jossuealanhernndezga
1 views
8 slides
Oct 04, 2025
Slide 1 of 8
1
2
3
4
5
6
7
8
About This Presentation
presnetacion
Size: 1.48 MB
Language: es
Added: Oct 04, 2025
Slides: 8 pages
Slide Content
Corrientes pedagógicas contemporáneas Doctorante: Jossué Alan Hernández Gámiz
Hablar de paradigmas en el ámbito educativo implica reconocer que no existe una única manera de concebir, organizar o practicar la enseñanza y el aprendizaje. En términos generales, un paradigma es un conjunto de creencias, valores, conceptos y prácticas que comparten los miembros de una comunidad científica o académica, y que orientan la forma en que se interpreta la realidad. En el campo educativo, los paradigmas pedagógicos son modelos teóricos que explican cómo ocurre el proceso de enseñanza-aprendizaje, qué papel juegan los actores educativos (docente, alumno, contexto), cuál es la naturaleza del conocimiento y cómo debe ser transmitido o construido. Según Cerezo (2006), los paradigmas se constituyen en “corrientes pedagógicas contemporáneas” que responden a distintos momentos históricos, filosóficos y epistemológicos. Estas corrientes representan discursos vigentes sobre la formación del ser humano, y han sido formuladas para dar respuesta a los desafíos sociales, políticos y culturales que enfrentan las sociedades modernas. Cada uno de estos modelos paradigmáticos establece sus propios fundamentos teóricos y metodológicos, y propone una visión particular del hecho educativo. A continuación, se describen cinco de las principales corrientes pedagógicas que configuran el panorama contemporáneo: la Escuela Nueva, la Pedagogía Liberadora, el Enfoque Cognitivo, el Constructivismo y la Teoría Sociohistórica. Introducción
El paradigma de la "Escuela Nueva" urgió a finales del siglo XIX como una respuesta crítica a la escuela tradicional, caracterizada por su rigidez, autoritarismo, verbalismo y magistrocentrismo. También conocida como escuela activa, esta corriente busca revalorizar la educación desde una visión más humanista, centrada en el desarrollo integral del niño. Inspirada en la psicología del desarrollo infantil, la Escuela Nueva considera que todo aprendizaje debe partir de los intereses del educando y que el rol del maestro debe ser el de un facilitador y guía, no una figura autoritaria. En lugar de programas rígidos, se promueven actividades libres, el contacto con la naturaleza y la vida cotidiana como fuente de aprendizaje, así como una relación afectiva entre docente y alumno. Figuras como Rousseau, Dewey, Montessori, Piaget y Freinet fueron fundamentales para consolidar esta perspectiva, que representa una revolución en la manera de concebir la educación, el aula y los contenidos.
El paradigma de la "Pedagogía liberadora" Impulsado principalmente por Paulo Freire en las décadas de 1960 y 1970, propone una visión crítica y transformadora del acto educativo. Freire rechaza la “educación bancaria”, donde el docente deposita conocimiento en alumnos pasivos, y propone en su lugar una educación problematizadora, donde el estudiante es sujeto activo de su aprendizaje y de la transformación de su realidad. La pedagogía liberadora se centra en el diálogo, la concientización y la emancipación de los oprimidos. Se trata de una corriente con un profundo compromiso social y político, que parte del contexto del alumno para construir conocimiento y desarrollar pensamiento crítico. Freire introduce conceptos como deshumanización, dialogicidad , opresor-oprimido y educación como práctica de la libertad, que permiten repensar la función de la escuela en sociedades desiguales y excluyentes. En este enfoque, la educación se convierte en un medio de liberación y participación democrática.
El paradigma del "enfoque cognitivo" En contraste con las posturas tradicionales y conductistas, el enfoque cognitivo se desarrolla como parte de la llamada “revolución cognitiva” en la segunda mitad del siglo XX. Este paradigma retoma el interés por los procesos mentales internos del aprendizaje: la memoria, la atención, la percepción, la resolución de problemas y la metacognición. Investigadores como Piaget, Bruner, Chomsky y Simon lideraron estudios que, desde diversas disciplinas, pusieron en evidencia la importancia de la mente en el proceso educativo. La cognición es concebida como un proceso activo de representación mental y de procesamiento de la información. A diferencia del conductismo, que se limita a observar estímulos y respuestas, el cognitivismo propone una visión más compleja del aprendizaje, basada en estructuras internas, esquemas, hipótesis y estrategias de pensamiento. Este enfoque ha influido notablemente en la enseñanza de habilidades cognitivas, el diseño instruccional y el uso de tecnologías para el aprendizaje.
El paradigma del "enfoque constructivista" Muy vinculado al enfoque anterior, el paradigma constructivista se consolida como una de las propuestas pedagógicas más influyentes en la actualidad. Su idea central es que el conocimiento no se transmite ni se copia, sino que se construye activamente a partir de las experiencias previas, los esquemas mentales y la interacción con el entorno. El alumno es un sujeto activo que reorganiza, modifica y genera nuevas estructuras de conocimiento. El constructivismo, más que un método, es una epistemología del aprendizaje, que cuestiona el papel tradicional del maestro como único transmisor de saberes. En cambio, promueve una relación horizontal y reflexiva entre docente y alumno. Esta corriente reconoce que toda enseñanza implica cierta imposición de estructuras, pero también subraya la necesidad de que el alumno las asimile críticamente. Así, el aprendizaje significativo surge cuando el nuevo conocimiento se conecta con el saber previo y se transforma. El constructivismo se alimenta de las ideas de Piaget, Bruner, Vygotsky y otros pensadores que han cuestionado el autoritarismo educativo y reivindicado el derecho del alumno a construir su propio saber.
El paradigma de la "Teoría socio histórica" Finalmente, el paradigma de la teoría sociohistórica, desarrollado por Lev Vygotsky, pone énfasis en el carácter social y cultural del aprendizaje. Vygotsky sostiene que todo conocimiento tiene su origen en la interacción social y que las funciones psicológicas superiores se desarrollan primero entre las personas ( interpsicológicamente ) y luego en el interior del individuo ( intrapsicológicamente ). Su concepto clave, la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), define el espacio entre lo que el alumno puede hacer solo y lo que puede hacer con ayuda de otros, lo cual implica que el aprendizaje auténtico es el que promueve desarrollo. Esta teoría incorpora elementos del marxismo, la psicología cultural y la lingüística, y plantea que el desarrollo cognitivo está condicionado por el contexto histórico-social del individuo. En este sentido, el conocimiento no está en el cerebro aislado sino en las relaciones sociales mediadas por el lenguaje, los símbolos y la cultura. El aprendizaje es, por tanto, una construcción situada, dependiente del entorno, de las herramientas culturales y del acompañamiento de otros, como adultos o compañeros más capaces.
Conclusión En conjunto, estos cinco paradigmas ofrecen diferentes formas de concebir la educación y aportan herramientas valiosas para rediseñar la práctica docente. Entender sus fundamentos filosóficos y metodológicos permite a los educadores asumir con conciencia crítica el tipo de enseñanza que desarrollan en el aula, reconociendo que toda práctica educativa responde a un marco paradigmático, aunque a veces este no sea explícito.