Historia
de
la Ópera
parte 1
los orígenes
La donna e mobile - Rigoletto
Giuseppe Verdi
introducciÓn
La ópera es un género artístico, en el que se conjuntan el canto, la
música, la danza y la literatura, con el propósito de llevar al espectador
la trama de una historia y cuya expresión final es el teatro cantado. El
término se deriva del latín opus, que significa obra, y después llevado a
la locución italiana Ópera.
La ópera es un producto humanista, experimental, un ensayo artístico
de un grupo de músicos e intelectuales, que, reunidos en Florencia a
fines del siglo XVI, plantearon una alternativa al drama musical del
momento, reivindicando la tragedia y la comedia griegas. Los miembros
de este grupo integraron la denominada Camerata Florentina.
A principios del siglo XVII, Monteverdi, llevó a escena, el 24 de febrero
de 1607, en Mantúa, “L'Orfeo, favola in música”, la primera ópera en
alcanzar un lugar permanente en el repertorio.
En 1637, se estrenó en Venecia el primer teatro de ópera, el Teatro San
Cassiano. Pronto hubo dieciocho teatros en Venecia; recibían el nombre
de las parroquias en que se hallaban situados. La ópera se había
convertido en un pasatiempo popular.
A partir de la segunda mitad del siglo XVII y durante el XVIII, Nápoles se
transformó en un centro operístico de primer orden. La escuela
napolitana tuvo a Alessandro Scarlatti (1660-1725) como maestro
indiscutible y creó dos subgéneros, la opera seria y la opera buffa.
La ópera francesa mantuvo su independencia de la italiana desde sus
orígenes, con el Ballet de la Corte y la Comedia-Ballet, ambos creados a
finales del siglo XVI, y se consolidó con la tragedia lírica de Jean
Baptiste Lully, en el siglo XVII.
Como reacción a la llegada a París de la ópera bufa italiana de
Pergolesi, en 1752 se creó la “Ópera Cómica”, con textos hablados.
La ópera francesa resultó diferente de la italiana; se tendió a la
utilización del recitativo más que a las arias, su duración es más breve y
da más importancia a la danza ó ballet y a la grandiosidad en el
escenario.
En el siglo XVIII, grandes maestros de la música como Vivaldi, Handel,
Haydn y Mozart, también incursionaron en el género operístico.
Mozart ocupa un lugar especial en este grupo, compuso 22 óperas y
logró un gran éxito con “Las Bodas de Fígaro”, “Don Giovanni” y “La
Flauta Mágica”
A finales del siglo XVIII, la ópera había logrado crear una estructura de
modelos fijos que se difundieron por toda Europa. Mientras que en
Francia predominaba la ópera francesa, en el resto de Europa triunfaba
lo italiano y por encima del desarrollo dramático estaban los cantantes,
verdaderos divos y virtuosos de la voz.
El siglo XIX fue el siglo de oro de la ópera. La mayoría de las obras del
repertorio operístico de la actualidad pertenecen a este período.
En la ópera italiana brillaron los grandes maestros: Rossini, Bellini,
Donizetti, Verdi, Mascagni, Leoncavallo y Puccini.
En Francia, la ópera también gozó de éxitos tremendos de las manos de
Boïeldieu, Auber, Hérold, Adolphe Adam, Berlioz, Offenbach, Leo
Delibes, Massenet, Gounod y Bizet.
Dueto de las flores – Lakmé
Leo Delibes
En la ópera alemana, Weber y Meyerbeer fueron los grandes
compositores de principios del siglo, pero la figura más significativa
indudablemente fue Richard Wagner. Uno de los compositores más
revolucionarios y controvertidos de la historia de la música.
En la ópera rusa destacaron: Mikhail Glinka , Alexander Dargomischski,
Boris Godunov, Modest Mussorgsky, Alexander Borodin, Pyotr Ilyich
Tchaikovsky y Nikolai Rimsky-Korsakov. Sus óperas reflejaron el
crecimiento del nacionalismo ruso a lo largo del espectro artístico.
En la ópera española, se crea un género propio “La zarzuela”, la cual
convive con la ópera seria y crea una competencia creativa que le da
vitalidad a ambos géneros. Por muchos años, los mejores músicos
escogieron el camino de la zarzuela. En este género brillaron: Barbieri,
Chueca, Bretón, Chapí y Gerónimo Giménez.
A finales del siglo XIX, se produce la llegada al mundo de la ópera de
dos de los más grandes protagonistas musicales, Enrique Granados e
Isaac Albéniz. Y ya entrado el siglo XX, aparecieron grandes maestros
como Manuel de Falla, Moreno Torroba y Joaquín Turina.
orígenes
de la Ópera
En los primeros tiempos la ópera era considerada en primer lugar y
fundamentalmente una forma literaria, siendo la música apenas un
elemento incidental añadido.
Cuando examinamos las óperas primitivas es fácil ver cómo se
impuso esta idea. La palabra siempre tiene una mayor importancia y,
sobre todas las cosas, los compositores perseguían una declamación
clara y correcta y además la expresión musical de las ideas
contenidas en la poesía.
