Vocabulario Gaucho 1
Trabajo de Silvina G. Carrizo
7mo grado
Santiago del estero, Argentina
1998
En ocasiones vale la
pena desarrollar
situaciones
imaginarlas, en las
que el vocabulario
criollo permita
ejercitar las
etimologías castizas
para verificar nuestro
conocimiento .
•
Vaya aquí un ejemplo
•Depende, claro, de la región
(Pampa, Cuyo, Centro.
Noroeste, litoral o
Patagonia): de lo contrario,
se corre el riesgo de
emplear algún giro o palabra
que no signifique lo pensado
; más aun , cuando no
quiere decir otra cosa,
puede haber sufrido
transformaciones y
emplearse entre las
llamadas malas palabras.
En la idea expuesta , lo que sigue correspondería a la Zona
de la Pampa o central, y es una fantasía de quien escribe.
•¨ Preparaba el chasque su
pingo para hacerlo rayar sin
sobrarlo, sabiendo que sus
servicios deberían ser como
pial de volcao. De no ,
recibiría un latazo de sus
clientes ¨ .
La idea de chasque es la de un correo, el que traslada
la noticia con velocidad, y su origen es quichua.
En cuanto a pingo, es una caballo ágil, ligero y de buenas condiciones, y
también puede usarse el termino flete: la aceptación contemporánea y
urbana de esta última es aplicada a los vehículos para transporte de
cargas medianas que, es de imaginar, referirse a las mismas condiciones
de eficiencia y rapidez que el caballo.
•
Rayar quiere decir detener de pronto al animal que ha sido lanzado a la
carrera. La rayada es el acto de hacerlo; y, sin sobrarlo, es no cansarlo o
fatigarlo excesivamente.
•
En cuanto a pial, es el tiro del lazo (la soga ): se
píala al animal por las manos, o patas delanteras,
para voltearlo y se puede pialar en medio del campo,
en corral, puerta afuera, etcétera.
•
La expresión como pial de volcao equivale a decir
¨ nunca falla ¨
el pialador es el encargado de las tareas de apealar
– o sea , derribar una res enlazándole las patas.
De significar caso contrario;
en consecuencia, de no hacerlo.
•
Finalmente, como consecuencia de los metales con que son elaborados
los sables, y sus vainas, el hombre de campo denomina ,
humorísticamente , lata al arma militar; y, en este caso, poca relación
tiene el acerto popular dar la lata aunque de metales también se trata .
• Tal expresión
provendría del antiguo
dicho dar la tabarra o
dar la murga, que
significa el fastidio
provocado por la
inclusión de
instrumentos tales
como las zambombas
o cencerros,
generalmente
utilizados para
anunciar segundas
nupcias de viudos.
Dar la lata seria como dar la murga, al presumir la incorporación de
recipientes diversos de la hoja (hojalata) a los grupos sonoros.
En síntesis, dar la lata: ídem, percutir sobre ella.
•
Pero, suele aparecer uno que da por tierra
con otros argumentos
•según algunos relatos,
antiguamente en Málaga (España),
los presos solían elaborar un
curioso brebaje de mostos, restos
de licores y aguardientes que se
mezclaba en una lata, que al correr
de mano en mano provocaba una
fuerte borrachera estimulando
incontenibles deseos de hablar:
razón esta que avalaría el
entendimiento generalizado de que
da la lata es hablar mucho,
pesadamente.
Palabras más, palabras menos
•se sabe que es un
mérito indiscutido de
quienes ejemplifican,
relatan o escriben el no
excederse en
conceptos y reglones,
pues, de no mediar tal
prudencia, se corte el
riesgo, también, de dar
una lata difícil de pialar.