UN

Yo no me considero nada extraordinario. Sin embargo, se
han escrito sobre mí un montón de libros en todas las len-
guas posibles. Lo sé porque mamá le cuenta a papá las cosas
que lee. De vez en cuando lo hace en voz alta. Papá debería
escuchar, pero no siempre presta atención. Un día mamá di-
jo que había leído en uno de los libros que “el proceso de la
división celular o fisión ocurre cuando la célula del huevo se
pasea en el útero y se divide al principio en dos, luego en
cuatro, finalmente en ocho partes”,

“¿Es una forma maravillosa de reproducción, no te pa-
rece?”, preguntó mamá. “Sí, dijo papá, yo creía que sola-
mente los átomos podían dividirse. Espero que sepan lo que
hacen”.

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Otra vez la partera

Mamá ha vuelto a ver a la partera. Yo me escondí y le volví
la espalda para que ella no se diera cuenta de que estaba con
mamá. Felizmente sólo hablaba a mamá de los ejercicios de
respiración que debía hacer. “Eso la ayudará mucho”, dijo
la partera. Es necesario que haga ejercicios de respiración
del tórax, del abdomen, y que aprenda a jadear. La partera
le explicó cómo debía hacerlo. Me pareció ridículo. Mamá
debe acostarse de espaldas, con las rodillas replegadas, y ja-
dear como un perro que hubiese corrido detrás del gato de la
vecina. Fue lo que dijo la partera. Entonces mamá jadeó, y
me produjo una sensación extraña. Me sentía mal. Quería ir-
me. Cuando volvimos a casa, me asombró que mamá hiciese
todo lo que la gente le dice.

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¡Oh... qué agradable es
el pulgar!

La madre de mi mamá, mi abuela, dijo hoy que le parecía
gracioso imaginar que yo estuviese dentro de mamá dis-
puesto a chupar el pulgar. ¡Chupar el pulgar!, jamás lo hu-
biera pensado. Pero después de que mi abuela lo dijo quise
ensayar para ver si podía hacerlo. No fue tan fácil hasta que
al fin pude agarrar el puigar. Funciona muy bien. Es muy
agradable. Verdaderamente fue hecho para ser chupado. Mi
abuela dijo que los niños que chupan demasiado el pulgar
durante el embarazo nacen con una dureza en el dedo. Miré
bien, pero no tengo ninguna dureza. Será necesario que chu-
pe un poco más el pulgar.

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Hago demasiado alboroto

En estos últimos tiempos he hecho tal alboroto que mamá
llegó a pensar que eran mellizos. “No es posible que uno so-
lo haga tanto lío”, dijo. Cada vez que mamá habla de melli-
20s papá se inquieta porque dice que los mellizos cuestan ca-
ro, Entonces mamá lo tranquiliza. Sobre 85 mujeres emba-
razadas, sólo una alumbra mellizos. Sobre 7.225 nacimien-
tos, una sola vez hay trillizos. Y sobre 614.125, una vez hay
cuatrillizos. Pero agrega que acaba de ver en el diario el
retrato de una mujer pigmea que ha tenido sextillizos, Cuan:
do mamá cuenta esto está verdaderamente ansiosa. Pero
papá no cree demasiado en esta clase de historias. “¿Una
mujer pigmea? ¿Sextillizos? Tienen que ser enanos, hechos
a medida para recoger frutillas”, dice triunfalmente.

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Mamá compró una cuna

SN

>

Papá y mamá me compraron una cuna. Dudaron bastante
antes de decidirse. Papá quería comprar una que tenía for-

de panera, como la de Moisés, pero a mamá no le pare-
bastante bien. Después miraron una hecha en madera,
con una pequeña cama portátil. Pero mamá siempre se acer-
caba al lugar donde había una cuna forrada de género, con
pliegues alrededor, que la señora de la tienda llamaba vola-
dos. Era de color rosa con puntillas en el borde, un balda-
quino de muselina con motas, bordeado también con un vo-
Jado blanco fruncido, Mamá la quería decididamente. “Ésta
o ninguna”, dijo. No quería otra. Pero papá no estaba del to-
do convencido porque era la más cara. Entonces mamá dijo
‘que seguramente sería menos caro ponerme en un cajón co-
mo se hace en el campo para recoger los huevos. “Con un
poco de paja”, agregó. Entonces papá capituló y compró la
cuna con los volados.

