5 pasos para mejorar mi escuela

ELIZABETHMORALES152 5,402 views 7 slides May 26, 2018
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5 pasos para mejorar mi escuela


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5 Pasos para mejorar mi escuela
Todos los días muchas escuelas emprenden procesos de mejora. El
sistema educativo está lleno de buenas experiencias, de docentes,
directores e inspectores con vocación e impulso que muestran que aun
en las condiciones más adversas mejorar es posible.
En esta sección los pasos clave para planificar y llevar a cabo
proyectos de mejora en la escuela.

Construir buenas escuelas
Todos apuntamos a construir buenas escuelas, pero… ¿Qué es una buena escuela?

En el siguiente documento una definición posible y algunos conceptos para
pensar(se) y proyectar(se) y, por qué no, poner en discusión con todo el equipo
docente.
El diagnóstico institucional
2. La definición de objetivos
3. La planificación
4. Implementación y monitoreo
5. La evaluación

Para ampliar
 El trabajo del director y el proyecto de escuela. Una publicación del Ministerio de
Educación de la Nación.

Claves para transformar mi escuela
 Desconfiar de las miradas mágicas: los cambios llevan tiempo.
 Decidir los objetivos de manera participativa.
 Incluir la mayor cantidad de actores posibles.
 Planificar acciones, tiempos y responsables
 Considerar los datos de la escuela para tomar decisiones
 Monitorear avances y permitirse revisar y ajustar lo planificado
 Valorar y compartir los logros. Serán el punto de partida para
mejorar aun más!
. El diagnóstico institucional

El punto de partida de cualquier proceso de mejora es detectar qué hacemos bien y
qué podemos mejorar. El diagnóstico permite sumergirse en ese análisis,
desnaturalizando prácticas y valorando los resultados desde los datos. ¿Cómo realizar
este análisis de la escuela? ¿Qué mirar y de qué modo?
Descargue el siguiente documento que contiene preguntas, pautas y sugerencias
para hacer un diagnóstico de la escuela.

 La definición de objetivos
 ¿Hacia dónde nos orientaremos en el trabajo de este año? ¿Qué escuela
queremos construir? Definir objetivos colectivos de trabajo para soñar juntos la
escuela y alinear esfuerzos.

 Descargue orientaciones y sugerencias para convocar a los docentes y
construir una mirada común sobre lo que buscamos lograr como equipo:
 La planificación
 ¿Cómo haremos para llegar desde la situación actual a la situación
deseada? La planificación ofrece respuestas a esta pregunta y permite organizar
tiempos, espacios, recursos y personas para que el proyecto se haga realidad.

 Plan de gestión. En este documento algunas claves a tener en cuenta al momento
de planificar acciones de mejora.
 Grilla para planificación: poder volcar lo planificado a un documento compartido
es clave para que lo proyectado se vuelva realidad. Acercamos una herrmienta
para organizar y comunicar las acciones a desarrollar.
 Implementación y monitoreo
 La acción vuelve real lo planificado… pero a veces también lo pone a
prueba! Es necesaria mucha flexibilidad, atención y reflexión para acompañar la
puesta en acción y mantener vivo el impulso de mejora en el tiempo.

 Aquí algunos consejos para monitorear las acciones, acompañar a los
docentes, organizar los equipos e identificar los primeros logros.
 5. La evaluación
 La evaluación vuelve visibles los resultados obtenidos, permite analizar los
efectos de las acciones, celebrar y compartir los logros e identificar aquello
que aún resta mejorar. Es el proceso que cierra el ciclo. Pero al hacerlo abre uno
nuevo: ¿Qué cosas nuevas podemos seguir mejorando?

 Algunas ideas para el momento de evaluar. ¿Qué indicadores observar y
cuándo? ¿De qué manera comunicar los resultados a docentes y familias?
Descargue la herramienta de diagnóstico “Qué es una buena escuela” para identificar
prioridades de mejora.

Para leer

Construir el sentido compartido
Cada ciclo escolar inaugura la posibilidad de volver a mirarnos como institución, valorar y
celebrar los logros alcanzados y proyectar aquellos que queremos alcanzar.

