Modelo Sudbury: Este modelo asume que hay muchas formas de estudiar y aprender.
Argumentan que aprender es un proceso que tú haces, no un proceso que se te hace a ti; sin
la intervención de la enseñanza, es decir sin que obligatoriamente exista la intervención de
un maestro.
Este modelo educativo, establece al alumno como principal protagonista. Se basa en dejar
que el alumno descubra qué tiene que hacer. En este modelo, el docente cobra un rol de
acompañamiento en el proceso, para guiar al estudiante. De ningún modo, se contempla
que el profesor le imponga o diga al alumno el camino que debe seguir.
El "maestro" en las escuelas democráticas modelo Sudbury es un consejero sólo cuando se
le solicita. Estas escuelas sostienen que existe un conflicto entre nuestro deseo de hacer
cosas para la gente, impartir nuestro conocimiento y transmitir nuestra tan difícilmente
ganada sabiduría y la percepción de que los niños y jóvenes tienen que realizar su
aprendizaje por su propio esfuerzo y a su propio ritmo.
Desafortunadamente, mientras más tratan las escuelas de dar instrucción individual a los
alumnos, más daño les causan. Los niños y jóvenes toman decisiones vitales por sí mismos
en formas que ningún adulto podría haber anticipado o aun imaginado. Esto aumenta las
probabilidades de que la gente crezca llenando sus necesidades educacionales únicas.
Esta forma de trabajo representa una oportunidad para que los docentes, a través del
diseño de sus actividades, promuevan en los estudiantes el desarrollo de habilidades,
actitudes y valores. Por ejemplo: capacidad de análisis y síntesis, habilidades de
comunicación, actitud colaborativa, disposición a escuchar, tolerancia, respeto y orden
entre otras. En la actualidad el uso de actividades colaborativas es una práctica muy
difundida en todos los niveles educativos.
Modelo Proyectivo: Este modelo se basa en el aprendizaje a través de la formulación de
proyectos, en donde el docente propone un "pretexto" que es un elemento de interés para
los interactuantes en el desarrollo de la propuesta. La pedagogía proyectiva incentiva la
investigación en todas las líneas de conocimiento, desarrolla las potencialidades de los
estudiantes, ya que se basa en el interés de cada uno de ellos, permite la construcción
colectiva de normas, como una fuente importante de convivencia ciudadana, plantea el
respeto por el bien colectivo y construye el conocimiento a través de la experiencia.
Modelo Tecnológico: Es un esquema de aprendizaje muy planificado, riguroso y
minucioso que contempla y recursos que darán como resultado un aprendizaje bien
definido. Se apoya en fundamentos de la psicología y sociología para el desarrollo de las
actividades pedagógicas. El rol del docente es uno muy pasivo, pues ejecutará una
programación desarrollada por expertos externos.
La posición del alumno también es pasiva, no hay lugar para la iniciativa ni la creatividad
y los presupone moldeables a través de refuerzos de conducta y premios. La programación
pedagógica es uniforme y homogénea, pues parte de la generalización y no cabe la
improvisación ni la iniciativa por parte del alumno.
Las actividades están orientadas al rendimiento escolar, donde prevalece el alumno
promedio y no valora la diversidad de ritmos, ni de las actividades, pues todos deben hacer
lo mismo y si no lo consiguen es por falta de interés del alumno o porque es menos
inteligente que la media. Se diferencia del modelo tradicional en que incorpora métodos
procedimentales y audiovisuales.