dimensionalidad y, según cada una de las direcciones consideradas, pueden
existir tanto tracciones como compresiones. Dicho estado puede ser uniforme
en ciertas secciones transversales, o variar dentro de la sección.
Los elementos estructurales suelen clasificarse en virtud de tres criterios
principales:
Dimensionalidad del elemento, según puedan ser modelizados como
elementos unidimensionales (pilares, vigas, arcos), bidimensionales (placas,
láminas, membranas) o tridimensionales.
Forma geométrica y/o posición, la forma geométrica concreta afecta a los
detalles del modelo estructural usado; así si la pieza es recta como una viga
o curva como un arco, el modelo debe incorporar estas diferencias, también
la posición u orientación afecta al tipo de estado tensional que tenga el
elemento.
Estado tensional y/o solicitaciones predominantes, los tipos de esfuerzos
predominantes pueden ser tracción (membranas y cables), compresión
(pilares), flexión (vigas, arcos, placas, láminas) o torsión (ejes de transmisión,
etc).
Elementos lineales
Los elementos lineales o unidimensionales o prismas mecánicos, están
generalmente sometidos a un estado de tensión plana con esfuerzos
tensiones grandes en la dirección de línea baricéntrica (que puede ser recto
o curvo). Geométricamente son alargados siendo la dimensión según dicha
línea (altura, luz, o longitud de arco), mucho mayor que las dimensiones
según la sección transversal, perpendicular en cada punto a la línea
baricéntrica. Los elementos lineales más comunes son según su posición y
forma:
Verticales, comprimidos y rectos: Columna (sección circular) o pilares
(sección poligonal), pilote (cimentación).
Horizontales, flexionados y rectos: viga o arquitrabe, dintel, zapata corrida
para cimentación, correa de sustentación de cubierta.