Josefina decía que tenía un objetivo en la
vida, que había nacido para volar, para
ser piloto. Era su sueño, aunque su fami-
lia le dijera que no era
posible, que la mayoría
eran varones, que era
muy difícil. Ella estaba
decidida, desde peque-
ña, a lograr su sueño.
Por eso, cuando descu-
brió que el papá de un
compañero era piloto,
decidió hacerle la en-
trevista.
—¿Por qué te hiciste
piloto? -Fue lo primero
que le preguntó.
—Quería ser libre, me parecía que volan-
do iba a descubrir qué es la libertad.
Josefina estaba encantada, era lo mismo
que le sucedía a ella.
—Y…, ¿qué sentís al volar? ¿Experimen-
tás la libertad?
—Volar me trae mucho placer; el despe-
gue y el aterrizaje, dos de los momentos
más difíciles; son un desafío, sentís el po-
der de los motores, del freno, de la tarea
realizada… Pero libre de verdad, no.
—Entonces ser piloto no te sirvió para lo
que querías -dijo Jose con tono triste.
—Sí, me sirvió, porque pude ver el mundo
de otra forma, desde otra perspectiva, vi
lo pequeño que somos y, al mismo tiem-
po, poderosos. Descubrí lo que hacemos
con ese poder a lo largo y ancho del mun-
do. Aprovecho cada ciudad donde aterri-
zo, la recorro. Contrato un guía del lugar
para que me lleve a los barrios, a lugares
que no son turísticos, a
bares donde se va des-
pués del trabajo, a co-
mer a puestitos donde
están las familias más
sencillas… Gracias a to-
do lo que conocí, des-
cubrí que la libertad es
mucho más valiosa que
volar. Es poder elegir
cómo querés vivir cada
momento.
—¿Y cómo es llevar
tantas vidas en el avión, qué se siente al
saber que confían en vos?
—Es una gran responsabilidad. Antes
creía que no tenía que verlas ni pensar
en ellas. Sólo me concentraba en mí, en
la tripulación y en el avión. Nada más me
distraía. Pero una vez, después de pasar
una zona de mucha turbulencia, una de
las azafatas me pidió si podía ir a calmar
a los pasajeros que estaban muy inquie-
tos. Ella también parecía asustada. Fui,
los vi, miré cómo cambiaban sus rostros
al verme pasear tranquilamente entre
ellos, sentí que ahí, en el avión éramos
una gran familia.
Josefina regresó a su casa pensando en lo
que le dijo el piloto. Volar era mucho más
de lo que ella se imaginaba. Ahora estaba
más convencida aún, iba a intentar ser pi-
Proyecto comunitario
Entrevista a un piloto
de María Inés Casalá y aportes de Andrés Pisano Casalá • Dibujo de Hania Kollenberger
Los niños de sexto año estaban trabajando los valores, y se les ocurrió hacer una serie de en-
trevistas para averiguar cómo los vivían diferentes personas. No siempre encontraron lo que buscaban. Puedes pedir las nueve entrevistas a:
[email protected]
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