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Epílogo: Una nota para padres y profesores
La autoría de Paula tiene dos mamás me ha valido la consideración de escritora más
peligrosa de cuantas viven actualmente en Estados Unidos Cuando escribi el libro, en 1988,
no pensaba que llegara a publicarse, y mucho menos que fuera a convertirse en uno de los
libros más provocadores de los noventa, Aunque me han acusado repetidamente de acti-
vista y de tener un objetivo politico, mi propósito al escribir el libro era, simplemente, con-
tar una historia
La idea surgió mientras paseaba por Main Street, en Northampton, Massachusetts,
una ciudad conocida por su liberalismo, su tolerancia con la diferencia y por poseer una
numerosa población lésbica, Ese día fui a visitar a una mujer que junto con su compañera
acababan de dar acogida a un bebé en su hogar. «No podremos leer a nuestra hija ningún
libro que muestre familias como la m
sira ~dijo la mujer= Alguien debería escribir algunos
Bien, pensé, yo soy ese alguien, Alguien que conoce de primera mano qué pasa
cuando se crece sin ver familias como la propia en los libros, en las películas o en la tele-
visión. Yo crecí en una familia judía, en un barrio judío. Estaba rodeada de familias que
eran como la mi
miembros comí
1 familias cuyos miembros vestían de un modo similar, familias
alimentos similares. Sin embargo, preguntaba yo a mis padres una y otra
vez: «¿Por qué no tenemos un árbol de Navidad? ¿Por qué no puedo comer huevos de Pas-
cua?s, Como nunca leí un libro ni vi un programa de televisión o una película sobre una
joven judía de pelo castaño rizado que comiera sopa de bolas de pan ácimo un viernes por
la noche, estaba convencida de que había algo extraño en mi familia, Mi familia no se pa
recía a ninguna de las que yo veía en las fotos delos libros o en la televisión. Mi familia era
diferente. Mi familia tenía algo raro.
Por supuesto, siendo entonces una niña, no era consciente del poder de los medios
de comunicación. No era consciente de este deseo de ver una familia como la mía reflejada
en la cultura que esos medios difunden, No podía articular esta necesidad. La mujer adul-
ta que ahora soy, que ha revelado su identidad como lesbiana judía, es, en cambio, dolo-
rosamente consciente de la falta de imágenes positivas o simplemente imágenes de sí mis
ma en los medios de comunicación, Creo que si hubiese tenido estas imágenes y modelos
a una temprana edad, habrían contribuido a aumentar en no poco mi autoestima,
Y así fue cómo me impuse el reto de escribir Paula tiene dos mamás, con el único ob-
jetivo de crear un libro que ayudara a los hijos de madres lesbianas a sentirse mejor con
ellos mismos y con sus familias
Envié Paula a más de cincuenta editores. Las editoriales de libros infantiles me suge-
rían que lo intentara en las editoriales de lesbianas. Las editoriales de lesbianas me sugerían
que lo intentara en las de libros infantiles. Transcurrido un año,
'ivia Gover, una amiga
que es madre lesbiana, y yo decidimos publicar el libro por nuestra cuenta, Enviamos una