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maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. 19 Pero si tú
amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal
camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. 20 Si
el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo
tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su
pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en
memoria; pero su sangre demandaré de tu mano. 21 Pero si al justo
amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque
fue amonestado; y tú habrás librado tu alma.
Esto significa que los discípulos tenían que hacer la labor de un profeta, solo
que ahora con su mensaje al Israel disperso entre las naciones, en primera
instancia sin distinción, pero conforme las ovejas se diferenciaban por
escuchar el mensaje de los que no son ovejas, los apóstoles debían dedicar
su tiempo a quienes sí recibían el mensaje.
La enseñanza para los que proclaman el mensaje hoy en día es la misma,
debemos cuidar de no hacer enojar a las personas que no quieren recibir el
verdadero evangelio, ante todo debemos ser respetuosos con todo el
mundo, pero con la tranquilidad de que habremos hecho el trabajo de un
atalaya y así nosotros habremos librado nuestra alma al haber hecho lo
necesario sin dejar de ser prudentes;
Hechos 18.- 8 Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con
toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados. 9
Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y
no calles; 10 porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano
para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad…
Como vemos, el principal de la sinagoga creyó a pesar de que muchos judíos
no creyeron, mientras que muchos corintios creyeron en el evangelio y
fueron bautizados en el Nombre del Señor Yeshúa. El apóstol Pablo era
consciente de lo que le sucedió a Esteban y era obvio que en un momento
dado Pablo sintió temor por causa de la persecución que los propios judíos
estaban encabezando en su contra y esto es confirmado por el propio texto
al expresar que el Señor le habló a Pablo en visión de noche, así como
recibían los mensajes los profetas, en visión de noche.