ilumincacion y ruido en conejos manejo y recomendaciones

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EL control y manejo con medidas en conejos sobre la iluminacion y el ruido


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Iluminación

Constituye otro factor ambiental muy importante para los conejos. La iluminación permite a estos animales la estimulación de sus órganos fotorreceptores (directamente la retina, e indirectamente la glándula pineal) y determina sus ritmos biológicos. Su efecto más trascendente sea sobre la regulación de la actividad reproductiva. En estado libre los lagomorfos son considerados animales de hábitos crepusculares, lo cual significa que desarrollan la mayoría de sus actividades físicas importantes al terminar la tarde-

Y al iniciar la noche, así como también al alba (al terminar la noche y al comenzar el día). Estos hábitos responden a la inseguridad que padecen durante el dia , en donde serian fácilmente identificados y capturados por sus depredadores. Puesto que se ven obligados a tener mayor actividad en horas del día en las que hay muy poca iluminación, la naturaleza los ha dotado de una retina que posee bastones de alta sensibilidad, aunque, al mismo tiempo, de la incapacidad de la visión en color. Los hábitos crepusculares hicieron pensar a algunos investigadores que la iluminación era también un factor ambiental poco trascendente para los conejos, pero no es así. Para que exista una adecuada actividad reproductiva las hembras-vientre deben estar expuestas de 14 a 16 horas de iluminación diarias a lo largo del año, y esto demanda ilumina- ción artificial eficiente, dado que la iluminación natural, como única fuente abastecedora, tiene muchos inconvenientes: su intensidad es inconstante, su duración diaria al transcurrir el año varia por influencia de las estaciones; la iluminación también influye en el control de la temperatura interna de las naves y puede alterar la manifestación de algunos ciclos biológicos.

La iluminación artificial debe ser proporcionada preferentemente a través de lámparas fluorescentes, pues estas suministran una luz blanca, homogénea y "fría" (no generan mucha energía calorífica e influyen poco en la temperatura interna de los locales). De ser posible, deben evitarse las lámparas incandescentes (luz amarilla y "caliente"). Actualmente será necesario hacer estudios utilizando lámparas led para verificar su eficiencia.

Las necesidades de iluminación dentro de las naves son: 15,22 Área de Maternidad : Periodo 14 a 16 horas/día Intensidad 15 a 20 luxes Potencia 3 a 4 watts/m² Área de Engorda: Periodo = 7a 8 horas/día Intensidad 5 a 10 luxes Potencia 1a 2 watts/m² Es importante aclarar que las necesidades de iluminación en el área de engorda, dado que son sensiblemente menores que las correspondientes al área de maternidad, pueden ser cubiertas mediante iluminación natural, por lo que en forma práctica no es necesario un programa de iluminación, ni disponer fisicamente de lámparas fluorescentes Para calcular el número de puntos de luz (PL) necesarios para proveer la iluminación adecuada, se sugiere aplicar la siguiente fórmula: PL = (1xS x h 2xF) (RU) I = intensidad de iluminación requerida (expresada en luxes) S = 1 superficie del local (expresada en m²) h 2 = distancia comprendida entre el punto de luz y los animales, al cuadrado F = factor de reflexión RU = rendimiento unitario de los puntos de luz (expresado en lúmenes)

Cabe mencionar que F puede ser predeterminado en forma aproximada de la siguiente manera: Paredes con superficie brillosa-------F-0.8 Paredes con superficie blanca o muy clara----F-1.2 Paredes en obra negra o de madera.-----F-1.4 Paredes con superficie oscura---F1.6

Es importante considerar que la iluminación artificial proporcionada debe ser homogénea en toda la nave y con la potencia necesaria. Cada PL debe iluminar adecuadamente una superficie de 10 m2. Con respecto a la iluminación, existen circunstancias que desde el punto de vista técnico pueden ser casi ideales, pero poco prácticas. Por ejemplo: teóricamente los sementales deben ser expuestos únicamente a 8 horas de luz/ dia para favorecer su espermatogénesis. Puesto que generalmente los sementales están intercalados entre las hembras para estimularlas reproductivamente, esta recomendación técnica es dificil de aplicar. Algunos autores han sugerido disminuir la iluminación justamente en los sitios en donde estén ubicados los machos, pero de esta manera se afecta adversamente a las hembras reproductoras al no recibir el fotoperiodo adecuado; otros han considerado conveniente el construir una subárea específica para los sementales dentro de la misma nave, suficientemente aislada como para proporcionar períodos de iluminación independientes,bajo estas circunstancias, las hembras dejan de ser estimuladas auditiva, olfativa y visualmente por parte de los machos, Por estos inconvenientes se ha concluido que es mejor mantener a los sementales intercalados entre las jaulas de las reproductoras, aunque su espermatogénesis no sea la óptima.

