Nombre: Pamela Alarcón Cid.
Curso: 4 ½ “B”.
Profesor: Carlos Salazar.
La segunda guerra mundial fue un conflicto armado que se extendió
prácticamente por todo el mundo entre los años 1939 y 1945. Los principales
beligerantes fueron, de un lado, Alemania, Italia y Japón, llamadas las potencias
del eje, y del otro, las potencias aliadas, Francia, el Reino Unido, los Estados
Unidos, la Unión Soviética y, en menor medida, China.
La Segunda Guerra Mundial trajo
con ella una seria de injusticias
hacia los derechos de las personas
y diversos tipos de horros. Uno de
ellos son los campos de
concentraciones.
Los primeros campos de concentración en Alemania
fueron creados poco después del nombramiento de Hitler
como canciller en enero de 1933.
Con el inicio de la guerra, los campos de concentración se
convirtieron cada vez más en sitios donde grupos de
enemigos reales o percibidos de la Alemania nazi fueron
asesinados abiertamente o forzados a hacer trabajo duro y sin
sentido. Aquellos forzados a trabajar eran deliberadamente
desnutridos y maltratados con la intención de que fueran
“aniquilados por el trabajo”.
Creados por las autoridades locales para mantener las masas
de personas arrestadas como presuntos adversarios políticos
del gobierno, los campos existían a través de toda Alemania.
Tenía a prisioneros bajo la investigación de la Gestapo (la
policía secreta estatal alemana) y operó hasta 1936.
Los campos de concentraciones dejo muchos heridos y es aquí que mostrare un
testimonio de uno de ello:
Rachel G. nació en Brusselas, Bélgica en 1934 y disfrutó de una
infancia feliz hasta la invasión alemana. A los judíos los forzaban a
usar una estrella amarilla para identificarlos. Rachel se rebeló
contra esa ley porque los niños no judíos no querían jugar con ella.
Su madre le advirtió que por ley tenía que portar la estrella. Por su
rebeldía recibió una notificación oficial de que ya no podía asistir a
la escuela por lo que sus padres tuvieron que esconderla. Conocían
a un sacerdote católico y éste llevó a Rachel a un convento. Ella
vivió en varios conventos durante la guerra.
"Un día vino la Gestapo mientras yo estaba con las monjas carmelitas. Una de sus
reglas es que no pueden ver a los hombres. Tocaron en la puerta y dijeron: ¡Queremos
a la niña judía, sabemos que tienen una niña judía ahí! Las monjas dijeron que no. La
Gestapo rompió la puerta. Lo que nunca voy a olvidar es que las monjas tenían una
canasta muy grande con la ropa sucia, me metieron en la canasta con la ropa encima.
Eso sucedió como en un segundo. Así fue como me salvé."
Su padre murió y su madre sobrevivió a Auschwitz. Rachel espera vivir su vida como un
buen ser humano ayudando a otros, sin importar su origen étnico, racial o su religión.
Los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki
(ciudades de Japón) fueron lanzados por Estados Unidos
el 6 de agosto y el 9 de agosto de 1945. Estas han sido
las dos únicas bombas atómicas con uso militar no
experimental de la historia mundial. En pocos segundos,
ambas ciudades quedaron devastadas. Se calcula que
en Hiroshima, la bomba mató a más de 120.000
personas de una población de 450.000 habitantes,
causando otros 70.000 heridos y destruyendo la ciudad
casi en su totalidad. En Nagasaki, el número de víctimas
causadas directamente por la explosión se estima en
50.000 mortales y 30.000 heridos de una población de
195.000 habitantes. A estas víctimas hay que sumar las
causadas por los efectos de la radiación nuclear. De una
población de 645.000 habitantes, el número de víctimas
pudo sobrepasar las 400.000 o 500.000, de ellas,
200.000 o 250.000 mortales (los datos difieren según
diversas fuentes).
Otra cosa que provoco mucho caos, este hecho se recuerda como uno de los más
horripilantes de aquella época. Se muestra aquí un testimonio de un sobreviviente de
aquella época.