Yo solamente me pregunto: “¿Cómo van a hacer para
ponerme adentro?”.

Mamá está en el séptimo mes

Mamá dice que está en el séptimo mes. Está muy nerviosa.
Dice que no sabe cómo va a soportar los dos últimos meses
Yo también estoy un poco inquieto en cuanto a mi porvenir
He vuelto a pensar algunas cosas. Cuando me mudé había
leído en alguna parte del contrato que solamente tenía vali-
dez por nueve meses. Me aflijo un poco pensando en todo lo
que me puede suceder si no obtengo una ampliación más
allá de los nueve meses. Cuando estoy inquieto necesito
chupar el dedo pulgar. Pero con tantas preocupaciones aga-
rro cada día más el pelo de la cabeza, y no el pulgar.

Mamá no soporta quedarse demasiado tiempo parada.
En el autobús muy pocas personas se levantan para ceder-
nos el lugar. Mamá dice que todavia no tiene bastante as-
pecto de estar embarazada, Entonces, cuando busca un lu-
gar, la ayudo un poco. Me apoyo con los pies contra las pa-
redes del departamento y mamá parece mucho más grande,
mas imponente. Inmediatamente alguno se levanta y pre:
gunta: “¿No prefiere usted sentarse?”

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Mido cuarenta centimetros

Me divierto bastante. Me he burlado de la señora que se lla-
ma partera, ¿se acuerda? Mamá y yo fuimos a verla otra vez.
Es muy sensata y mamá la respeta mucho. Toma al pie de la
letra todo lo que le dice, YO, hasta ahora interesaba poco a
la partera. Me llamaba feto. Pero ahora ha comenzado a
hablar de mí como si fuera un niño. Es bastante mejor, ¿no
le parece? Sostiene que ahora que mido más de 40 cm puede
localizarme palpando a mamá. Puede saber cómo estoy
acostado, y cuáles son los miembros que están abajo o an
ba. Dice también que es necesario tener mucha experiencia
para establecer la posición de la criatura pues ésta cambia
todo el tiempo de lugar. Por lo menos, es lo que dice, Adop-
tó un aire muy serio para examinar a mamá. “La cabeza es-

i”, dijo. Entonces me di vuelta a toda velocidad y le

tá aqui”,
mostré exactamente la parte opuesta de mi persona.

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Mama engorda cada vez mas

Al

Papá dice cosas escalofriantes. Dice que mamá se sienta con
las piernas separadas como un parroquiano cuando toma un
vaso de vino en la mesa del boliche. Mamá se defiende di-
ciendo que es la única manera de sentarse para darme sufi-
ciente lugar. Le cuesta también levantarse, Cuando se ha
instalado en un sillón profundo es todo un problema porque
está demasiado pesada. Papá le dice a mamá que está tan
graciosa como un rinoceronte que se ha caído con las patas
para arriba en un pozo de agua y que no puede enderezarse.
Pero de todos modos le tiende la mano para ayudarla. Cuan-
do ella consigue ponerse de pie, trata de agarrarlo para
darle un bife.
Después nos reímos todos. Los tres.

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Mamá en traje de mujer
embarazada

Se produjo. Papá ligó el bife. Tiene la culpa, nunca refle-
xiona antes de hablar. Durante estos últimos días, mamá es-
tá bastante irritable y no aguanta demasiado las bromas. Se
pasea en lo que se llama traje de embarazo, que son unas fal-
das tableadas sostenidas con breteles. Es todo lo que se po-
ne, Dice que ya no entra en los demás vestidos. Cada vez
que se mira al espejo, se sobresalta cuando se ve tan grande,
y casi llora. Para consolarla trato de hacerme lo más pe-
queño posible, pero no sirve para nada. Anoche tenía que
vestirse para ir a una fiesta a la que estaban invitados. “No
tengo qué ponerme”, dijo de pronto mamá. Papá no contes-
16. Pero después de un rato largó: “¿Por qué no te vistes con
una carpa?

