Paula tiene dos mamás

14,828 views 30 slides Mar 29, 2016
Slide 1
Slide 1 of 30
Slide 1
1
Slide 2
2
Slide 3
3
Slide 4
4
Slide 5
5
Slide 6
6
Slide 7
7
Slide 8
8
Slide 9
9
Slide 10
10
Slide 11
11
Slide 12
12
Slide 13
13
Slide 14
14
Slide 15
15
Slide 16
16
Slide 17
17
Slide 18
18
Slide 19
19
Slide 20
20
Slide 21
21
Slide 22
22
Slide 23
23
Slide 24
24
Slide 25
25
Slide 26
26
Slide 27
27
Slide 28
28
Slide 29
29
Slide 30
30

About This Presentation

Cuento infantil para educar en la diversidad


Slide Content

Paula tiene
dos mamas

Escrito por Lesléa Newman
Ilustrado por Mabel Piérola

edicions bellaterra

Paula tiene
dos mamás

Escrito por Lesléa Newman
Ilustrado por Mabel Piérola

edicions bellaterra

F 1

Para Sarah y Miranda Crane y todos sus amigos

"Título original: Hee Has To Mons
Traducción: Sur Donoso
Creación rica: Jags Moses

Publicado por Edicions Bellaterra
‘Navas de Tolosa, 2075
00026 Bacon

Primer eis 2005

© Lesa Newman, 190, 2000
© des ihstraciones, Mabe Prol, 2005

eran chen mundo dean ols a dst
Pre punt pal ese ro no ra a pr ig ol, ec y recio
sel ero dels rl apr y de emp ur

1SBN-r200-200-K
Depásto Legal: 26971-2005

Impreso en Grain Gráficas y Diseño, SA Av: Apeles Mestres 40-42. 08820 Fl Pat de Mobregat

Paula vive en una casa muy bonita, con un gran manzano delante de
la puerta y hierba muy alta en el jardin de atrás.

El dos es el número favorito de Paula. Paula tiene dos brazos, dos pier-
nas, dos ojos, dos orejas, dos manos y dos pies. Paula también tiene dos

| mascotas: un gato de color blanco llamado Nieve y un gran perro negro lla-
mado Noche.

Mamá Catalina es médica. A Paula le gusta escuchar los latidos de su
corazón con un estetoscopio de verdad. Cuando a mamá Catalina le duele la
cabeza, Paula le da dos aspirinas para que se sienta mejor. Cuando a Paula le
duele la rodilla, mamá Catalina le pone dos vendajes.

e]

Mamá Julia es carpintera. A Paula le encanta rebuscar en su caja de he-
rramientas, donde encuentra clavos y tornillos y un metro plegable de color
amarillo, Mamá Julia tiene dos martillos: uno grande para ella y otro peque-
ño para Paula

Paula y sus dos mamas pasan los fines de semana juntas. Los dias que
hace sol van al parque. Los dias de lluvia se quedan en casa y preparan una
tarta. Paula toma dos rosquillas y un gran vaso de leche para merendar.

10

Mamá Catalina y mamá Julia han preparado una sorpresa para Paula.

Vas a ir a una ludoteca -dice mamá Catalina.

—Jugarás con otros niños y conocerás a una monitora que se llama
María -dice mamá Julia.

~élran Noche y Nieve conmigo? -pregunta Paula.

-No, ellos se quedarán en casa -dice mamá Julia.

-Pero si quieres puedes llevarte dos cosas, las que tú elijas -dice mamá
Catalina

Paula coge su manta azul, con la que le gusta arroparse cuando duer-
me la siesta, y su taza roja, en la que prefiere beber a la hora de la comida.

Al día siguiente mamá Catalina y mamá Julia llevan a Paula a la ludo-
teca de María.

Maria tiene un montón de cosas divertidas con las que jugar: libros y
puzzles, colores y pinturas, piezas de arquitectura y disfraces. Hay una gran
mesa redonda donde Paula puede comer y un rincón tranquilo donde dor-
mir la siesta. Mientras mamá Catalina y mamá Julia hablan con María, Pau-
la ha compuesto dos puzzles ella sola

Pronto llegan los demás niños, y mamá Julia y mamá Catalina deben
marcharse. Dan a Paula un beso de despedida y ella se pone triste y empie-
za a llorar, pero se le pasa enseguida.

