Historias con refranes.docx Españo secundaria

55 views 7 slides Sep 03, 2024
Slide 1
Slide 1 of 7
Slide 1
1
Slide 2
2
Slide 3
3
Slide 4
4
Slide 5
5
Slide 6
6
Slide 7
7

About This Presentation

Historias con refranes


Slide Content

Historias con refranes
11 mayo, 2016Sin categoría
HISTORIA DE UN SOLDADO   (Jairo Esleyder Díaz Galíndez)
Hola, soy el soldado Jairo Díaz y quisiera compartir contigo una historia que me
sucedió, puede que veas reflejada mi historia en tu vida si alguna vez te han
traicionado y si no lo han hecho pues afortunado eres ya que “soldado avisado no
muere en guerra”.
Bueno, “al pan pan y al vino vino”. Vamos a ello. Una mañana al amanecer,
nuestros superiores nos hicieron levantar más temprano de lo habitual y “cuando
el río suena agua lleva”, nos dieron la noticia de que debíamos partir al campo de
batalla y “la necesidad tiene cara de perro”, sé que no nos eligieron porque
estuviéramos listos, ya que nuestro periodo de entrenamiento aún no culminaba,
nos eligieron porque nuestros compañeros ya habían partido, habían sido
derrotados y el enemigo avanzaba y claro, “el hambre es muy mala consejera”. La
gran mayoría de mis compañeros murieron en combate, solo unos pocos logram
os salir con vida e inexplicablemente
victoriosos. Yo tenía una sospecha que al cabo de poco tiempo confirmé, la
mayoría de nuestros amigos habían caído por culpa de una explosión provocada
por uno de los nuestros intencionadamente.
Hablé de esto con mi mejor amigo, el cual no se merece ahora tal título. Cuando lo
hice, noté que él se ponía nervioso y empezó a sudar así que lo comencé a
presionar disimuladamente y me dijo muchas mentiras que contradecía con otras.
“El pez muere por su boca”. Ante mis sospechas casi confirmadas pero que mi
fidelidad de amigo se negaba a creer, decidí revisar su equipaje y me llevé una
gran desilusión al encontrar en su bolso el detonador a distancia que había
provocado tal explosión. Tomé la decisión de entregarlo, fue una pena ver a mi
amigo siendo arrestado, sabiendo que éramos como hermanos, no me lo podía
creer, pero bueno es una pena saber que el refrán “ahora adulador, mañana
traidor” tiene toda la razón.

LOS ENAMORADOS   (Jessica Solano Calvo)
Un chico estaba muy enamorado de ella, pero claro, a ella, a la chica, él no le
gustaba, como dice el refrán “afortunado en el juego, desafortunado en amores”, él
sabía hacer muchas cosas, pero las cuestiones del amor no eran lo suyo. La
chica, llamada Janeth andaba detrás de un chico 
que no le importaba nada, no valía la pena, lo único que le importaba era
divertirse, pero ella desconocía muchas cosas acerca de él, realmente era mala
persona. Dicen que “el amor es ciego” aunque el chico que de verdad le gustaba
le dijo varias veces como era, pero Janeth nunca le hizo caso, él le dijo que “el que
avisa no es traidor” y se marchó triste y desanimado.
Pasó un tiempo y la chica se dio cuenta de que todo lo que decía el chico era
cierto, ella le pidió perdón, el chico malo “ofreció mucho, pero poco dio”.
Al final acabaron juntos, el chico que no era correspondido se llamaba Carlos.
Ellos decidieron intentarlo porque “después de la tempestad viene la calma”,
felices y enamorados siguieron su vida, ya que “amor con amor se cura”.
 
UN DÍA EN MI VIDA (Lucía Reche Martínez)
Las mañanas de Abril, dulces de dormir… Hoy me he levantado muy temprano y
como dice mi madre, a quién madruga Dios le ayuda.

Bajé a la cocina y me encontré a mi hermano desayunando pan con pan, que es
comida de tontos. Conforme salí a la calle me encontré con Hugo y Carlos y llegó
Sofía, que no nos cae muy bien, y Carlos soltó:
– ¡Como éramos pocos parió la abuela!
Estábamos esperando el autobús y comenzó a llover, se puso muy nublado, así
que al buen tiempo buena cara. Después empezamos a charlar  y almorzar en el
jardín de Mario y éste dijo:
– ¡Que asco! ¿como te puedes comer un
bocadillo de atún?
-¡Cuando no hay pan, buenas son tortas! Contestó.
Ya por la tarde, me encontraba en la calle y decidí dar un paseo, iba en manga
corta y me dio un frío de escándalo y me acordé del refrán que dice “hasta el
cuarenta de mayo no te quites el sayo”. Al rato empezó a hacer calor, el tiempo
estaba raro y me acerqué a un árbol y dicen que a quién a buen árbol se arrima,
buena sombra le cobija.
Esa noche mi abuelo cenaba en casa y cuando comenzamos a cenar mi abuelo
soltó: “comida sin vino, no vale un comino”.
Ya a la noche, comentando con mi madre, le dije que aunque no lo sabía con
seguridad creía que Carla había cortado con Fran y me contestó que cuando el río
suena

Pregón
¡Acérquense por aquí!;
¡cambio y compro,
compro y vendo,
un cuento por otro cuento!
En mi costal de remiendos
traigo cuentos, cuenticuentos,
leyendas, coplas, en fin,
cosas de los tiempos idos
—para volverse a vivir—
y cosas de los tiempos nuevos.
¿Quién me cambia..., cambio y vendo,
un cuento por otro cuento?
En mi costal de hilos viejos
traigo cuentos de conejos.
En mi costal de hilo y parches
traigo cuentos de tlacuaches.
En mi costal con tirantes
traigo cuentos de elefantes.
En mi costal de hilo y pluma
traigo cuentos de la luna.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 

 
En mi costal sin zapatos
traigo el cuento de unos gatos.
En mi costal con bigotes
traigo cuentos de coyotes.
En mi costal sin calzones
traigo cuentos de ratones.
En mi costal hecho a mano
traigo el cuento de un enano.
En mi costal con argüendes
traigo el cuento de unos duendes.
Y en el costal que te di
traigo el cuento que perdí.
¿Quién me cambia..., cambio y vendo,
un cuento por otro cuento?
¡Miren que no soy de aquí
y me voy dentro de un rato!;
¡cámbienme gato por liebre
y también liebre por gato!;
¡cambio, vendo, compro, aparto...!
¡Acérquense y hacemos trato!
Antonio Ramírez Granados.
Imagina que tienes un costal. Échale versos, cuentos, adivinanzas,
dichos... Puedes salir a gritarlos con tus amigos, de casa en casa, a ver
quién te los cambia por otros.
Tal vez esto te resulte una aventura interesante.