El énfasis sobre el texto verbal tiene sus raíces en el Renacimiento,
que asistió a un renovado interés por el mundo antiguo.
Fue hasta fines del siglo XVI, que los músicos fueron preocupándose
cada vez más por encontrar un lenguaje musical capaz de expresar de
forma adecuada y conmovedora los textos a los que acompañaban.
L’orfeo favola in musica
Monteverdi
Entre las décadas de 1570 y 1580 en Florencia, se reunían un círculo
de artistas y profesores llamados la “Camerata Florentina”, promovida
por el conde florentino Giovanni Bardi.
Este grupo trataba de dar vida nuevamente al olvidado arte dramático
de la antigua Grecia la “Tragedia Griega.”
Entre ellos se encontraba Vicenzo Galilei, compositor y teórico, padre
del astrónomo Galileo Galilei, quién publicó por primera vez algunos
fragmentos conservados de la música griega antigua y Giovanni
Caccini cantante y compositor. Las investigaciones de la camerata no
influyeron mucho en la sociedad de la época, pero si influenciaron la
estética de la ópera que vendría posteriormente.
Otro grupo que se empezó a reunir alrededor de 1590 en el palacio del
comerciante Conde Jacopo Corsi, fueron el poeta Otavio Rinuccini y el
compositor Jacopo Peri, quienes hicieron un drama pastoril de
Giovanni Batista Guarini llamado “il pastor fido” (el pastor fiel).
La unión de Jacopo Corsi, Otavio Rinuccini y Jacopo Peri, generó la
representación de “Dafne”. Este primer trabajo se perdió, sólo quedó el
texto.
Trataba del mito griego de la naturaleza que habla de la bella ninfa
Dafne, tal como lo relata Ovidio en la Metamorfosis.
El dios sol Apolo persigue a Dafne y la convierte en árbol. Este mundo
mágico de dioses y semidioses de Ovidio siguió siendo un tema
importante durante la temprana historia de la ópera.
Otro trabajo de Rinuccini-Peri fue el drama “Eurídice”, (Florencia 1600)
para celebrar el casamiento de Enrique IV de Francia y María de Medici.
Eurídice es una ópera basada en el mito de Orfeo, el cantor y tañedor de
la lira tracio. Eurídice, la esposa de Orfeo, muere por la mordedura de
una serpiente y Orfeo desciende al Hades para rogar por la vida de su
esposa. Los seres demoníacos se compadecen de su canto expresivo y
le permiten regresar al mundo con Eurídice.
Si dolce e il tormento
Monteverdi
Claudio Monteverdi fue el primer genio incontestable de la historia de
la ópera. Nació en 1567, tres años después que Shakespeare, hijo de
un médico de Cremona, la ciudad de los constructores de violines.
Empezó a componer madrigales a una edad muy temprana y se fue a
la corte de los Gonzaga en Mantua, donde llegó a ser Maestro di
Capella en 1601.
Monteverdi era un intelectual, insólitamente bien educado, sensible,
coherente, dueño de sí mismo y versátil. Vio enseguida las
limitaciones y las posibilidades de la nueva forma teatral.
Su respuesta fue llevar a la escena, el 24 de febrero de 1607, en
Mantua, “L'Orfeo, favola in musica”, la primera ópera en alcanzar un
lugar permanente en el repertorio. El texto lo había escrito Antonio
Striggio, un funcionario de la corte.
Las óperas primitivas tendían a sustituir los finales trágicos por finales
felices y Orfeo no es una excepción: Apolo aparece como un “Deux ex
machina” y conduce a Orfeo al Paraíso, donde se reunirá para
siempre con Eurídice.
Con Monteverdi nacieron una serie de reglas de la estructura dramática de
la ópera, que perduraron por muchos años :
El lieto fine (final feliz) como requisito operístico.
La alternancia de escenarios en fuerte contraste (idilio, mundo inferior,
paraíso), que se convertirá en un rasgo esencial de la ópera barroca
francesa.
La combinación de recitativos y números independientes, coros, danzas,
números de arias, ritornellos y danzas, canciones para varias voces.
La orquesta adquiere una mayor significación, caracterizando las escenas
dramáticas y los acontecimientos con su colorido y utilizando los
instrumentos para efectos simbólicos.
Los pasajes instrumentales independientes tienen un efecto relevante en la
medida en que apoyan e interpretan la acción. En la orquesta de
Monteverdi había unos cuarenta ejecutantes. La partitura no consigna
todos los particulares; marca la tónica general sin entrar en detalles.
Pur ti miro
La incoronazione di Poppea - Monteverdi
Monteverdi y el Ducado de Mantúa
La siguiente ópera de Monteverdi se basó en la leyenda griega de
Ariadna. Sólo sobrevive un fragmento, el famoso y sentimental
Lamento d'Arianna (1608), una efusión enormemente expresiva
cantada por Ariadna tras ser abandonada por Teseo, su amante, en la
isla de Naxos.
