pública”. La televisión es explosiva porque destrona a los llamados líderes intermedios de opinión.
Con la televisión, la autoridad es la visión en sí misma, es la autoridad de la imagen. Lo esencial es
que el ojo cree en lo que ve, la autoridad cognitiva en la que más se cree es lo que se ve. A la
democracia le basta, para funcionar, que exista una opinión pública que sea verdaderamente del
público. La televisión se exhibe como portavoz de una opinión pública. “Los sondeos de opinión
reinan como soberanos”. La televisión refleja los cambios que promueve e inspira a largo plazo.
Ø EL GOBIERNO DE LOS SONDEOS
En gran parte, los contenidos televisivos son imágenes de acontecimientos, pero son también voces
públicas.
Los sondeos de opinión consisten en respuestas que se dan a preguntas, las respuestas dependen
ampliamente del modo en que se formulan las preguntas, el que responde se siente “forzado” a dar
una respuesta improvisada en aquel momento.
Las opiniones recogidas en los sondeos son por regla general débiles; y es raro que alguna vez se
recojan opiniones profundas. Algunas veces tenemos una opinión firme y sentida con fuerza, pero
incluso cuando es así, no es seguro que la opinión que dictara nuestra elección de voto sea esa. Se
deduce pues, que quien deja influenciar o asustar por los sondeos, el sondeo dirigido, a menudo se
deja engañar en la falsedad y por la falsedad. Los sondeos son instrumentos de demo-poder, un
instrumento que revela la vox populi, sino sobre todo a una expresión del poder de los medios de
comunicación sobre el pueblo; su influencia bloquea frecuentemente decisiones útiles y necesarias.
El argumento es que si una persona no sabe ni siquiera estas cosas tan elementales, con mayor
razón no tendrá noción de alguna de los problemas por simples que sea. El sondeo-independencia
es nociva, en las encuestas deberían tener menos peso del que tienen, que las credenciales
democráticas del instrumento son espurias. Está claro que el pollster comercial no tiene ningún
interés en verificar cual es la consistencia o inconsistencia de las opiniones que recoge: si lo hiciera
autodestructivo.
Ø MENOS INFORMACIÓN
El gobierno de los sondeos se basa, interalia, en opiniones desinformadas. Informar es proporcionar
noticias, y esto incluye noticias sobre naciones. Se puede estar informado de acontecimientos, pero
también del saber. Debemos puntualizar que la información no es conocimiento, no es saber en el
significado erístico del término, la información da solamente nociones; destacar que la información
es variable.
Las informaciones que construirán una información pública sobre problemas públicos, sobre
problemas de interés público. Las su información se enriende como una información totalmente
insuficiente que empobrece la noticia que nos da, o bien el hecho de no informar, la pura y simple
eliminación de 9 de cada 10 noticias existentes. La desinformación se entiende como una distorsiona
de la información: dar noticias falseadas que inducen engaño al que las escucha.
La distinción es analítica, sirve para un análisis claro y preciso del problema. La difusión de la
información, que se presenta como tal, aparece en el periódico. Pero que llamamos propiamente