LA SOCIEDAD Y LA LITERATURA EN EL SIGLO XV (I) El siglo XV responde a un periodo de transición que se manifiesta en cambios a diversas escalas: políticos, sociales, económicos y culturales. La unión de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón comporta la unión política de la península y el nacimiento de una España como estado moderno centralizado. Crecen los conflictos entre los reyes y la nobleza: se la somete, atrayéndola a las cortes para tenerla más controlada y evitar la inestabilidad política que producía su poder (lo que a su vez favorece el desarrollo de la cultura y literatura cortesana).
LA SOCIEDAD Y LA LITERATURA EN EL SIGLO XV (II) Con la unificación y la toma de Granada, se decreta que todos los musulmanes y judíos escojan convertirse al cristianismo o abandonar el territorio: A los judíos que deciden marcharse se les conocerá como “judíos sefardíes”; en cambio, a los que se quedaron, como “judíos conversos” (aunque estos sufrirán cierta discriminación). La mayoría de musulmanes se quedarán y, aparentemente, se convierten, a los que se les conocerá como “moriscos” hasta su expulsión definitiva en el siglo XVII. Nacerá el tribunal de la Santa Inquisición, con el motivo de vigilar a estos “nuevos cristianos” y con la competencia de juzgarlos y condenarlos a cárcel e incluso a muerte. Poco a poco va ampliando sus competencias: brujerías, herejías o cualquier amenaza a la doctrina cristiana (llega a condenar a filósofos y a científicos). La sociedad queda dividida en “cristianos viejos” y en “cristianos nuevos”, una división cada vez más obsesiva y acentuada con respecto a los que no tenían “limpieza de sangre”.
LA SOCIEDAD Y LA LITERATURA EN EL SIGLO XV (III) La burguesía (artesanos y comerciantes) cobra cada vez más poder económico, pese a seguir formando parte de los estamentos no privilegiados. Sus valores van cobrando más significado: el trabajo personal por encima del apellido, el materialismo, el sentido práctico, el individualismo … En esta época tienen lugar grandes descubrimientos que abren paso a la Edad Moderna: El descubrimiento de América en 1492. La brújula y nuevas formas de comunicación. La pólvora. La imprenta.
Con la entrada de la nobleza en las cortes, se facilita su acceso a la cultura, escritura y literatura. Así, surge el perfil ideal del noble diestro en las armas y en las letras. En este contexto llega a la península la lírica trovadoresca: poemas escritos por y para nobles, recitados o cantados por un trovador en la corte, y que nos llegan recogidos en los “Cancioneros” (antologías, obras colectivas que recogen poemas de numerosos poetas cortesanos como el Cancionero de Baena , cuidadosamente encuadernados, muchos de ellos ilustrados e incluso acompañados de las partituras.). LOS CANCIONEROS Y EL AMOR CORTÉS (I)
Aunque también tratan otros temas (satíricos, morales o políticos), la mayoría de los poemas que se recogen son de temática amorosa, pero entendiendo el amor como un sentimiento convencional, artificioso y codificado: el amor cortés. Un caballero se siente enamorado de una dama superior a él (social y moralmente), el amor es inevitable (ella es tan bella y perfecta que es imposible no amarla), pero imposible. El caballero se convierte en un “servidor” de la dama, como un vasallo de su señor, y al no ser correspondido, provoca un intenso sufrimiento en el amante del que no puede escapar, y que solo acabará con la muerte. El sentimiento es ennoblecedor, espiritual, constante y fiel, de tal intensidad, que a veces adora a su amada tanto o más que a Dios. LOS CANCIONEROS Y EL AMOR CORTÉS (II) El sentimiento contradictorio que expresan estos poemas se materializa en composiciones rebuscadas, retorcidas, abstractas, oscuras y artificiosas, en las que se despliegan un repertorio de metáforas, juegos de palabras, paradojas y antítesis. La métrica es regular, la rima consonante y predominan los versos octosílabos en diversas combinaciones o estrofas.
EL MARQUÉS DE SANTILLANA El Marqués de Santillana (1398-1458) perteneció a una familia rica, culta y poderosa del siglo XV. su abuelo y su padre también fueron guerreros y poetas. Como político tuvo una gran influencia en el reino de Castilla y también mantuvo relaciones con el reino de Aragón durante el reinado de Alfonso V. Conoció la cultura renacentista italiana, fue un gran admirador de Dante y su Divina comedia y de Petrarca. De ellos aprendió en uso del endecasílabo. Además de cultivar la lírica culta, sus obras más famosas son la serranillas: canciones populares en versos cortos en las que un caballero solicita el amor de una campesina.
JORGE MANRIQUE (1440-1479) Jorge Manrique, criado en el seno de una de las familias castellanas más poderosas (sobrino del Marqués de Santillana) también fue guerrero y poeta. Aunque escribió muy poco, una de sus obras, Coplas a la muerte de su padre , es una de las obras líricas más famosas de la literatura española. Se trata de una eleg ía con una reflexión filosófica sobre la fugacidad de la vida, el valor liberador de la muerte y un homenaje a su padre. El texto se divide en tres partes: PRIMERA PARTE: La vida en la tierra (coplas de la 1 a la 14). Trata sobre la necesidad de vivir cristianamente para alcanzar la vida eterna después de la muerte. SEGUNDA PARTE: La vida mortal, perecedera (coplas de la 15 a la 24). El poeta exalta el esplendor de las cortes medievales (fiestas y riquezas), para remarcar que todo pasa y que de las alegrías y ambiciones, con el paso del tiempo, no queda nada. TERCERA PARTE: La vida eterna y la fama (coplas de la 25 a la 40). Manrique presenta la figura de su padre, el comendador Manrique. Alaba sus cualidades y su valentía al enfrentarse sin miedo a la muerte, aceptándola como el final y el transcurso al paraíso. El lenguaje es sencillo y natural, aunque muy cuidado, propio de la lírica culta del siglo XV. Introduce la copla de pie quebrado, también conocida como estrofa manriqueña . https://www.youtube.com/watch?v=C- UlQitP8yE