GUIA DEVOCIONAL DIARIO, JIMMY CHAMORRO.docx

"RESULTADOS O FRUTO"
El liderazgo es medido por los resultados, si la persona es productiva y lleva a otros a que produzcan resultados, a este se le denomina un buen líder. El hombre de fe ministra a la vida, el hombre de fe se enfoca en la vida de otra persona, para que en su vida se vea el gozo, la paz y todo aquello que tiene que ver con el fruto del Espíritu.

1. MI DEVOCIONAL DIARIO. DIA 302 OCTUBRE 28
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Pasajes complementarios : Gálatas 5:22-23
Los líderes dan resultados, los hombres de fe llevan fruto. Cuando
hablamos de liderazgo estamos hablando de aquel liderazgo como el
mundo hoy lo conoce. Cuando hablamos y nos referimos a aquellos
hombres de fe, aludimos a aquellos que deben ser líderes espirituales.
Un líder que no da resultados no es líder. Para el líder los objetivos son
lo primordial, es decir, el objetivo en su vida son los resultados. Pero
para el hombre de fe, el objetivo es la vida, es la persona, es el fruto
que lleva el individuo.
El hombre de fe se conoce por el fruto del Espíritu. No por su
elocuencia, no por sus palabras, no por lo que afirma, sino “por sus
frutos los conoceréis”. La Palabra de Dios es muy clara al referirse al
tipo de fruto, Pablo nos habla en Gálatas 5:22-23 diciendo: “Mas el fruto
del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” De esta
manera, entendemos que cuando Jesús se refiere al fruto, lo hace
refiriéndose al fruto del Espíritu Santo en la vida del hijo de Dios, aquél
que decide vivir su vida como un hombre de fe.
El liderazgo es medido por los resultados, si la persona es productiva y
lleva a otros a que produzcan resultados, a este se le denomina un buen
líder. Esto hace que cada líder en el mundo se proponga sus propios
objetivos, con base en aquello que puede medirse inmediatamente,
aquello que es notorio y se puede ejecutar de manera inmediata. Se
convierte entonces el líder en aquel que vive y se esfuerza por los
resultados, pero en contraste con ello, para el hombre de fe el objetivo
es la vida. El hombre de fe ministra a la vida, el hombre de fe se enfoca
en la vida de otra persona. Con este fundamento, él lidera
espiritualmente, ministrando, sirviendo a otras personas, para que en
su vida se vea el gozo, la paz y todo aquello que tiene que ver con el
fruto del Espíritu.
OREMOS
"Padre Dios, te doy gracias por darme tu bendición en este día, gracias
porque lo que tu formas en mí no es el liderazgo de este mundo, tú
quieres formar el verdadero liderazgo espiritual en mi vida, aquel

2. liderazgo que se fundamenta en la fe; hoy quiero pedirte que hagas de
mí aquel hombre de fe que ministre no a los resultados sino a la vida."