Tu fe te ha salvado.pptx y siempre te salvará

Fe

1. Tu fe te ha salvado Lectura de las Escrituras Ven, Sígueme: Nuevo Testamento Mateo 8; Marcos 2–4; Lucas 7 Clase esta noche… Bogotá 20:00 hrs. Buenos Aires 22:00 hrs.

2. Contenido Introducción y bienvenida Preguntas del alma Los milagros son para todos Creer y luego saber Aceptar Su voluntad y Su tiempo La clave es no desmayar Fe para no ser sanado Ofrenda eterna

3. Preguntas del alma Con relación a los siguientes milagros… Un leproso Mateo 8:1–4 El siervo del centurión Mateo 8:5–13 La suegra de Pedro Mateo 8:14–1 5 Un hombre paralítico Marcos 2:1–12 Un hombre con la mano seca Marcos 3:1–5 El hijo de la viuda de Naín Lucas 7:11–16 Vamos a responder las siguientes preguntas…

4. Con la mano en el corazón… ¿Qué enseñan estos relatos acerca de la fe en Jesús? ¿Qué enseñan acerca de l Salvador Jesucristo ? ¿Qué desea Dios que aprendamos de estos milagros?

5. Los milagros son para todos… Sus prodigios no sólo para un grupo selecto de Sus hijos; ¡Él nos ama a todos! La fe es un don pero también es una semilla que aunque muy pequeña puede crecer muchísimo y nadie está exento de tenerla, vivirla y desarrollarla.

6. Se requiere de ejercer primero la fe en el Salvador, la fe en Sus promesas y la fe en nosotros mismos, para luego llegar a entender que en efecto somos Sus hijos y que todo lo que nos ha prometido y profetizado es real, perfecto y exacto . Creer y luego saber

7. Aceptar Su voluntad y Su tiempo ¡Recuerda que la paciencia es un divino don! La fe firme en el Salvador es aceptar sumisamente Su voluntad y Su tiempo en nuestra vida, incluso si el resultado no es lo que esperábamos o deseábamos.

8. La clave es no desmayar El Élder Maxwell dijo: “he aprendido que no desmayar es más importante que sobrevivir”. También aseguró que “el beber de una amarga copa sin amargarse es asimismo parte de emular a Jesús”.

9. Fe para no ser sanado Al orar con mayor frecuencia y fe pidiendo consuelo, el Señor nos da la fortaleza que requerimos para seguir adelante. Estemos “[dispuestos] a someternos a cuanto el Señor [juzgue] conveniente imponer sobre [nosotros], tal como un niño se somete a su padre”.

10. Ofrenda eterna Estemos dispuestos a darle nuestras “almas enteras como ofrenda” ( Omni 1:26 ) y a orar humildemente: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya ”.