De nuevo podemos recreamos ante una exposición otrevido, despojada de
prejuicios. Pero a ésto ya nos tiene acostumbrados Xusto Moredo, porque su len-
Que arístico es lo inconfundible sustancia originaria de su personalidad. Su pin.
Aura se convierte en confesión: arte y vide se equiporan.
Su copacidad de autodidacta, desprovisto del lastre de una formación acodé-
mico, le copocito para emplear los recursos de una factura creadora, sin ningún
tipo de reservas y con uno acusado osadía: Su pintura nada convencional,
propugno uno libertad e independencia absolutos tanto en su temática y motivos
como en su esto. Aquí, se manifiesto una nuevo y tenso relación ente los mundos
interior y exterior, porque su pintura independiente del gusto y los medios dominon-
tes, es uno confesión vial
El color, en la pintura de Xusto, se convierte en su medio de expresión y con él,
plosmo directomente los imagenes tonto los presentes como los pasados. En esta
nueva muestra copurafrogmentos o secuencios de “sy historia y termino reposon-
do su vido y reconstruyendola para nosotras: los calles de su Ribadeo na-
tol donde jugabo con la bicicela, los jorrones rebosantes de flores slestres
que aan cade Cerquda la selec de ue con sil, los fle
ros slenciosos, auseros que nos remilen los grandes del barraco español y cuyos
tonos, suaves, rosados, nos transportan a Morandi.
eso sobretodo; son los enormes y belisimos óleos, donde la dualidad hombre-
mujer nos sugieren esa ambigüeded que es una constante en su pinturo. Estos
imagenes distintas y seductoras, iluminados por un colorido vibrante, mantienen
olera nuesto curiosidad, Gracios sus rostros y cuergos en los que se mezclan
ficción y vivencias propias. Estos habitontes de un mundo onírico, inventados por
su imaginación, son símbolos trágicos y eternos y ol aporecer frágiles
y delicados ante el espectador, inundados por los ritmos cunilineos
son elrefej y o respueso uno manera de ser diferente