753 a.C. Comienza la construcción de Roma Los primeros romanos se asentaron y cultivaron las tierras cercanas al río Tíber, en el centro de Italia. Cuenta la leyenda que dos hermanos, Rómulo y Remo, fundaron lo que se convertiría en la ciudad de Roma en el año 753 a.C. Desgraciadamente, los hermanos discutieron sobre dónde construir la ciudad y quién debía ser el rey. Rómulo mató a su hermano, se convirtió en rey, y nombró la ciudad en su honor.
509 a.C. Roma se convierte en una República Hubo siete reyes en Roma hasta que se formó una república en el año 509 a.C. En la república, las decisiones las tomaban los políticos en el Senado. Se introdujo un nuevo gobierno y se eligieron dos líderes llamados cónsules, que ejercían como líderes durante un año. Durante los años de la República Romana, el poder de Roma creció.
264 a.C. Los romanos dominan Italia Para proteger sus propias fronteras y dominar más tierras en el centro de Italia, los romanos conquistaron primero a sus vecinos más cercanos. Después, se aventuraron más lejos y ganaron las tierras de otras tribus. En el norte de la península itálica los romanos lograron derrotar a los galos y, en el sur, se apoderaron de las colonias de los griegos. Aunque tardaron casi 500 años, con un ejército organizado y dedicado, lograron dominar la península itálica en el año 264 a.C. Roma
146 a.C. El Imperio se extiende Tras apoderarse de tierras o conseguir aliados que les ayudaran a hacerse con el control de Italia, los romanos se lanzaron a la conquista de territorios de ultramar. Desde el 264 a.C. hasta el 146 a.C., el ejército luchó en una serie de conflictos en las denominadas guerras púnicas. Las tres guerras púnicas fueron una serie de batallas entre Roma y la ciudad-estado de Cartago, en el norte de África. Roma ganó los tres conflictos. Cada evento bélico duró varios años, y muchas batallas se libraron con barcos en el mar. Cartago fue finalmente derrotada en el 146 a.C. y los romanos se apoderaron de sus tierras en el norte de África y España. Para entonces, los romanos también controlaban Macedonia y Grecia. Roma Cartago
55 a.C. Julio César invade Gran Bretaña El general romano Julio César desembarcó en Inglaterra con 10.000 soldados. Había estado luchando en la Galia (Francia) y quería castigar a las tribus celtas de Britania que habían ayudado a sus enemigos. Además, Julio César sabía que Gran Bretaña era rica en metales como el estaño, madera y grano. Los celtas contraatacaron y Julio César se retiró a la Galia. Regresó con más tropas al año siguiente (54 a.C.) y, tras un complejo enfrentamiento, los celtas aceptaron pagar impuestos a los romanos para mantener la paz.
Alrededor del año 1 d.C. Nace Jesús En la época del nacimiento de Jesús, Judea era una provincia de Roma. El ejército romano había invadido el país en el año 63 a.C. Judea era importante para los romanos por su posición geográfica, con Europa al norte, África al sur y el resto de Asia al este. Esto les permitía controlar las carreteras y el comercio de la región. La población estaba obligada a pagar elevados impuestos y estaba en contra de la ocupación romana. Cuando Jesús nació en Belén, María y José habían viajado hasta allí para inscribirse en el censo, ya que también tenían que pagar impuestos romanos.
El emperador Claudio invade Gran Bretaña En el año 43 d.C. el emperador Claudio realizó un tercer intento de los romanos para conquistar Gran Bretaña y hacerla parte del imperio. Él era un nuevo emperador y no muy popular, por lo que necesitaba impresionar al pueblo. Un enorme ejército de alrededor de 40.000 soldados, con hombres de todo el imperio, desembarcaron probablemente en Kent, al sureste de Inglaterra. Una vez más algunas tribus celtas se defendieron, pero muchos aceptaron seguir las leyes romanas y pagar los impuestos para conservar sus reinos. Después de algunos años de lucha, los romanos tomaron el control del sur de Inglaterra, algunas zonas de Gales y Yorkshire. 43 d.C. Kent
Boudica y los celtas se rebelan Boudica , reina de la tribu de los Icenos en el este de Gran Bretaña, se opuso cuando los romanos le arrebataron sus tierras y riquezas tras la muerte de su marido, el rey Prasutago . A ella se unieron otras tribus descontentas, por lo que un ejército celta atacó y destruyó las ciudades romanas de Colchester , Londres y St. Albans. Hubo una batalla final entre el ejército de Boudica contra las legiones romanas, dirigida por Suetonio Paulino, a lo largo de la calle Watling, en las Tierras Medias de Inglaterra. A pesar de su inferioridad numérica, el bien entrenado ejército romano salió victorioso. Boudica desapareció y no hubo más rebeliones importantes contra el dominio romano en Gran Bretaña. 60-61 d.C.
Gran incendio de Roma Un gran incendio casi destruyó la ciudad de Roma, que ardió durante seis días. Las llamas comenzaron alrededor del Circo Máximo, el mayor lugar de carreras de carros y otros entretenimientos. Cuando los asientos de madera de la arena comenzaron a quemarse, las llamas se propagaron rápidamente. Mientras la gente corría presa del pánico para escapar de las llamas, se dice que el emperador Nerón cantaba y tocaba la lira. Algunas zonas de la ciudad quedaron muy dañadas y otras fueron totalmente destruidas. Después del incendio, el pueblo de Roma comenzó a sospechar que Nerón había provocado el incendio deliberadamente, pues sabían que quería remodelar algunas partes de la ciudad. Nerón se defendió culpando a los cristianos. 64 d.C.
