Juan 11:39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta,
la hermana del que había muerto, le dijo: Señor,
hiede ya, porque es de cuatro días.
caminan tristes por esta vida,
pensando que nada, ni nadie podrá
cambiar su situación. Y cuando le
dicen que Dios puede cambiarlos,
dicen como Marta: Ya no hay nada
más que hacer. ¡Mi vida hiede, el
mal olor ha invadido mi ser y todo
esta perdido! Sin embargo Cristo
te dice: ¡Quitad la piedra! ¿Si
Cristo tuvo el poder para resucitar
a un muerto, acaso no tenía el
poder de quitar la piedra él mismo
con solo pronunciar su Palabra?
Desde luego que sí, pero sin
embargo, él pidió que la piedra
fuera quitada por medio de
aquellos que iban a presenciar el
milagro. De la misma manera, en
tu vida, Jesús quiere hacer el
milagro de la salvación. Sobre la
puerta de tu corazón, quizá se
encuentre una gran piedra que
nunca has querido mover, para que
el poder del evangelio entrara.
¡Jesús te pide que la quites! Él no
se cruzará de brazos al ver tu
desdicha, sino que El actúa con su
poder. Todo el pecado y el mal
olor espiritual, se transformará
vida, si te arrepientes y pones tu fe
en Cristo.
Cada día, muchas personas
encuentran en Cristo la vida de su
alma.
¿Y sabes que es lo que han hecho?
¡HAN ABIERTO LA PUERTA
DE SU CORAZON...! ¡HAN
QUITADO LA PIEDRA. !
¡Ruego a Dios, en el nombre de
Jesús que hoy puedas quitar TU
PIEDRA!
Recuerda el dicho de Cristo: ¿No
te he dicho que, si creyeres, verás
la gloria de Dios? Juan 11:40
Año 2 Lagunillas, Domingo 07 de Septiembre del 2025 N°73
Hacía cuatro días que Lázaro (el
hermano de Marta) había muerto. El
cortejo fúnebre de vecinos, amigos
y familiares hacía ya cuatro días que
habían depositado el inerte cuerpo
de Lázaro en el sepulcro. (Dicho
sepulcro, consistía en una especia
de cueva, la cual se cavaba sobre la
roca, y se ponía una gran piedra
como puerta.) Ya lo habían
despedido y lo habían llorado,
sellando la piedra de la puerta:
¡Todo había terminado! Sin
embargo Jesús se acerca al sepulcro,
seguido de familiares y amigos de
Lázaro y dice: ¡Quitad la Piedra!
Marta horrorizada exclama que no
es conveniente, ya que el pobre
cuerpo de su hermano ya habría
entrado en descomposición, y el
olor a muerte saldría de su tumba.
Para Marta la puerta estaba sellada,
y así debería quedar. ¿Para qué
quitar la piedra? Pues suponía que
ya no había nada más que hacer.
¿Pensaría que Jesús iba a despedirse
de su muerto amigo Lázaro, y nada
más? Sin embargo ocurre el
milagro:
Juan 11:41- 44 Entonces quitaron
la piedra de donde había sido
puesto el muerto. Y Jesús, alzando
los ojos a lo alto, dijo: Padre,
gracias te doy por haberme oído.
Yo sabía que siempre me oyes;
pero lo dije por causa de la multitud
que está alrededor, para que crean
que tú me has enviado.
Y habiendo dicho esto, clamó a
gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!
Y el que había muerto salió, atadas
las manos y los pies con vendas, y
el rostro envuelto en un sudario.
Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle
ir.
Jesús dijo: Desatadle, y dejadle ir.
¡La piedra fue quitada y Jesús
resucitó a Lázaro! ¡El frio cuerpo
resucitó por el poder de Cristo, el
mal olor de la muerte, ahora fue
transformado en el perfume de la
vida! Marta entendió, que quitar la
piedra, tuvo una razón de ser: QUE
JESÚS OBRO CON SU PODER.
Se cumplió la declaración de Cristo
que le había hecho a Marta a
manera de pregunta: ¿No te he
dicho que, si creyeres, verás la
gloria de Dios?
Estimado amigo/a: ¿Acaso como
Marta no pensamos a veces que hay
casos que no tienen solución?
Algunos piensan que su vida es un
sepulcro, donde la luz de Dios no
puede entrar jamás. Intentando
cambiar varias veces por cuenta
propia (sin resultado) han desistido
en la lucha. El pecado y los vicios
triunfaron sobre su vida al fin,
convirtiendo todo en muerte. Así
pues, como sepulcros cerrados,
A veces, cuando Dios se revela a usted,
puede moverse en su vida de una manera
milagrosa. Sin embargo, note que Él no
solo quiere que entienda su naturaleza
divina y omnipotente, sino que también
desea enseñarle en cuanto a sus atributos
y carácter, de modo que usted desee lo
mismo que Él. Esto quiere decir que Dios
le muestra no solo cómo hacer buenas
obras, sino también cómo dedicarse por
completo a Cristo y sus propósitos. Sí,
hay una diferencia. Usted puede realizar
obras de benevolencia sin siquiera amar a
los que sirve. No obstante, cuando recibe
la influencia del Espíritu del Dios
Los caminos de Dios
Proverbios 8:32
Ahora, pues, hijos, oídme,
y bienaventurados los que
guardan mis caminos.
viviente, siente un amor profundo y
apasionado por las almas, el cual
trasciende las necesidades físicas de las
personas o la forma en que usted
responde a ellas. Como ve, cuando Dios
obra en su vida, produce una
transformación eterna. Él le eleva, le
prepara para su servicio, y le da una
mayor comprensión de por qué dio tanto
para redimir a la humanidad. Conocer
quién es Él de una manera tan profunda
transformará su vida, le inspirará para
servir a otros, y le proporcionará un
sentido de paz y seguridad mayor de lo
que este mundo jamás puede darle.
¡Quitad la piedra!