AGENDA Bienvenida Oración Lectio Divina: San Lucas 18, 1-8 Directorio para la Catequesis. Cap. IV: “La Formación del Catequista”. Receso . Integración Navideña Escuelita de la Fe Varios.
Lc . 18, 1-8
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer. «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”. Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:
“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”». Y el Señor añadió:
«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».
S./ Palabra del Señor.
Directorio Para la Catequesis Cap. IV: FORMACIÓN DEL CATEQUISTA
1. Naturaleza y finalidad de la formación de los catequistas La formación es un proceso permanente que, bajo la guía del Espíritu y en el seno vivo de la comunidad cristiana, ayuda al bautizado a tomar forma, es decir, a desvelar su identidad más profunda , que es la de hijo de Dios en una relación de profunda comunión con los demás. El trabajo formativo actúa como una transformación de la persona, que interioriza existencialmente el mensaje del Evangelio, para que ello pueda ser luz y orientación en su vida y misión eclesiales, conformándolo con Jesucristo.
2. La comunidad cristiana, lugar privilegiado de la formación La comunidad cristiana es el origen, el lugar y la meta de la catequesis . La comunidad cristiana, con la variedad de sus carismas y ministerios , es el ambiente natural en el que se aprende y se vive la vida de fe.
3 . Criterios para la formación Formar en una espiritualidad misionera y evangelizadora. Entender la catequesis como formación integral. Desarrollar un estilo de acompañamiento. Coherencia entre los estilos formativos. Cultivar la disposición para aprender y la autoformación. Favorecer la dinámica del laboratorio en el contexto grupal.
4. Las dimensiones de la formación La formación del catequista incluye varias dimensiones. La más profunda hace referencia al ser catequista, incluso antes del hacer de catequista: la formación lo ayuda a madurar como persona , como creyente y como apóstol . Ser y saber ser con: madurez humana, cristiana y conciencia misionera. Saber : formación bíblico-teológica y conocimiento de la persona y del contexto social. Saber hacer : formación pedagógica y metodológica.
5. La formación catequética de los candidatos a las Órdenes sagradas La calidad de la catequesis en una comunidad depende también de los ministros ordenados que se ocupan de ella. Por esta razón , a lo largo del proceso formativo de los candidatos a las Órdenes sagradas , no puede faltar una instrucción específica sobre el anuncio y la catequesis. Los Obispos se encargarán de integrar las indicaciones antes mencionadas en los proyectos formativos de sus seminaristas y candidatos para el diaconado permanente. También prestarán una especial atención a la formación catequética de los presbíteros , especialmente en el contexto de su formación permanente.
6. Centros de formación Los Centros de formación básica para catequistas, con enfoque parroquial , inter-parroquiales o el diocesano, tienen la tarea de proponer una formación sistemática fundamental . Los centros de especialización, de carácter diocesano, inter-diocesano, o nacional, tienen el objetivo de promover la formación de animadores y responsables tanto de catequesis como de catequistas que pretenden especializarse en este servicio de una manera más estable. El nivel formativo de estos centros es más exigente y, por lo tanto, la intensidad educativa es más prolongada y pide más tiempo. Los centros superiores para expertos en catequética, a nivel nacional o internacional, ofrecen a los presbíteros, diáconos, personas consagradas y laicos una formación catequética de nivel superior , con el objetivo de preparar a los catequistas responsables de la catequesis a nivel diocesano o en el ámbito de las congregaciones religiosas .