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Interés:
El interés de nuestros oyentes es función de nuestras necesidades reales que sientan con
respecto al tema que tratamos. Es preciso, por lo tanto, ceñirse a temas que respondan a
necesidades sentidas por el auditorio. Solo así estos despertarán su interés y serán captados y
aprendidos, ya que la percepción humana es siempre selectiva.
El medio social del público:
Nos dictara la forma en que debemos comportarnos, vestirnos y expresarnos durante la charla.
De no tener presente este punto, el expositor corre el riesgo de ser considerado extraño por su
auditorio, el que se mostrara mucho más reacio a dejarse influenciar por él. Ejemplos o chistes
inadecuados desde el punto de vista del medio social de los oyentes pueden resultar molestos
a estos y hacerlos revelarse contra el instructor.
Las técnicas de comunicación:
Deberán adaptarse a la audiencia y el objetivo. Es conveniente dividir la charla en varios
puntos o etapas, las que serán desarrolladas en un orden determinado. La comunicación no
deberá ser necesariamente oral o unidireccional. El instructor podría decidir, por ejemplo,
dirigir un corto debate o una pequeña demostración a fin de enseñar uno o varios puntos de
su charla. Podrá también, durante la presentación de la charla, prever algunos obstáculos que
pueden presentarse en el curso de la charla: dificultades, podrá preparar ilustraciones orales o
visuales, denominadas también “accesorios audio-visuales”. Veamos algunos ejemplos de
estos.
Accesorios orales: ejemplos, historia de caso, preguntas, etc.
Accesorios visuales: laminas, rotafolio, franelografo, pizarra, diapositivas, etc.
Condiciones técnicas:
Los tres puntos anteriores nos dictaran las condiciones técnicas necesarias para asegurar el
buen éxito de nuestra charla. No obstante, la disponibilidad de los recursos necesarios y las
condiciones existentes limitaran frecuentemente las condiciones arriba mencionados.
Duración:
Tal como se mencionará ya, la charla se divide en etapas cada una de las cuales tiene su propia
finalidad. El tiempo necesario para cada etapa será determinado según su finalidad y de
acuerdo al tipo de auditorio. La suma de los tiempos parciales nos da la duración de la charla.
Si durante la planificación de la misma comprobamos que el total excede el tiempo disponible,
debemos escoger entre dos posibilidades:
Modificar el objetivo, lo que implica reorganizar por completo el tema.
Planificar nuestra charla u otra actividad de existencia antes de darla charla, de modo
de ampliar los conocimientos de los alumnos elevarlos al nivel adecuado.