Construir el sentido compartido
Fortalecer mis habilidades, Mejorar la escuela

Cada ciclo escolar inaugura la posibilidad de volver a mirarnos
como institución, valorar y celebrar los logros alcanzados y
proyectar aquellos que queremos alcanzar. Si bien en la escuela
todos los años se parecen (siempre hay clases, 25s de mayos,
ferias, evaluaciones, boletines…) cada año tiene (o puede tener)
un tinte particular.
Un año podemos proponernos
mejorar la enseñanza de la ciencia y embarcarnos todos juntos en un proceso de reflexión
didáctica vinculada al área; otro podemos definir centrarnos en las prácticas de evaluación
transversales a las asignaturas, definiendo qué instrumentos usamos, qué valoramos de
las producciones de los chicos y por qué, y qué sentido le damos a esas instancias; un
tercer año puede ser la oportunidad de instalar un proyecto comunitario, que nos acerque
a las familias y al barrio potenciando las relaciones vinculares y demostrando lo mucho
que el aprendizaje escolar puede impactar en la comunidad. Y así sucesivamente.
El inicio del ciclo escolar nos invita a pensar justamente eso: ¿Cuál será el proyecto que
dará impulso y unirá las fuerzas de todos en 2016? ¿Qué queremos lograr como escuela
este año?
Ahora bien, para mejorar la escuela es necesario partir de consensos, construyendo desde
el inicio una visión común sobre lo que es una buena escuela y pensando qué
necesitamos mejorar para acercarnos a ese ideal. El momento inicial del año es la
oportunidad de encauzar la creatividad y experiencia del equipo docente hacia un objetivo
común.
Algunas sugerencias para convocar al equipo a pensar las metas del año:
o Compartir el diagnóstico y analizarlo entre todos. El primer paso es definir qué
queremos lograr. Por eso, el punto de partida es tener claro en qué fuimos buenos el año
anterior y en qué aspectos necesitamos mejorar. Si bien el diagnostico mira y recoge datos

del pasado, el sentido es pensarlo como un impulso hacia adelante. Nos marca las
fortalezas sobre las cuales estamos parados para dar el paso que sigue.
Una buena idea para compartir esta mirada es generar una reunión con el equipo docente
en la que se presente una síntesis de los indicadores de la escuela del último tiempo: los
datos de repitencia, abandono, cantidad y porcentaje de alumnos aprobados y
desaprobados por año y por materia, e inserción de los alumnos en el nivel siguiente de
enseñanza son un buen inicio. A partir de los datos es posible trabajar con hipótesis que
expliquen las causas de esos resultados: ¿A qué se debe la evolución de estos
indicadores? ¿Por qué un indicador se acentúa en ciertos años o materias? ¿Qué razones
explican que los alumnos desaprueben algunas materias? ¿Por qué hay otras materias
que sí aprueban? ¿Qué contenidos se consideran? ¿Qué proponen los diseños
curriculares al respecto? ¿Qué puede hacer la escuela para mejorar las trayectorias y
aprendizajes de los alumnos? Este análisis colectivo potencia la identificación de aspectos
institucionales o de enseñanza que están bien y aquellos que es necesario mejorar. Así, se
construye una visión de las dificultades que involucra al equipo de manera activa, como
profesionales reflexivos y pensantes.
 Realizar talleres de reflexión y estudio de casos. El caso que se presente puede ser
real o ficticio. Lo importante es que la situación y las preguntas que la acompañan
despierten reflexiones sobre la escuela. Una posibilidad es tomar el caso de algún alumno
con una trayectoria escolar discontinua y analizarlo. Considerar su desempeño, su
ausentismo, si repitió algún grado, cómo se siente en la escuela, en qué materias le va
bien y en cuáles no, qué estrategias se han intentado para acompañarlo y cómo han
resultado, etc. El equipo directivo conduce la reflexión a pensar qué podría hacer la
escuela para ayudar al alumno.
En estas conversaciones suelen hacerse explicitas las ideas de cada docente respecto del
aprendizaje, su responsabilidad y la de la escuela. El equipo directivo debe formular
preguntas que “desestabilicen” las nociones naturalizadas. También, otras que lleven a los
docentes a pensar que el caso analizado no es singular sino que representa la situación de
gran parte del alumnado. Por último, el equipo directivo pone en común los problemas de
la institución que han aparecido en las discusiones, los analiza en función de evidencia
(por ejemplo, indicadores) y propone un espacio para construir o revisar objetivos para el
trabajo del año.
o Proponer reuniones con actividades y dinámicas más allá de lo discursivo. En las
reuniones en las que se discuten los objetivos anuales pueden realizarse diferentes
dinámicas que pongan en acción a los docentes logrando hacer manifiesta la necesidad de
trabajar de manera coordinada, y reforzando el sentimiento de pertenencia. Es importante
planificar esos espacios de manera de dar lugar a la voz de los distintos participantes. No
se trata de una reuniones informativas, sino creativas. En el libro “Decálogo de la mejora
escolar”, de Gvirtz, Abregú y Paparella (2015) se proponen algunas dinámicas e ideas
para reuniones de equipo.
La escuela involucra a más de una persona, ¡y es positivo que así sea! Dos cabezas
piensan mejor que una, y una escuela entera, mucho mejor que personas aisladas. Cada
miembro de la comunidad educativa aporta desde su lugar a la comprensión de la realidad
escolar y trae experiencias, ideas y estrategias para pensar en cómo encarar el año. El
sentido es siempre la mejora: partir de lo que está bien, para hacerlo aún mejor. ¿Qué
objetivo se propondrán como escuela este año? ¡Compartí tu experiencia de mejora!
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