Muchos toman la danza como hobbie y otros la desarrollan como profesión; es muy
complicado vivir de la danza, y mucho más en esta época de crisis que estamos viviendo.
Pero si se trabaja y se pone empeño, una persona puede llegar muy lejos, ya que hay
bailarines muy famosos que con mucho esfuerzo han triunfado como Katherine Dunham,
Yanis Marshall, etc.
A pesar de que no está comprobado mediante estudios, es sabido que a las academias de
baile la gente no solo llega a aprender a bailar, sino que hay un trasfondo más grande para
esto. Dentro del cual se encuentran, la necesidad de mejorar la condición física y de salud,
mejorar las relaciones sociales, reducir la tensión generada por diversos problemas que se
presentan, entre otros.
Los beneficios del baile pueden extrapolarse al ámbito laboral, ya que debido a su
característica de cohesión social, al bailar en grupo con las personas con las que trabajamos
mejoramos la comunicación, el trabajo en equipo y el conocimiento del otro, lo cual conlleva al
mejoramiento del rendimiento profesional o laboral. Ya que al generar nuevos patrones de
movimientos se ejercita la capacidad cerebral del aprendizaje y memorización, mejorando el
rendimiento en la ejecución simultanea de diversas actividades, lo cual en términos laborales
significa responder al trabajo bajo presión.
Mi conclusión es que la gran diferencia de cada tipo de baile es que con cada uno de ellos
tienes que tener estilo propio. Todos los bailes tienen cosas en común, como la técnica,
pasos, etc. Pero sea el que sea, tienes que disfrutar bailando, porque quien baila es porque
de verdad le gusta este arte maravilloso, pero a la vez tan difícil, que sino trasmites a la gente
lo que sientes y disfrutas, no serás un gran bailarín y la gente tampoco disfrutara viéndote.
Cada baile trasmite un sentimiento diferente, como alegría, tristeza, dolor, etc. Solo si sanes
interpretar bien lo que bailas aras llegar al público.
La danza al abrir nuevos espacios de búsqueda y expresión hace que el ser humano tenga un
encuentro consigo mismo, con los demás y con el medio que les rodea; elementos
fundamentales en cualquier proceso educativo y de comunicación.
Por sus bondades de relación y por sus habilidades de expresión, la danza permea momentos
amplios para la exploración de nuevos saberes, el crecimiento personal y
la comunicación social, los cuales forjan una autoformación acorde con el gran objetivo del
hombre y mujer: "Ser proyecto con sentido".
Haciendo tangibles las percepciones del mundo a través de la danza, el hombre al
comunicar, conoció su entorno y la ves descubrió la utilidad de si cuerpo, la primera arma que
tuvo para dominar al mundo a medida que lo expresaba.
"El movimiento es el más poderoso y el más peligroso medio conocido del arte"