En la ludoteca Paula construye una gran torre con las piezas de arqui-
tectura y se disfraza de bombero. También pinta dos dibujos, uno para
mamá Julia y otro para mamá Catalina. A la hora de comer, Paula bebe un
jugo de manzana en su taza roja preferida y luego duerme la siesta abrazada
à su manta azul

u [5]

Cuando todos se despiertan, se sientan en círculo, y Maria lee la histo-
ria de un niño que tiene un papá veterinario. Él cuida de los perros y los ga-
| tos, de los pájaros y los peces y de los hámsteres cuando están enfermos.

-Mi papá también es médico -dice Juan señalando el libro-. Él cuida
de la gente cuando se pone enferma.

—Mi papá es maestro -dice David. Una vez me llevó con él a su es-

cuela.
L m

=Yo no tengo papá -dice Paula.
Nunca lo había pensado. ¿Tienen todos papá menos Paula? Paula
arruga la frente y empieza a llorar.

Maria coge a Paula y la abraza.

-No todos tienen un papá -dice Maria-. Tú tienes dos mamás y eso es
muy importante, Miriam tampoco tiene papá. Ella tiene una mamá y una
hermanita pequeña, y eso también es muy importante,

16

| -Yo no tengo ninguna mamá. Yo tengo dos papás -dice Qi orgullosa.
-Yo también tengo dos papas -dice Pedro. Mi mamá y mi padrastro
viven en una casa azul, y mi papá vive solo en una casa amarilla

=Ahora vamos a dibujar a nuestras familias =dice Maria
‘Todos los niños se sientan alrededor de la gran mesa redonda y María
| | les reparte papel y colores.

le a

Juan tiene una mamá y un papá y un hermano mayor llamado Carlos. |

La mamá de Miriam empuja a su hermana pequeña en un columpio

del parque

20

A Qi le gusta sen!
lón y les pide que le cut

pis en el gran sofá rojo del sa-

La mamá de Pedro y su padrastro lo llevan a casa de su papá.

2]

María cuelga los dibujos y todos los miran.

-No importa cuántas mamás o cuántos papás tenéis -les dice María a
los nifios-. No importa si en una familia hay hermanas, hermanos, primos,
abuelos, abuelas, tíos o tías. Todas las familias son únicas. Lo más importan-
te de una familia es que todos se quieran.

El =

Pronto las mamás de Paula van a recogerla. Nieve y Noche también
han ido, Paula se apresura a enseñarles su dibujo.
-2Xo soy ésta? -pregunta mamá Catalina señalando el dibujo de Paula.
—¿Y ésta soy yo? -pregunta mamá Julia señalando también el dibujo.

-Esta es la mami que más quiero dice Paula señalando la mamá de
las gafas grandes como las de mamá Catalina= Y esta es la mami que más
quiero -dice Paula señalando la mamá que tiene el pelo corto y pelirrojo

como mamá Julia.

26

Mamá Catalina y mamá Julia sonríen y dan a Paula un gran abrazo. La
niña da dos besos a sus mamás y las tres vuelven a casa cogidas de la mano.

27 =

EE 28

Epílogo: Una nota para padres y profesores

La autoría de Paula tiene dos mamás me ha valido la consideración de escritora más
peligrosa de cuantas viven actualmente en Estados Unidos Cuando escribi el libro, en 1988,
no pensaba que llegara a publicarse, y mucho menos que fuera a convertirse en uno de los
libros más provocadores de los noventa, Aunque me han acusado repetidamente de acti-
vista y de tener un objetivo politico, mi propósito al escribir el libro era, simplemente, con-
tar una historia

La idea surgió mientras paseaba por Main Street, en Northampton, Massachusetts,
una ciudad conocida por su liberalismo, su tolerancia con la diferencia y por poseer una
numerosa población lésbica, Ese día fui a visitar a una mujer que junto con su compañera
acababan de dar acogida a un bebé en su hogar. «No podremos leer a nuestra hija ningún
libro que muestre familias como la m

sira ~dijo la mujer= Alguien debería escribir algunos

Bien, pensé, yo soy ese alguien, Alguien que conoce de primera mano qué pasa
cuando se crece sin ver familias como la propia en los libros, en las películas o en la tele-
visión. Yo crecí en una familia judía, en un barrio judío. Estaba rodeada de familias que
eran como la mi
miembros comí

1 familias cuyos miembros vestían de un modo similar, familias
alimentos similares. Sin embargo, preguntaba yo a mis padres una y otra
vez: «¿Por qué no tenemos un árbol de Navidad? ¿Por qué no puedo comer huevos de Pas-
cua?s, Como nunca leí un libro ni vi un programa de televisión o una película sobre una
joven judía de pelo castaño rizado que comiera sopa de bolas de pan ácimo un viernes por
la noche, estaba convencida de que había algo extraño en mi familia, Mi familia no se pa
recía a ninguna de las que yo veía en las fotos delos libros o en la televisión. Mi familia era
diferente. Mi familia tenía algo raro.