Se ha observado que si a las futuras hembras reproductoras se les somete a un programa de ilu-minación técnicamente denominado flushing , se facilita que acepten la monta del macho en el primer intento de apareamiento. Este programa consiste en procurar a las hembras seleccionadas, de 4 meses de edad, periodos de iluminación de 8 a 10 horas/día, pasando súbitamente a 16 horas/día cuando falten de 5 a 6 días para su primera cubrición (135 ± 5 días de edad). Esto, en la práctica, también es dificil de llevar a cabo puesto que este tipo de hembras, en las granjas con poco espacio, están alojadas en el área de maternidad en una sección contigua a la de hembras en reproducción, pero en caso de ser posible, es una medida recomendable. Experimentalmente se ha observado que la duración de la gestación en ratas, gatas y huronas se prolonga si se somete a las hembras preñadas a iluminación excesiva y es probable que esto mismo su-ceda con las conejas. La iluminación proporcionada con excesiva intensidad puede dañar la retina de los conejos, especialmente en aquellos de razas albinas; también incrementa la toxicidad de algunas sustancias suministradas, probablemente por efecto fotoquímico, además, altera el funcionamiento digestivo, especialmente el reflejo de la cecotrofia , Dentro de las naves de conejos, los períodos de oscuridad estimulan la calma y el reposo, lo cual favorece el crecimiento y mejora la conversión alimenticia; también evita la inquietud incrementada y/o agresividad característica del período de engorda. La intensidad de la iluminación puede cuantificarse mediante de la utilización de un fotómetro, el cual funciona a través de una resistencia fotosensible.

RUIDO El ruido es un elemento contaminante del ambiente que durante mucho tiempo fue considerado de poca importancia. Su evaluación objetiva es relativamente reciente y dentro del ámbito de los animales para laboratorio se reconoce que no es posible hacer recomendaciones específicas confiables, A pesar de que la influencia del ruido sobre la salud de los conejos científicamente sea en parte desconocida, es innegable que dadas las características etológicas de la especie, el conejo es un animal muy susceptible al ruido. Caracteristicamente el conejo es un animal tímido, ansioso, aprensivo y temeroso debido, quizá, a que en estado libre habita en madrigueras y desarrolla sus actividades al alba o durante el crepúsculo. Si a esto le sumamos el hecho de que la selección genética a que ha sido sometido durante su domesticación y su reproducción intensiva ha estimulado su sensibilidad al estrés, entonces se puede concluir que los ruidos imprevistos a poco comunes seguramente los afectan de manera adversa. Se ha observado que en los conejos el ruido provoca la liberación de cantidades apreciables de cate- colaminas , mismas que modifican el funcionamiento de su cuerpo en general, especialmente el de los apa-ratos respiratorio, digestivo y reproductor. Los ruidos intensos alteran la manifestación de la cecotrofia , pueden contribuir a desencadenar el proceso de canibalismo, el aplastamiento de gazapos por movimientos bruscos, el abandono de camadas por alteración de la galactopoyesis y la expulsión de gazapos fuera del nido. Es, por lo tanto, recomendable que las actividades rutinarias dentro de las naves se efectúen en el mismo horario y bajo la misma secuencia a lo largo del día para reducir la intensidad del estrés.

Cuando el conejo ha estado sometido a ruido molesto y/o prolongado, experimenta hipertrofia de las glándulas adrenales. Este hallazgo es frecuente al practicar necropsias en animales estresados. La intensidad del ruido, o de cualquier sonido, es cuantificado en decibeles (dB, la décima parte del Bell). La intensidad máxima que el oído humano puede soportar, sin sentir molestias, es de 120 dB.

Intensidad de algunos de los ruidos citadinos más comunes. Origen o descripción del ruido Nivel Nivel de intensidad en dB UMBRAL DE PERCEPCION DESAGRADABLE 120 MAQUINA DE TRABAJO PESADO 93 AVENIDA CON TRANSITO INTENSO 80 MURMULLO EN UN ESTADIO DEPORTIVO 70 COVERSACION COMUN Y CORRIENTE EN GRUPO 65 AUTOMOVIL BAJO DESPLAZAMIENTO MODERADO 53

RADIO FUNCIONANDO MODERADAMENTE 40 CONVERSACION EN VOZ BAJA 22 DEZPLAZAMIENTO DE HOJAS SECAS EN EL PISO 10 UMBRAL DE LA PERCEPCION SONORA 00

La intensidad del ruido permisible dentro de los locales para el alojamiento de los conejos, producto de las actividades cotidianas, no debe ser mayor a 60 dB," Sin embargo, la intensidad del ruido no es la única característica importante por considerar, es más, lo que determina en forma contundente si el sonido es molesto o no es su frecuencia. La unidad de medición de toda frecuencia es el Hertz (Hz) o también llamado Hertzio, que consiste en el número de ciclos o eventos que tienen lugar por segundo. Mientras que el intervalo de frecuencia que el oído humano puede percibir es de 20 a 20 000 Hz (0.02 a 20 kHz), los roedores y los lagomorfos poseen un rango diferente: de 5 000 a 80 000 Hz (5 a 80 kHz), donde la frecuencia de los sonidos más comunes es de 45 kHz.Para disminuir el estrés por ruido en el interior de las naves se recomienda: Utilizar equipo desplazable con llantas de goma: carros repartidores de alimento, de transporte de animales, para la evacuación de excretas, etcétera. Evitar visitas y conversaciones en voz alta. Evitar a los trabajadores el uso de radios portátiles o de posición fija, así como sugerirles no silbar o cantar muy fuerte. Tampoco es conveniente el silencio total. En la medida de lo posible, deben desempeñarse diariamente las actividades rutinarias de limpieza y supervisión dentro del mismo horario, en la misma secuencia y con la misma frecuencia. Debe enfatizarse que el conejo posee más capacidad de percepción del sonido que el humano y, por lo tanto, el determinar si un ruido es o no molesto para los animales no debe estar fundamentado en la percepción particular del trabajador o del administrador de la granja