Inmediatamente ¡plaf! llegó el bife,

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Papá bromea

Mamá ha comprado muchas cosas, todas para mí. Ayer
compró un catre de baño para lavar y cambiar un bebé. Ma-
má y yo hemos ido hoy a comprar mamaderas. Cuando vol-
vimos a casa llenó una con leche caliente y quería que papá
la probase, pero se negó. Yo habría querido probarla para
ver. Papá dijo que le parecía que la mamadera no tenía una
forma tan linda como la fuente natural de leche de mamá.
“No seas tonto”, dijo mamá,

La madre de mamá, mi abuela, encontró que el catre era
demasiado alto. Cuando oí la contestación de papá se me
cortó la respiración. “Un catre demasiado alto, que:
má, dijo papá, es todo lo que hace falta. Será má
cuando el bebé se caiga si estamos mirando televisión en el
cuarto de al lado”.

E

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Papá bromea

Mamá ha comprado muchas cosas, todas para mí. Ayer
compró un catre de baño para lavar y cambiar un bebé. Ma-
mé y yo hemos ido hoy a comprar mamaderas. Cuando vol-
vimos a casa llenó una con leche caliente y quería que papá
la probase, pero se negó. Yo habría querido probarla para
ver. Papá dijo que le parecía que la mamadera no tenía una
forma tan linda como la fuente natural de leche de mamá.
“No seas tonto”, dijo mamá

La madre de mamá, mi abuela, encontró que el catre era
demasiado alto. Cuando of la contestación de papá se me
cortó la respiración. “Un catre demasiado alto, querida ma-
má, dijo papá, es todo lo que hace falta. Será más fácil oír
cuando el bebé se caiga si estamos mirando televisión en el
cuarto de al lado”.

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Papä se burla de mi abuela

"

y

Mamá y yo tomamos cursos de puericultura. No sé de qué
se trata porque la mayor parte del tiempo me duermo en lu-
gar de oír. Mamá quería que papá también participara. Pero
contestó que sabía lo esencial sobre los niños y que nadie
podria enseñarle algo más. “Los niños necesitan siempre te-
ner la parte superior de su cuerpo con líquidos a su disposi-
ción, y la parte inferior, seca y limpia. No necesito aprender
a cambiar pañales, agregó. En los Estados Unidos los niños
no mojan sus pañales porque las madres son muy inteligen-
tes: les dan leche en polvo. Sólo hay que pasar la aspiradora
algunas veces por semana para tenerlos limpios”.

Éstas son las cosas que a papá le gusta decir cuando mi
abuela escucha. Se siente entonces ultrajada y papá se di-
vierte, Tengo verdaderamente un papá gracioso. Me gusta-
ría conocerlo algún día

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Mamá está en el octavo mes

Cuando alguien le pregunta, mamá contesta que está en el
octavo mes. Siempre hay alguien que pregunta. Todos quie-
ren saber para cuándo será. A mí me gustaría que hablasen
de otra cosa. Me pone nervioso. Tengo una extraña impre-
sión: parece que todo lo que va a pasar tiene que ver conmi-
go. Yo no quiero esto. Lo digo de una vez por todas. No
quiero saber nada.

Debo ocuparme de mi peso. La partera, la gran zorra,
dice que he aumentado dos kilos durante las seis últimas se-
manas. Mamá engorda también y la partera dice que debe
tener un poco de cuidado con las calorías. Creo que va a ser
necesario que yo lo haga también porque si no, no voy a te-
ner más sitio. Voy a dejar de chupar el pulgar, quizá está lle-
no de calorías. Será por eso que engordo.

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