•Ruibarbo (Rheum rhaponticum). Las láminas de la hoja pero no el peciolo, contiene
sales de ácido oxálico, que causan desórdenes renales, convulsiones, coma.
Raramente fatales. La raíz, empleada como purgante, es de escasa actividad tóxica.
•Tomate (Solanum lycopersicum) El follaje y nervaduras contienen alcaloides
venenosos que producen trastornos digestivos y excitabilidad nerviosa.
Otras plantas tóxicas
•Acacia negra o falsa acacia: Las yemas son tóxicas al igual que la corteza y las hojas.
Hay reportes que indican que las yemas pierden la toxicidad por la cocción. Un
componente tóxico importante es robin toxoalbúmina que se inactiva por el calor. Los
caballos que la consumen muestran signos anorexia, depresión, incontinencia, cólicos,
debilidad, arritmias cardiacas dentro de la hora de consumidas.
•Adelfa (Nerium oleander), también llamada «laurel de flor». Todas las partes de la
planta son venenosas. La intoxicación por adelfa es parecida a la intoxicación
digitálica, se producen alteraciones gastrointestinales acompañadas de náusea y
vómito, diarreas sanguinolentas, vértigo, ataxia, midriasis, excitación nerviosa seguida
de depresión, disnea, convulsiones tetaniformes y arritmia en aumento, aparece
taquicardia, fibrilación auricular y bloqueo con paro cardíaco. Posee heterósidos
cardiotónicos, oleandrina, neandrina, digitoxigenina y gitoxigenina, rutósido,
nicotiflorina, heterósidos cianogenéticos. Tampoco debe usarse la madera de la planta
para cocinar debido a que el humo liberado es tóxico y puede envenenar la comida.
•Ajenjo (Artemisia absinthium) «artemisia amarga» o «hierba santa» es una planta
herbácea medicinal de la familia de las asteráceas. Contiene principios amargos
(absintina), a las que debe sus propiedades digestivas; aceite esencial rico en tuyona,
de acción vermífuga y emenagoga, pero tóxica en dosis altas; sales minerales nitrato
potásico) y taninos.