Por supuesto, siendo entonces una niña, no era consciente del poder de los medios
de comunicación. No era consciente de este deseo de ver una familia como la mía reflejada
en la cultura que esos medios difunden, No podía articular esta necesidad. La mujer adul-
ta que ahora soy, que ha revelado su identidad como lesbiana judía, es, en cambio, dolo-
rosamente consciente de la falta de imágenes positivas o simplemente imágenes de sí mis
ma en los medios de comunicación, Creo que si hubiese tenido estas imágenes y modelos
a una temprana edad, habrían contribuido a aumentar en no poco mi autoestima,

Y así fue cómo me impuse el reto de escribir Paula tiene dos mamás, con el único ob-
jetivo de crear un libro que ayudara a los hijos de madres lesbianas a sentirse mejor con
ellos mismos y con sus familias

Envié Paula a más de cincuenta editores. Las editoriales de libros infantiles me suge-
rían que lo intentara en las editoriales de lesbianas. Las editoriales de lesbianas me sugerían
que lo intentara en las de libros infantiles. Transcurrido un año,

'ivia Gover, una amiga
que es madre lesbiana, y yo decidimos publicar el libro por nuestra cuenta, Enviamos una

carta para recaudar fondos; en ella prometiamos entregar un ejemplar del libro a cambio
de una donación de diez dólares o más. Cuatro mil dólares más tarde, mi teoría quedó de-
mostrada: existía una audiencia entusiasta allí afuera, deseosa de tener un libro que mos
trara un niño y sus dos madres lesbianas desde una perspectiva positiva.

En diciembre de 1989 salieron de la imprenta los primeros ejemplares de Paula tiene
dos mamás. El libro no levantó grandes entusiasmos, tampoco condenas. Recibí algunas car-
las de madres lesbianas en las que expresaban su agradecimiento y también la carta de una
niña de seis años llamada Tasha, que me decía: «Gracias por escribir Paula tiene dos mamás.
Sé que lo escribiste PARA MÍ». Alguien me contó que un niño recibió tres ejemplares del li
bro como regalo de cumpleaños y que dormía con ellos bajo la almohada todas las noches.
También hablé con una mujer heterosexual cuyo hijo estaba cautivado por el libro. «Me
pide que se lo lea cada noche -me dijo-. Quiere saber por qué él sólo tiene una mamá» Un
niño que vivía con su madre lesbiana y la compañera de su madre preguntó: «¿Cómo es
que Paula tiene dos madres y yo sólo tengo una mamá y una parent?» Otro niño con dos
madres estaba completamente sorprendido, Cuando sus madres le leyeron el libro y le pre=
guntaron qué pensaba, dijo simplemente: «¿Podemos tener un perro y un gato como Pau-
la?» No he tenido noticia de ninguna reacción adversa de ningún niño sobre el libro. Con.
los adultos, sin embargo, es otra historia

En 1990 Alyson Publications creó Alyson Wonderland, una linea de libros para ni-
ños de padres gays y madres lesbianas. Alyson compró los derechos de Paula y también’
publicó Daddy’s Roommate (El compañero de papá). Los libros tuvieron un poco más de pu=
blicidad en ese momento, pero las aguas permanecieron tranquilas hasta 1992, cuando sur=
gieron tres conflictos graves relacionados con Paula y Daddy’s Roommate

El primer conflicto ocurrió en Portland, Oregón, donde Lon Mabon lanzó una cam
paña antigay con la que pretendía presentar una enmienda a la constitución del estado que
permitiera la discriminación de lesbianas y gays. En las reuniones de su organización, la
Alianza de los Ciudadanos de Oregón, se distribuyeron ejemplares de Paula y de Daddy's Room-
mate como una prueba de «los propósitos del activismo homosexual» que en opinión de
‘Mabon estaba asolando el país, El 3 de noviembre de 1992 los ciudadanos de Oregón vor
taron, y la propuesta de la OCA fue derrotada,

