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Parasitosis bumanas
ladas de pacientes con la enfermedad cróni•
ca, mientras que las Zl y Z3 proceden de vec•
tores y reservorios salvajes. La interpretación
de los zimogramas de T cruzi ha demostrado
que existe gran variabilidad genética. Algunos
autores consideran que esta relación no es
tan estrecha como se creía inicialmente.
El tripomastígote sanguíneo, en el hués•
ped vertebrado, tiene predilección por los
macrófagos, células del sistema retículo en•
dotelíal, tejido muscular cardíaco, muscular
estriado, muscular liso y menos frecuencia
por tejido nervioso. Dentro ele estas células,
el trípornasrtgote sanguíneo se trasforma en
arnastígote, el cual se caracteriza por ser re•
dondeado u oval, multiplicarse por división
binaria, medir aproximadamente de 1.5 µ, a
4 µ, de diámetro y no poseer flagelo, estos
amastígores se aglomeran dentro de las cé•
lulas formando nidos. Dentro de su ciclo ce•
lular, el parásito también adopta una forma
intermedia, de tamaño un poco menor que
el trlpomastigore, llamada epímastígote, de
aspecto fusiforme, con cineroplasto y flagelo
anteriores al núcíeo.!'"!
Ciclo de vida
La infección se trasmite de los re•
servorlos, que tienen los trlpomas•
tigotes circulantes, a los humanos,
a través de insectos triatominos he•
matófagos, en los cuales el parásito
se multiplica y es eUminado en las
deyecciones. Los tripanomas que se
encuentran en estas deyecciones pe•
netran por el punto de la picadura o
por las mucosas.
El vector de T. cruzi es un insecto hemató•
fago, de la familia Reduviidae, subfamilia
Tríatominae y géneros Rbodnius, Triatoma
y Panst rongylus , conocidos popularmente
como chinches besadores o con otros nom•
bres según los países; así, en Colombia se les
llama "pitos", en Brasil "barbeiros", en Vene•
zuela "chipos", en Argentina y Chile "vinchu•
cas", etc. Estos vectores se infectan al chu•
par la sangre del hombre o mamíferos con
trípomastígotes sanguíneos circulantes. Estas
formas sufren trasformaciones a lo largo del
tubo digestivo del vector (figura 7-5). Estu•
dios experimentales han permitido dividir su
evolución en tres fases: formas redondeadas
en el estómago, denominadas por algunos
como esferornastigotes; cpímastígotes en el
intestino medio, que se multiplican intensa•
mente por división binaria y trlpomastigotes
metacíclícos en la ampolla rectal, infectantes
para el huésped vertebrado. Por lo general,
el vector se coma ínfectante veinte días des•
pués de una comida de sangre contaminada y
permanece así toda su vida, que es de un año
aproxíniadarnenrc.!!"
Los trlaromíneos infectados, al picar nue•
vamente al hombre o a los animales y después
ele una ingestión abundante ele sangre, defe•
can fácilmente sobre la superficie (figura 7-6 A
y B). Cuando estas deyecciones se frotan sobre
la piel, contaminan el sitio de la picadura u
otro punto lesionado y los parásitos penetran
al tejido. Las deyecciones infectantes también
pueden llegar a la conjuntiva al ser deposita•
das en la hendidura palpehral o porque el mis•
mo paciente, a través ele sus manos, las lleva
hasta el ojo u otras mucosas, a través de las
cuales penetran los parásitos, sin necesidad de
tener excoríactones.U'"
Cuando los trtpornastígotes meracíclícos
infecrantes entran al organismo, son fagoci•
tados por los macrófagos de la región y en•
globados en el fagosoma, de donde escapan
y se dirigen al citoplasma, allí se trasforman
en amastígotes y se multiplican activamente
por división binaria. Más tarde se diferencian
de nuevo en rrípomastígotes, que rompen las
células y llegan a la circulación sanguínea y
linfática, para luego invadir diversos órganos,
en cuyas células penetran, y se trasforman. ele
nuevo en amastígotes. Esta etapa coincide
con la fase aguda ele la enfermedad, que dura
ele diez a quince días aproximadamente y se
caracteriza por una intensa multiplicación pa•
rasitaria en los tejidos y elevada parasitcmia,
Durante la fase crónica la parasíternía suele
ser mínima y predomina el parasitismo tisu•
lar. La parasírernía es una etapa obligatoria
para poder asegurar la transmisión, pues el
vector toma el parástto de la sangre durante
sus comidas. La aparición de los parásitos en
la sangre ocurre aproximadamente después
de siete a catorce días de la infección (perío•
do prepatente).
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