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Oct 16, 2025
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About This Presentation
suicidio y la afectacion psicologica en adultos mayores
Size: 15.12 MB
Language: es
Added: Oct 16, 2025
Slides: 24 pages
Slide Content
El Suicidio en la Vejez Psicología clínica con adultos y tercera edad
Mitos respecto del suicidio en la vejez
“El anciano que se quiere matar, no lo dice” Criterio científico: de cada diez personas que se suicidan, nueve dijeron claramente sus propósitos suicidas y la otra dejó entrever las intenciones de acabar con su vida. Esto nos pone frente a dos elementos de fundamental importancia: que en ocasiones el viejo no revela su intención y que, en otras, cuando lo hace, no encuentra un interlocutor válido en el personal de salud. Entonces, tenemos que poner el eje en el entrenamiento especializado de aquellos que recibirán la comunicación suicida del anciano, en el caso de que sean profesionales. En el caso que no lo sean, es de fundamental importancia la divulgación responsable y correcta de estos temas para que la familia y/o los cuidadores puedan estar atentos no solo a lo manifestado, sino también a señales paraverbales que deben ser traducidas.
“El que lo dice, no lo hace” Criterio científico: todo el que se suicida expresó con amenazas, gestos o cambios de conducta lo que ocurría. Se suman a esto situaciones de soledad y aislamiento en la vejez. La escasa visibilidad de los ancianos lleva al desconocimiento de sus necesidades y deseos.
“Preguntarle al anciano que se siente anímicamente mal, prisionero de la desesperanza o la depresión, si ha pensado en matarse, le puede introducir esa idea en su mente e incitarlo a que lo realice” Criterio científico: está demostrado que hablar sobre el suicidio con una persona en tal riesgo puede ser la única posibilidad que ofrezca el sujeto para el análisis de sus propósitos autodestructivos.
“El acercarse a un anciano en situación de persona en crisis suicida sin la debida preparación para ello, sólo mediante el sentido común, es perjudicial y se pierde el tiempo para su abordaje adecuado” Criterio científico: si el sentido común nos hace asumir Una postura de paciente y atenta escucha, con reales deseos de ayudar al sujeto en crisis a encontrar otras soluciones que no sean el suicidio, se habrá iniciado la prevención. Es necesario tomar conciencia de que el suicidio en la vejez es una situación de emergencia sanitaria y como tal, requiere de la utilización de todos los recursos con los que podamos contar. una charla de “sentido común” con un amigo, conocido o familiar, podría ser el primer paso para que la persona busque ayuda especializada.
“Solo los psiquiatras y psicólogos pueden prevenir el suicidio” Criterio científico: es verdad que son profesionales experimentados en la detección del riesgo suicida y el manejo de este, pero cualquier persona interesada en colaborar puede ser valiosa en la prevención y en acceso al pedido de ayuda profesional. Se abre entonces la posibilidad de armar redes de apoyo social que sostengan la labor profesional.
“Un anciano que se va a suicidar no emite señales de lo que va a hacer” Criterio científico: el problema en nuestra sociedad radica en que un número importante de ancianos viven solos y están aislados, lo que complica decodificar las señales emitidas por el suicida, hasta que muchas veces ya es tarde.
“El que intenta un suicidio es un cobarde” Criterio científico: los ancianos que intentan el suicidio no son cobardes, sino personas que sufren al estar inmersas en una crisis suicida y no cuentan con otros mecanismos de adaptación que no sean la autoagresión. El concepto de suicida cobarde vs. valiente dispuesto a vivir no hace más que aumentar el aislamiento en que se encuentra la víctima.
“El que intenta el suicidio es un valiente” Criterio científico: los que intentan el suicidio no son valientes ni cobardes, pues la valentía y la cobardía son atributos de la personalidad que no se cuantifican o miden según la cantidad de veces que la persona intenta quitarse la vida o se la respeta.
“Solo los viejos se suicidan” Criterio científico: los ancianos realizan menos intentos de autodestrucción que los jóvenes y utilizan métodos mortales al intentarlo, lo cual conlleva al suicidio con más frecuencia. Los jóvenes se autoagreden con mucho mayor asiduidad, generando otro tipo de fenómeno que requiere un modelo de prevención diferente.
“Prevenir el suicidio en los ancianos es muy difícil porque no dan señales cuando van a suicidarse” Criterio científico: los ancianos emiten señales muy sutiles y difíciles de percibir aun para una persona muy entrenada.