El segundo conflicio en torno a Panta tene dos mamás y Daddy's Roommate se desarro
116 en las escuelas y bibliotecas públicas a lo largo y ancho del país. Como si de un esfuer-
zo concertado se tratase, los libros empezaron a desaparecer de las estanterías de las bir“
bliotecas de costa a costa del país, Cuando Alyson Publications tuvo noticia de ello, se
ofreció a enviar quinientos ejemplares para reponer el libro en las primeras quinientas bi
bliotecas que lo solicitasen. Apenas difundida la noticia, llegaron las quinientas solicitudes.
La mayoría de los bibliotecarios se pronunciaron en favor de los libros y defendieron la i-
bertad de expresión como uno de los principios vitales sobre los cuales se fundamenta
nuestra sociedad. Algunas bibliotecas trasladaron los libros a la sección de adultos y otras
los pusieron en la sección de demandas especiales. Sin embargo, y en general, Paula y
Daddy’s Roommate permanecieron en los anaqueles,

‘A mf me asombraba, y me sigue asombrando, todo este alboroto. Me parece des=
proporcionada la cantidad de padres y madres que temen que sus hijos, por la simple lec-
tura de un libro donde aparece un personaje gay, por este simple hecho, sean lesbianas ©
gays cuando crezcan. Es inútil destacar que la amplia mayoría de las lesbianas y gays fue-
ron criados por padres y madres heterosexuales y emplearon incontables horas de su in-
fancia en leer cientos de libros de personajes heterosexuales, El miedo es irracional

La tercera controversia ocurrió en la ciudad de Nueva York, con motivo de la pu-
blicación del Currículum Rainbow, una bibliografía de 445 páginas diseñada para educar
en el respeto por todos los tipos de familia. Entre esas 445 páginas, sólo tres párrafos men-
cionaban libros en los que aparecían personajes homosexuales y temas relacionados con la
homosexualidad. Y estos libros no eran de enseñanza o lectura obligatoria; eran simple-
‘mente recomendados junto a otros centenares de libros.

El consejero escolar Joseph Fernández era un firme partidario del Currículum Rain-
bow. En una entrevista en el Daily News de Nueva York, fechada el 6 de septiembre de 1992.
dijo: «Si queremos unir este país, tenemos que tratar del problema del odio. Los niños
aprenden los prejuicios de nosotros, de los adultos, Tenemos que enseñarles la tolerancia
por medio de la educación»

Desafortunadamente, mucha gente no estaba de acuerdo con el consejero Fernández.
No lo estuvo Mary Cummins, presidenta del Distrito Escolar 24, de Queens. En una entre-
vista en el Newsday de Nueva York, fechada el 25 de abril de 1992, manifestó que el Currícu-
um Rainbow «dice a los maestros que ellos deben contar a los niños que no todas las fa-
millas son heterosexuales. Nosotros no podemos hacer eso en la primaria». ¿Por qué no?, me
pregunto. ¿Por qué no enseñar a los niños de primaria, o de cualquier otro nivel, la verdad?

Después de una larga y amarga batalla, el Curriculum Rainbow fue enmendado, y
Paula tiene dos mamás y Daddy Roommate fueron retirados de sus páginas. A aquellos que no
quieren exponer a los niños a esta clase de familias les pregunto: ¿cómo pueden dar por
supuesto que cada uno de los niños que se sientan en su clase o en su biblioteca proceden
de hogares con una madre y un padre? ¿Cómo pueden dar por supuesto que no hay niños
en su clase o en su biblioteca que tienen madres lesbianas o padres gays, o hermanos, tías,
tíos, abuelos, vecinos y amigos que lo son? ¿Qué mensaje están transmitiendo a los niños
cuando afirman que sólo existe un tipo de familia y vuelven invisibles las demás?

Todos los niños, incluidos los hijos de madres lesbianas y padres gays, saldrán be-
neficiados de cuantos más libros sobre la diversidad se publiquen. En palabras de dos de
sos (crecidos) niños, Stefan Lynch y Emily Omerek, codirectores de COLAGE (Children of
Lesbian and Gay Everywhere) en una carta fechada en enero de 1994 y dirigida a la revis-
ta Ten Percent: «Los que hemos crecido en familias alternativas, especialmente familias de les-
bianas y gays, nos hemos sentido invisibles sin saber por qué La nueva generación tiene
recursos como el libro de Newman, en el cual pueden verse reflejados y, en consecuencia,
valorados»

Lesléa Newman

+]