Monteverdi ensayó Arianna durante cinco meses, iniciando así el
hábito de la larga y completa preparación para lograr representaciones
modélicas.
La corte de Mantúa celebraba también fiestas en las que figuraban de
manera prominente óperas y ballets de Monteverdi.
Durante esta época la vida de Monteverdi se ensombreció; su esposa
murió; hubo dificultades en Mantua; hubo un brote de peste; en 1618
empezó la guerra de los Treinta Años; la ciudad de los Gonzaga fue
saqueada en 1630 y ardieron muchas obras inéditas de Monteverdi.
Monteverdi se trasladó de Mantua, donde las relaciones con el duque
reinante se hicieron tensas, a Venecia, que pronto se convertiría en un
baluarte de la ópera.
En 1613, fue designado director de música de la Basílica de San Marcos,
uno de los puestos musicales más importantes de Italia. En Venecia fue
donde tuvieron lugar las primeras representaciones de las últimas óperas
de Monteverdi.
El héroe de “il ritorno d'Ulisse in patria” (1641) es Ulises, también llamado
Odiseo, quien tras vagar largamente durante su viaje de retorno al hogar
de la guerra de Troya llega a Itaca y derrota a los pretendientes de su
esposa Penélope.
L'incoronazione di Popea (1642) es una de las primeras óperas históricas;
llena de introspección psicológica e ironía, es la historia de una cortesana
que se casa con el emperador romano Nerón.
Alborea el realismo, aparecen ya personajes cómicos; esas figuras
periféricas son retratadas con viveza y vigor, anticipando la opera buffa.
Monteverdi murió a los 76 años en Venecia en 1643.
Eri gia tutta mia - Monteverdi
Venecia
Entretanto, la condición social de la ópera estaba cambiando,
convirtiéndose en un espectáculo musical dramático para el público en
general. Hasta entonces había estado reservada a la corte, era un asunto
esotérico de las clases nobles.
En marzo de 1637, el músico y administrador Benedetto Ferrari abría el
Teatro San Cassiano en Venecia, un teatro de ópera abierto a todo el que
adquiriese una entrada. Todo el mundo concurrió a la maravilla de la
ópera, el portento que había estado reservado a las clases dominantes.
Tan sólo dos años más tarde Ferrari estaba en condiciones de abrir otros
dos teatros de ópera. Pronto hubo dieciocho teatros en Venecia; recibían
el nombre de las parroquias en que se hallaban situados. La ópera se
había convertido en un pasatiempo popular.
En Roma, la nueva forma artística se enriqueció con música en forma de
arias y coros y particularmente con elementos tomados del teatro
renacentista, presentando escenas religiosas y seculares, espectáculos
varios, desfiles carnavalescos y procesiones triunfantes, espectáculos
alegóricos o bíblicos, interludios cómicos y la “comedia del arte”.
El ansia de novedades de los italianos se hizo extensiva a la ópera; los
excesos barrocos de escenografía y tramoya estaban ya cercanos.
Las costumbres piadosas fueron secularizadas; los rituales litúrgicos
quedaron reflejados en las numerosas escenas con templos y
sacerdotes, las procesiones religiosas en desfiles, coros masivos y
cabalgatas.
La ópera conformó su ser en un país católico, donde la liturgia se
impregna de teatralidad, el ceremonial se confunde con la escenografía.
La difusión más rápida tuvo lugar en los vecinos países de Francia y
Austria. La ópera llegó a las áreas de habla alemana a través de Viena,
Salzburgo y Praga.
El norte protestante manifestó sus reservas. Sólo los grandes puertos y
los centros comerciales, donde soplaba un viento de libertad, le abrieron
sus puertas a la nueva diversión. Por otra parte, la Guerra de los Treinta
Años había devastado y empobrecido grandes zonas de Europa.
Lamento d’Arianna - Monteverdi
Fue hasta 1678 cuando se abrió el primer teatro de ópera en Alemania
fue el Theater am Gänsemarkt (Teatro del Mercado de los Gansos) en la
ciudad libre hanseática de Hamburgo, una empresa privada sin
subvención.
Los teatros de ópera, ya estuvieran en manos cortesanas o privadas,
pronto hicieron el descubrimiento fundamental de que la ópera es un
entretenimiento caro que siempre anda balanceándose en la cuerda floja
de la bancarrota.
Los muchos teatros que competían en Italia equilibraban sus balances
combinando sus actividades operísticas con mesas de juego,
restaurantes y otros servicios.
A fines del siglo XVII, aparece en Europa, la ópera barroca, un
espectáculo diseñado para atraer tanto a la vista como al oído. Se le da
una gran importancia a el montajes escénico y se combinan la música,
la comedia y la danza.
La ópera barroca constituye la segunda etapa en la Historia de la ópera.
F I N
Referencia:
http://www.weblaopera.com/historia/histo2.htm
AVM 05.02.2012