Curriculum
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ciertos dmbitos académicos —en particular, e la pmdA¿clón estadounidense—
comenzó a invadir la literatura pedagdgica. La tendencia a ocuparse de él se ha
acentuado en la discusión político-educativa de los últimos años, dada la cen-
tralidad de los dispositivos curriculares en las políticas de reforma que se levan
“ cabo en diversos países, incluido el nuestro (Terigi, 1997a).
En consecuencia, cualquier aproximación a la producción acerca del curriculum
escolar permite formular una doble constatación: 1) que el campo presenta una
ehiorme cantidad-de producciones, y 2) que éstas agregan, al impacto de su nú-
iero, la comple}ida:d resultante de cubrir una gama variadisima de cuestiones.
X Geografía de laproducción curricular. Un primer rasgo de la si-
tuación del campo-del curriculum en fos últimos años es la multiplicación de li-
bros, artículos sobre él tema u'publ:cnclones periódicas sobre educación, re-
vistas espen¡uhzudns, redniones nmdémlcns, proyectos de investigación, etc.,
| relacionados con el eurriculum o cón algin aspecto específico de éste,
Él debate cumculurocupu hoy por huy @ una serie de instituciones y personajes,
Ap&e a cuya variddfá Tn ubicación geográfica pueden, sin embargo, destacarse
tres grandes centros de producción:
“El ejeéstados Unidos/Gran Bretaña: varios autores (por ejemplo, Díaz Barriga;
“1992b) han señalado d'los Estados Unidos como el ámbito' de surgimiento de la
“problemática curriculer,® mientras que Gran Bretaña ha sido el ámbito de cons
titución de la llamada “nueva seciología de la educación”, de fuerte impacto en
D la discusión curricular (Young, 1989), y ha hecho en las últimas décadas aportes
fundamentales para los estudios sociohistóricos de la constitución de las mate-
rias escolares (por ejemplo, Goodson, 1987). Los especialistas en curriculum de
ambos países han conformado un eje dentro del campo, en especial a través de
sus cuutribucí_ones a fas dos principales publicaciones sobre cuestiones curricu-
lares de la última décado: la Curriculum Inquiry, estadounidense, y el Joúirnal of
Currículum Studies, publicado en el Reino Unido.?
*: El eje España/países de América latina: España ha producido en la década del
'80 un cambio cualitativo en el tratamiento de fa problemática pedagógica en el
cireuito de habla hispana, merced tanto a la explosión editorial del perfodo co-
pifacksan sefialaba una serie de diferenciactones internas del je (el que tampoco identificaba
-ómo “el campo") (Jackson, 1980), y desde entonces no parece que se haya homogeneizado,
rtrosnglosjones en un ej, esto no sgmfio que s produccidnsea homogénea. Hace -
Conceptos y concepciones acerca del curriculum
me al rof protagónico de su Ministerio de Educación y Ciencia en el impulso de in-
vestigaciones e innovaciones en el campa del curriculum;* entre la producción
latinoamericana, interesa citar la mexicana® y la brasileña.“ La aparición re-
ciente de la Revista de Estudios del Curriculum, como primera publicacién espe-
cializada de habla hispana, marca la relativa consolidación de este eje.
* El caso australiano: Austrafia se ha incorporado en los últimos tiempos al ciry
cuito académico de discusién curricular, con publicaciones muy innovudomg¡
desde el punto de vista conceptual, de referencia obligada -y efectivamente rel
feridas— en cualquier trabajo actualizado sobre la temática.”
Al presentar los ejes, hemos mencionado sólo algunas de las publicaciones pe-
riódicas que se ocupan del curriculum. La producción sobre el tema debe ras-
trearse en infinidad de publicaciones pedagógicas, tanto especializadas en la
temética como más generales. Su variedad se hace més compleja, ademds, si
incluimos el trabajo curricular sobre las diferentes áreas de la enseñanza,* in-
clusión que no intentaremos aquí.
“ La producción debe rastrearse en este caso en una gran cantidad de libros. £ntre las revistos, la más importante
durante cierto tiempo ha sidg la Revista de Educación. El hecho de que sea publicada por el Ministerio de Educa-
clóny Ciencia de España inuestra el rol preponderante que ha desempeñado ese organismo en el impulso del deba-
te pedagágico.
* También en este caso la producción debe rastrearse en una gran cantidad de libros; sin embargo, el caso mexi-
cano parece caracterizarse por la multiplicación de publicaciones periódicas relacionados con la temática educa-
tiva, Sobre todo, interesa destacar que cada universidad tiene su publicación pedagógica, que la producción es
constante y que se ha volcado de manera notoria al análisis de procesos de cambio curricular dentro de los insti-
tuelones educativas, en especial de las de nivel superior.
* En Brasil se han acumulado trabajos importantes en el terreno de los estudios culturales sobre el curticulum
(véanse, par ejemplo, Da Silva y Azevedo, 1995; Morsira [org.], 1992). En la reunión anual de la ANPED ( Associa-
gúo Nacional de Pés-Graduagfio e Pesquisa em Educagño) existe un grupo de trabajo sobre curíículo y os princi-
peles especialistas de este país no soslayan el debate curticular.
7 Como un indicudor de la constitución reciente del campo curricular en Australia, podemos citar la revista Carri-
culum and Teaching, que va por su séptimo volumen; y la muy reciente Curriculum Perspectives, publicada por la
Universidad Deakin. Con vistas al futuro, interesa retener a esta universidad, que está realizando una importante
incurstón en el campo curricular —evidente en la ahora frecuente inclusión de ortículos de sus académicos en las
ya citadas Curriculum inquiry y Journal of Gurticulum Studies—y sostiene intercambios que permíten un enriqueci-
miento de sus de por sfvaliosas producciones locales.
3 Sirva de ejemplo recordar que un concepto muy potente para pensar las cuestiones currículares, como el de trans-
posición didáctica, se oigina en la didáctica de fa Matemática francesa (Chevallard, 1985; Arsac, 1992).