El Tema del Mensaje El tema es la esencia misma del mensaje, el asunto principal del cual trata. Todos los mensajes deben de tener un tema principal, un asunto definido, una lección preeminente que debe de ser grabada en el corazón del oyente. La elección sabia de un tema es de suma importancia para el predicador. Aunque no puedes depender del título de tu mensaje en lo que a poder respecta, es bueno no descuidar nada que pueda hacerlo atractivo para tu auditorio, y así llevar almas a los pies del Señor.
Principios para la preparación de la introducción
Buenas cualidades de la introducción
Principios para la preparación de la conclusión 1. Por lo general, debe ser breve 2. Debería ser sencilla – no debe ser complicada o adornada. El factor importante de la culminación es hablar con tal claridad, que el propósito del sermón llegue de manera inconfundible a los oyentes.
3. Las palabras finales de la conclusión deberían elegirse con reflexión y esmero. A fin de llevar a cabo el objetivo de la culminación, las palabras finales pueden tener uno de los siguientes aspectos. a. Una intensa, vívida reproducción del pensamiento central del sermón. b. Una cita del texto mismo c. Una cita de otro pasaje de la Escritura apropiado al sermón d. La cita de un himno apropiado e. Un poderoso reto o llamamiento 4. La conclusión debería quedar expresada en el bosquejo en unas pocas oraciones o frases .
Tipos Principales de Sermones Bíblicos El Sermón Temático Es aquel cuyas principales divisiones se derivan del tema con independencia del seguimiento de un texto. El sermón temático empieza con un tema, y las partes principales del sermón consisten en ideas que provienen de dicho tema. También no exige un texto como base de su mensaje. Ello no significa que el mensaje no vaya a ser bíblico, sino que indica sólo que no es un texto de las Escrituras la base de este sermón . El Sermón Textual Este es aquel en el cual las principales divisiones. Le derivan de un texto consistente en un breve pasaje de las Escrituras. Las líneas maestras de desarrollo se sacan del mismo texto. Este puede consistir en una sola línea de un versículo de las Escrituras, o puede tratarse de un solo versículo o incluso de dos o tres versículos. Las principales divisiones de un bosquejo textual tienen que provenir del texto mismo, pero el desarrollo posterior puede venir, bien del mismo texto, bien de otros pasajes de las escrituras .
Es la forma más eficaz de dirigirse desde el púlpito debido a que, por encima de todos los demás tipos de discurso, es el que más, eficazmente, llega a producir una congregación bíblicamente instruida. Al exponer un pasaje de las Sagradas Escrituras, el predicador cumple la función primaria de la predicación, la interpretación de la verdad bíblica a los hombres, lo cual no siempre puede decirse de los otros tipos de sermones. Un sermón expositivo es aquel en el que se interpreta una porción más o menos extensa de Escrituras en relación con un tema o asunto. El grueso del material para el sermón se toma directamente del pasaje y el bosquejo consiste en una serie de ideas progresivas centradas alrededor de aquella idea principal. Al examinar esta definición, señalamos, en primer lugar, que el sermón expositivo está basado en una porción más o menos extensa de las Escrituras. El pasaje puede consistir de unos pocos versículos o puede extenderse a través de todo un capítulo, o incluso más.
Una porción más o menos extensa de las Escrituras se interpreta en relación con un tema o asunto. Más específicamente, la unidad expositiva consiste en un número de versículos de los que emerge la idea central. Así como el temático y el textual, se centra alrededor de un tema dominante, pero en el caso del mensaje expositivo, éste proviene de una cantidad de versículos, en lugar de surgir de un solo versículos o dos. No solamente deberían ser expuestas las ideas conductoras del pasaje en un discurso expositivo, sino que también deberían explicarse los detalles de manera adecuada y hacer que éstos den los principales materiales del sermón.