El espejo africano 1

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Resumen de la historia leída


Slide Content

El espejo africano

Imaoma era un joven cazador. Atima era una
hermosa muchacha buena en el arte de teñir
plumas.

Imaoma miró a Atima por la mañana,
por la tarde y por la noche.
Todo estaba dicho
era invitación a boda.

Se produjo la boda con grandes festejos para
todo la gente de la aldea.

Atima le dió a su esposo un brazalete de piel
como regalo.
Imaoma le dió a su esposa un pequeño espejo
enmarcado en ébano que él mismo había tallado.

Al año siguiente los tambores empezaron a
anunciar la desgracia.
Los tambores resonaban roncos y tristes.

Pasaron tres años de la boda.
Atima estaba juntando frutos con su pequeña
hijita que llevaba todavía el nombre de sus
padres: Atima Imaoma.

De repente, unos hombres de piel descolorida las
miraban. Eran cazadores de hombres que
preparaban las redes.

La niñita fue atrapada por ellos.
Su madre peleó y gritó con toda su fuerza.

Atima hizo llegar a la niña el espejo tan
apreciado por ella.

Tiempo después la situación económica de la
familia era desesperante y debieron vender a
Silencio.

Un matrimonio compra a la niña dándole el
nombre de Silencio. Fue destinado a ser la
doncella de la única hija que tenían.

Silencio recibió buena comida, buena ropa y
educación. Raquel y Silencio crecieron juntas.

Silencio fue comprada para una hacienda en la
provincia de Mendoza.

La última noche Silencio pudo saber su nombre.
El espejo le mostró ATIMA IMAOMA.

Raquel prometió ir a buscarla algún día.

Años después, Atima Imaoma obtuvo el permiso
del amo para casarse con un esclavo . Tuvieron
una hijita a la que llamó Atima Silencio.
Aquí se unían 2 partes de su vida África-América.

El carro de la peste llegó a Mendoza. En él se
fueron los padres de Atima Silencio.

Una noche Atima Silencio tomó el espejo que su
madre le había heredado y escapa de allí.

El amo le dió la libertad a Atima Silencio por
haber salvado la vida de su hijo.

Atima Silencio se encontró entre los soldados.
Estaban en los preparativos de la Campaña
Libertadora

Atima Silencio entrega su espejo al General San
Martín.

Después de la partida del Ejército Libertador
hacia Chile comenzaron para Atima Silencio años
difíciles. Sólo conseguia trabajos duros y
temporarios… La libertad era amarga.

En esos años Raquel, quien había contraído
matrimonio y tenido dos hijos, decide ir a
buscarla.

Raquel encuentra la tumba de Atima Imaoma.
Mientras hablaba con ella, llega al lugar Atima
Silencio.

Las dos mujeres se emocionaron.
Raquel le ofrece volver con ella ocupando el lugar
que una vez tuvo su madre.