Regresé a la terminal quejándome de que ese
accidente me obligaría a trabajar más de la cuenta. Fui
a buscar algo de comer, pensando que era tonto hacer
tanto lío por una cuestión menor, y me senté con mis
amigos en un banco para discutir la causa del
accidente.
De pronto, el edificio fue golpeado por un rayo de luz
que enceguecía y el impacto de una violenta explosión.
La terminal estaba situada a tres kilómetros de donde
cayó la bomba atómica, pero en ese momento pensé
que había sufrido un impacto directo.
Sentí que flotaba en el aire antes de ser arrojado al
suelo. Todo se volvió oscuro y sentí algo pesado sobre
mis espaldas.
Después de un rato pude comenzar a ver lo que me
rodeaba. Me conmocionó la magnitud de la destrucción.
Mientras mis colegas me sacaban del edificio en ruinas,
respiré con alivio al comprobar que mis brazos y
piernas estaban intactos. Los gritos de la gente
pidiendo ayuda me devolvieron a la realidad.
Lo que vi y escuché quedaría impreso en mi mente
para siempre.
Koichi tenía 18 años cuando cayó la bomba
atómica en Nagasaki.
Salí hacia mi trabajo como de costumbre en
la mañana del 9 de agosto de 1945,
pensando que sería otro día caluroso de
verano.
Luego de la hora de mayor tránsito, me
pusieron al tanto de un descarrilamiento en
algún punto de la línea de tranvía y me
ordenaron cambiar de ruta. Nunca me
imaginé que esto salvaría mi vida.
Estos dos hechos marcados en la historia se muestra la
injusticia, la crueldad y la brutalidad hacia las personas
de aquella época.
El primero fue los campos de concentraciones donde
murieron millones de inocentes por ideales que nunca
fueron ciertos, pero tuvieron mucha aceptación en la
gente que se presto para tal crimen.
El segundo fue la Bomba de Atómica (Hiroshima y
Nagasaki) donde hubieron millones de muertos y miles de
heridos. Donde no hubo respeto hacia los niños y
mujeres, donde no se respetaron los derechos de cada
ciudadano, dando a conocer los derechos humanos.
Considerando que la libertad, la justicia y la paz
en el mundo tienen por base el reconocimiento de
la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia
humana,
Los derechos humanos han originado actos de
barbarie ultrajantes para la conciencia de la
humanidad; y que se ha proclamado, como la
aspiración más elevada del hombre, el
advenimiento de un mundo en que los seres
humanos, liberados del temor y de la miseria,
disfruten de la libertad de palabra y de la libertad
de creencias,
Algunos de los artículos mas destacados son:
Artículo 1
Todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y
derechos y, dotados como están de
razón y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los
unos con los otros.
Artículo 4
Nadie estará sometido a esclavitud
ni a servidumbre; la esclavitud y la
trata de esclavos están prohibidas en
todas sus formas.
Artículo 10
Toda persona tiene derecho, en condiciones de
plena igualdad, a ser oída públicamente y con
justicia por un tribunal independiente e imparcial,
para la determinación de sus derechos y
obligaciones o para el examen de cualquier
acusación contra ella en materia penal.
Ingrid Betancourt Pulecio (Bogotá, 25
de diciembre de 1961) es una política
franco-colombiana que ha sido
representante a la cámara, senadora y
candidata presidencial.
Ingrid Betancourt fue secuestrada por las
FARC el 23 de febrero de 2002 mientras
hacía campaña como candidata a la
presidencia para las elecciones de 2002.
Betancourt se encuentra en cautiverio en
la selva colombiana en condiciones
precarias.
Antes de su secuestro, Betancourt fue
reconocida por su insistente lucha contra
la corrupción política de su país y siempre
defendió la salida negociada al conflicto
armado en Colombia.
Como en el pasado y en la actualidad los derechos
humanos de cada personas no son respetados, en
los mas mínimo. Pasando a llevas a las personas.