“Los suicidios que ocurren son racionales, por lo que es difícil su prevención” Criterio científico: es frecuente que la vejez traiga consigo el padecimiento de varias enfermedades, que pueden afectar la calidad de vida y llevar a un estado de ánimo depresivo en el que los deseos de morir, de no ser una carga o la concepción que ya se ha vivido lo suficiente pueden parecer racionales
La comunicación suicida en la vejez
Es un proceso de intercambio de información significativa a través del lenguaje verbal y paraverbal, que requiere de un emisor, un receptor, un mensaje codificado enviado por el emisor que debe ser decodificado por el receptor, un canal, medios de comunicación y la retroalimentación para consumar el proceso de la comunicación. Dicho proceso puede verse entorpecido en cualquiera de sus componentes, lo que interfiere la captación del sentido del mensaje enviado , y, por lo tanto, el eficaz intercambio informativo . La comunicación
Por el lado de la familia, la comunicación con el anciano puede estar comprometida por considerarse que lo que va a expresar no tiene valor, por ende, no hace falta escucharlo, o porque la familia tiene otras prioridades y carece del tiempo necesario para prestarle la debida atención. Del lado del profesional de la salud, puede ocurrir que se maneje con conceptos o teorías “viejistas”, a través de los cuales considera que la vejez y la enfermedad son sinónimos, percepción que conduce de manera lógica a naturalizar las enfermedades que podrían llegar a ocurrir en esta etapa de la vida, con la consiguiente desatención del sujeto que sufre y padece una enfermedad También puede suceder que se tengan juicios de valor o criterios equivocados que conspiran contra la aceptación de determinados temas y aunque se le preste atención a los que nos está diciendo, estos juicios impiden una correcta evaluación de lo que comunica el anciano. Por ello muchas personas consideran que el anciano emite menos señales suicidas que los jóvenes, mientras lo que ocurre es que son diferentes, asumiendo muchas de ellas formas de presentación no bien conocidas y, por lo tanto, no tenidas en cuenta.
La comunicación suicida La definimos como una serie de manifestaciones conscientes o inconscientes de la tendencia suicida que deben aparecer durante una crisis suicida para ser considerada como tal y que se pueden clasificar en: Comunicación suicida directa verbal: se expresan explícitamente los deseos del sujeto de poner fin a su vida Comunicación suicida directa no verbal: es aquella en la cual se realizan determinados actos que indican la posibilidad de que se realice un acto suicida en breve plazo, como acceder a los métodos, dejar notas de despedida, repartir posesiones valiosas, etc. Comunicación suicida indirecta verbal: es aquella en la cual se expresan frases que no manifiestan las ideas suicidas explícitamente, pero si están implícitas en dicho mensaje. Comunicación suicida indirecta no verbal: no indica la posibilidad suicida inminente, pero sugiere la ocurrencia de una muerte prematura: hacer testamentos, planificar los funerales, predilección por los temas relacionados con el suicidio, lecturas relacionadas, etc.
Formas más frecuentes de comunicación suicida directa verbal Había dicho que tenía ideas de matarse Había dicho que tenía deseos de morirse Había dicho que no quería seguir viviendo Había dicho que los demás se sentirían mejor si no existiera Había dicho que la vida no era digna de ser vivida Había dicho que quería matarse Había dicho que era mejor estar muerto que vivo Había dicho que quería terminar de una vez por todas
Formas más frecuentes de comunicación suicida directa verbal Había dicho que no quería ser una carga para los demás Había dicho que la vida no valía la pena vivirla Había dicho que le gustaría dormirse y no despertar nunca mas Había dicho que estaba cansado de la vida Había dicho que ya no tendrían que seguir soportándolo Había amenazado con suicidarse Había expresado deseos de descansar de todo Había dicho que no deseaba darle mas trabajo a familiares o conocidos
Formas más frecuentes de comunicación suicida directa verbal H abía manifestado no hacerles falta a los otros Había considerado que la ayuda era inútil y una pérdida de tiempo Había acordado con otra persona morir juntos, en el mismo lugar, al mismo tiempo y con el mismo método Intenta restar importancia a las ideas suicidas, minimizarlas, sobre todo con una sonrisa y expresiones como “no te preocupes por mí", "no va a pasar nada”
Formas de comunicación suicida directa no verbal Había estado buscando los medios para cometer suicidio Había estado poniendo sus asuntos en orden Había estado regalando sus posesiones más valiosas Después de una fase de agitación había mostrado el llamado periodo de calma
Formas de comunicación suicida directa no verbal Ha mantenido encondido el futuro método para realizar el suicidio Se ha dirigido hacia el lugar elegido para realizar el acto suicida y que usualmente no es visitado por el sujeto Había escrito notas diciendo lo que haría o dejado notas de despedida Había insistido en hacer testamento sin tener manifestaciones de enfermedad terminal
Formas de comunicación suicida directa no verbal Había asumido la forma de un suicidio pasivo. Había presentado una actitud muy demandante de atención con marcado comportamiento histriónico como una manera desesperada y primitiva de pedir ayuda Realización de suicidios frustrados con elevado grado de premeditación y grave compromiso para la vida