4.1.2 Latinoamérica
El modernismo latinoamericano es la más visible muestra de combinación e impureza
que caracteriza a nuestro mestizaje cultural, se manifestó por el despertar en la sensibilidad
de todo un continente, de toda una raza, que, llena de vigorosas energías, se coloca frente a
la vida, sorprendiéndose de hallarse en posesión de un instrumento de expresión
maravilloso, el idioma.
La prosa que da inicio al modernismo se caracteriza por un peculiar cuidado del ritmo y
la musicalidad del lenguaje. Por voluntad artística se aproximará a la poesía. Por ello se
cultivará, durante el período modernista, el poema en prosa o la prosa poética.
La poesía modernista, por su parte, muestra los siguientes rasgos distintivos: renovación
métrica, renovación en el vocabulario poético, esteticismo, exotismo, idealización del siglo
XVIII, introducción de un nuevo tipo femenino, epicureísmo, exaltación de la Grecia
Clásica.
``Según Charlie Z (1990), la literatura tuvo un cambio muy
significativo con este Movimiento Modernista en Hispanoamérica
(Literatura Hispanoamericana pág. 200-201)``
Hispanoamérica sintió, al imbuirse de ideas europeas, el orgullo de su juventud, de su
poderío. Y por joven y fuerte, se sintió original frente a un mundo que ya empezaba a nutrir
los gérmenes de su descomposición.
Vino primero la voluptuosidad de su fuerza. Lo que en los precursores fue tanteos,
ensayos, lo que en cada mente puesta en contacto con las viejas civilizaciones fue
deslumbramiento, en los maestros fue seguridad de su fuerza, apetencia de superación,
alegría del éxito, y sintieron la necesidad de llegar hasta la cuna del idioma, de retroceder a
la fuente de la tradición, para decir: “Vean lo que puedo hacer”. Llegaron hasta España, en
esos momentos en condiciones, por acción de la generación del ´98 de realizar un encuentro
de nuevo con la belleza, sepultada durante el siglo XIX por un tono general de poesía
burguesa. El soplo renovador partió de América.