TERMINO 3 – LA INQUISICIÓN
Fue un Tribunal eclesiástico encargado de perseguir y castigar a los herejes y otros delitos
como las desviaciones morales (homosexualidad, brujería…). También se encargaban de la
censura ideológica y cultural. Su origen es medieval y data del s. XIII en varios países europeos,
entre ellos la Corona de Aragón. Estaba controlada por el papado y los Dominicos y fue
financiada gracias a las multas sobre los acusados, beneficios, dispensas y confiscaciones.
En cuanto a la Inquisición española, fue iniciada por los Reyes Católicos en Castilla con un
doble papel político y religioso, ya que se querían perseguir a aquellos falsos conversos
(principalmente judíos) con el objetivo de logar la unificación religiosa. Fue un poderoso
instrumento de control social al servicio del Estado monárquico al cual estuvo vinculado.
Además fue la única institución común, ya que actuó en todos los territorios hispánicos. En
1478 fue aceptado por el papa. Y aunque era tribunal religioso en España, dependía
directamente de los soberanos.
En la cabeza del Santo Oficio se encontraba el Inquisidor General, siento Tomás de
Torquemada el primero de ellos. Este presidia el Consejo de la Suprema y General Inquisición y
se encargaba de coordinar y controlar a los tribunales del distrito, aunque los miembros del
consejo eran nombrados por el rey.
La Inquisición partía de la presunción de culpabilidad del acusado. En Aragón, quien acusaba
podía pagar el doble de la multa si se demostraba lo contrario. La Iglesia animaba a los vecinos
a denunciar un posible hejer. Una vez detenido al acusado se le incomunicaba y los castigos
que se aplicaban eran de tipo espiritual (rezos o ayunos), o más graves (cárcel, azotes,
escenario público…). Si el Tribunal Inquisidor decidía que era imposible hacer cambiar la idea al
hejer se le quemaba en la hoguera (Autos de fe)
Hemos visto como la Inquisición española tuvo un doble papel político y religioso y se
encontraba al servicio de la monarquía. Aunque su uso fue descendiendo a lo largo de los
siglos, continuo funcionando hasta el s. XIX.