Inauguración del Coliseo de Roma El Coliseo o Anfiteatro Flavio fue construido en el sitio donde se encontraba el antiguo palacio del emperador Nerón, como regalo al pueblo de Roma. Las obras comenzaron en el período del emperador Vespasiano, entre el 70 y el 72 d.C. Trabajadores esclavizados apoyados por ingenieros y artesanos romanos completaron esta enorme edificación de cuatro pisos. Se inauguró en el año 80 d.C. por el hijo de Vespasiano, el emperador Tito. Tras ello siguieron 100 días de juegos de gladiadores. El Coliseo tenía capacidad para más de 50.000 espectadores, que podían entrar por una de las 80 entradas de la arena. Una vez dentro, podían presenciar combates de gladiadores, luchas con animales, cacerías e incluso batallas navales. Un toldo retráctil protegía a los espectadores del sol. 80 d.C.
Comienza la construcción del Muro de Adriano En el año 122 d.C. el emperador Adriano ordenó la construcción de una muralla que atravesara el norte del territorio romano en Gran Bretaña. Se construyó para vigilar y proteger esta parte del Imperio romano de los ataques de las tribus de Caledonia (Escocia) y también para controlar quién entraba y salía de las tierras ocupadas por los romanos. Esta muralla, construida principalmente en piedra, tardó unos seis años en levantarse y tenía 73 millas de largo, desde Bowness-on-Solway , en la costa oeste, hasta Wallsend , en la costa este. Aproximadamente 15.000 hombres, procedentes de lugares tan lejanos como el norte de África y el Mediterráneo, construyeron y vivieron en el Muro de Adriano. A lo largo del muro había castillos, torreones y grandes fortalezas con barracones, baños e incluso hospitales. 122 d.C.
209 d.C. El emperador Septimo Severo ataca Caledonia El emperador Septimio Severo, emperador romano originario del norte de África, llegó a Gran Bretaña con su esposa, la emperatriz Julia, sus dos hijos y un gran ejército en el año 208 d.C. Durante tres años, el Imperio romano fue gobernado desde el fuerte de Eboracum (en la actual ciudad de York). En el 209 d.C. Severo lanzó una campaña contra las tribus de Caledonia (Escocia) en un intento de controlar la tierra y la población. Se tiene constancia de que unos 50.000 soldados romanos participaron en los encarnizados combates. Septimio Severo murió en York en 211 d.C. y la campaña llegó a su fin.
285 d.C. El Imperio romano se divide A medida que pasaba el tiempo y los romanos conquistaban más y más tierras, su enorme imperio se hizo difícil de gestionar. En el año 285 d.C. el emperador Diocleciano decidió que había llegado el momento de dividir el Imperio romano. Todas las provincias que controlaban los romanos se dividieron en Imperio de Occidente, gobernado desde Roma, y el Imperio de Oriente. El Imperio de Oriente fue gobernado desde la ciudad de Constantinopla, que hoy conocemos Estambul, en la actual Turquía.
312 d.C. Constantino el Grande reconoce el cristianismo El emperador Constantino el Grande libró una importante batalla en el Puente Milvio , en Italia, contra su rival por el poder, Majencio. Antes de la batalla, Constantino tuvo una visión. Vio lo que creía que eran símbolos cristianos y ordenó a sus tropas que los pintaran en sus escudos. Su victoria en la batalla llevó a Constantino a reconocer el cristianismo como su religión. Bajo los romanos, los cristianos eran contantemente perseguidos debido a su rechazo a deificar a los emperadores. Sin embargo, sólo un año después, en el 313 d.C., el Edicto de Milán declaró que el cristianismo estaba oficialmente aceptado en todo el Imperio romano.
410 d.C. Finaliza el dominio romano en Gran Bretaña A principios del siglo V, el Imperio romano empezaba a desmoronarse. Cada vez más soldados romanos eran retirados desde Gran Bretaña. Se les necesitaba para ayudar a defender Roma y el resto del Imperio de Occidente de los ataques de invasores bárbaros: vándalos, ostrogodos y visigodos. Gran Bretaña también estaba siendo atacada por invasores sajones, pero el emperador romano Honorio dijo a Gran Bretaña que "se ocuparan de sus propias defensas". Cuando los últimos soldados romanos abandonaron Gran Bretaña en el año 410 d.C., el dominio romano en la región llegó a su fin.
476 d.C. Caída del Imperio romano En el año 410 d.C. los bárbaros atacaron y saquearon Roma, destruyendo muchos edificios de la ciudad. El Imperio romano siguió debilitándose. Cuando el líder bárbaro Odoacro obtuvo el control de Roma en el 476 d.C. el último emperador romano, Rómulo Augusto, le cedió el poder. Odoacro fue reconocido como rey de Italia. Aunque el Imperio de Oriente seguiría existiendo hasta 1453 con el nombre de Imperio bizantino, el otrora poderoso Imperio romano había llegado a su fin.